Son muchas, pero dispersas, las noticias que nos han quedado de la vida y aventuras del capitán Fanto Fantini della Gherardesca, nacido en Borgo San Sepolcro en abril del año de gracia de 1450. Borgo San Sepolcro, en la Umbría septentrional, es también la ciudad natal de fra Luca Pacioli y de maestro Piero della Francesca, «el monarca ali tempo nostri della pictura», como lo calificó fra Luca, que fue su amigo y lo tuvo como discípulo en matemáticas y geometría. Pero muchas de esas noticias que decimos, de la vida y aventuras del condottiero se contradicen con frecuencia, y solamente un paciente trabajo de investigación y de crítica, realizado durante varios años por el autor de este libro, le ha permitido establecer el tiempo y lugar de las varias etapas de la biografía fantiniana. Fanto Fantini della Gherardesca fue, sobre todo, famoso por sus fugas de las más cerradas y vigiladas prisiones de su tiempo. La narración de sus fugas constituye la parte más amplia de esta biografía, por otra parte con muchos cabos sueltos, del valeroso capitán [1]. Las vidas de su criado Nito, su braco «Remo» y su caballo Lionfante, aparecen en la última parte. En los apéndices damos al curioso lector el texto, quizá solamente un resumen, y sin duda en varios pasajes mal transcritos, del discurso que ante el Senado de Venecia pronunció el caballo Lionfante, con motivo del falso rumor de la muerte de su amo en la isla de Chipre. Podrían los lectores comprobarla influencia de este discurso en el de Otelo, ante los mismos senadores (W. Shakespeare, Otelo o El moro de Venecia, acto I, escena III) [2]. Un feliz hallazgo en una biblioteca florentina, nos permitiría publicar el texto, hasta ahora inédito, del segundo acto de una pieza teatral, que tenía por protagonista a Fanto Fantini della Gherardesca. La pieza constaba de tres actos, el primero de los cuales no ha sido hallado, y del tercero tenemos un resumen en un manuscrito de Benedetto Varchi, autor de una Storia Fiorentina muy conocida. Es muy probable que la pieza haya sido representada en Florencia, y que para las escenas de batalla hiciese obras de pólvora el famoso Biringucho, por otra parte amicissimo del Varchi, quien iba a visitar al gran pirotécnico «mentre egli lavorava quell’Artigleria grande che si chiamó poi volgarmente l’Archibuso del signor Malatesta, la cual se disfece nella torre de Livorno non ha molto». La representación de la pieza pudo haber tenido lugar en el verano de 1509, o en la primavera, en el célebre «maggio fiorentino», de 1510.