Escena XIII
PLATÓNOV, ANA PETROVNA y TRILETZKI
TRILETZKI.-(En el porche.) ¡Allí está sentado nuestro gran sabio y filósofo! Está al acecho y con impaciencia espera la presa: ¿a quién echará una reprimenda antes de ir a acostarse?
ANA.-¡No pica, Mijaíl Vasílievich!
TRILETZKI.-¡Mal! ¡Hoy no pica nada! ¡Pobre moralista! ¡Te tengo lástima, Platónov!
No obstante, yo estoy borracho, y..., sin embargo, allí me está esperando el diácono! ¡Agur!
(Hace mutis.)
ANA. -(Yendo hacia PLATÓNOV.) ¿Qué hace aquí sentado?
PLATÓNOV.-En las habitaciones se ahoga uno, y este buen cielo es mejor que su techo blanqueado bajo el cual se cobijan unas cuantas damas enyesadas.
ANA. -(Se sienta a su lado.) ¡Qué tiempo más hermoso, es un encanto! ¡Aire puro, fresco, cielo estrellado y luna! Lamento que las mujeres no puedan dormir al raso en el patio. Cuando yo era niña, en verano siempre pernoctaba en el jardín. (Pausa.) ¿Lleva usted una corbata nueva?
PLATÓNOV. -Nueva. (Pausa.)
ANA. -Hoy tengo una disposición de ánimo algo especial... Hoy me gusta todo...
¡Paseo! ¡Venga, diga algo, Platónov! ¿Por qué calla? He venido aquí para oírle hablar...
¡Cómo es usted!
PLATÓNOV. -¿Qué decirle?
ANA. -Dígame algo nuevo, bueno, excitante... Usted está hoy tan sagaz, tan gracioso...
Palabra de honor, me parece que hoy estoy más enamorada de usted que nunca... ¡Hoy está tan atractivo! ¡Y casi no mete bulla!
PLATÓNOV.-Y usted está tan hermosa... Por lo demás, ¡usted siempre es hermosa!
ANA. -¿Somos amigos, Platónov?
PLATÓNOV.-Naturalmente que somos amigos... ¿Quién puede dudarlo? ¿Qué otra cosa puede ser, sino amistad?
ANA. -En todo caso, amigos. ¿Eh?
PLATÓNOV.-Supongo que grandes... Yo estoy muy acostumbrado y ligado a usted...
Nada puede alterar mis sentimientos hacia usted..., nada en absoluto.
ANA.-¿Grandes amigos?
PLATÓNOV.-¿Por qué esas preguntitas? ¡Déjelas mujer! Somos amigos..., amigos...
como una solterona...
ANA.-Bueno... Somos amigos, ¿pero sabe usted que de la amistad entre el hombre y la mujer al amor hay sólo un paso, señor mío? (Se ríe.)
PLATÓNOV. -¡Pues qué! (Se ríe.) ¿A qué viene eso? Nosotros dos no llegaremos hasta los diablillos, por muy anchamente que andemos.
ANA. -El amor, ¿diablillos?... ¡Vaya comparación que has hecho! ¡Como te oiga tu mujer! Pardon, le he tuteado... ¡De veras, Michel, ha sido por descuido! ¿Por qué no podemos llegar? ¿Acaso no somos personas? El amor es una cosa buena... ¿Por qué enrojecer?
PLATÓNOV.-(La mira fijamente.) Usted. ya veo, o bromea, o quiere... irse de la lengua hasta el punto que... ¡Vamos a bailar un vals!
ANA. -¡Usted no sabe bailar! (Pausa.) Tengo que hablar con usted en serio... Es hora...
(Mira alrededor.) ¡Tómese la molestia, mon cher, de escuchar y no filosofar!
PLATÓNOV. -¡Vamos a danzar, Ana Petrovna!
ANA. -Sentémonos más lejos... ¡Venga aquí! (Se sienta en otro banco.) No sé por dónde empezar... Usted es un hombre tan desmañado y embustero...
PLATÓNOV. -¿Empiezo yo, Ana Petrovna?
ANA. -Usted dirá estupideces, Platónov, cuando empiece. ¡Dígame, por favor! ¡Se ha desconcertado! Lo creeré, ¡espera sentado! (Golpea a PLATÓNOV en el hombro.) ¡Es usted un bromista, Misha! Hable, hable... Sea breve...
PLATÓNOV.-Seré conciso. Oiga lo que quiero decirle: ¿para qué? (Pausa.) ¡Palabra de honor, no vale la pena, Ana Petrovna!
ANA.-¿Por qué? Escuche... Usted no me comprende... Si usted fuese libre, yo sin pensarlo mucho me convertiría en su esposa, le entregaría en posesión perpetua mi título; pero ahora... ¿Qué? ¿El que calla otorga? ¿No es así? (Pausa.) Escuche, Platónov, en este caso es indecoroso callar.
PLATÓNOV. -(Se levanta bruscamente.) ¡Olvidemos esta conversación, Ana Petrovna!
¡Hagamos, por Dios, como si no hubiera existido! ¡No ha existido!
ANA.-(Encoge los hombros.) ¡Qué raro es usted! ¿Por qué?
PLATÓNOV. -¡Porque la respeto a usted! Yo aprecio tanto este respeto, que despedirme de él sería para mí más penoso que si me tragase la tierra. Amiga mía, yo soy un hombre libre, yo no tengo nada en contra de pasar agradablemente el tiempo, no soy enemigo de las relaciones con las mujeres, no soy enemigo incluso de las aventuras amorosas nobles, pero... ¿iniciar con usted una pequeña aventura amorosa, hacerle objeto de mis designios ociosos, a usted, mujer inteligente, bella, libre? ¡No! ¡Eso sería demasiado! ¡Es mejor que me arroje usted al fin del mundo! ¡¿Vivir tontamente un mes, dos, y después..., tras ruborizarse, separarse?!
ANA.-Pero ¡yo estaba hablando de amor!
PLATÓNOV.-¿Acaso yo no la amo a usted? Yo la amo, bondadosa, inteligente, caritativa. ¡La amo locamente, rabiosamente! ¡Daría mi vida por usted, si la quiere! ¡La amo como mujer, como persona! ¿Es que todo amor debe mirarse siempre en su aspecto más bajo, más sucio? Mi amor hacia usted es mil veces más caro que el vulgar apetito carnal.
ANA.-(Se levanta.) ¡Ve, querido a dormir la mona! Cuando la duermas, entonces hablaremos...
PLATÓNOV. -Olvidemos esta conversación... (Le besa la mano.) Seamos amigos, pero no jugueteemos el uno con el otro; nosotros nos deseamos mutuamente la mejor suerte. Y, además, no obstante..., aunque un poquito, yo estoy casado. ¡Dejemos esta conversación!
¡Que todo siga como siempre!
ANA. -¡Vete, querido, vete! Estás casado... ¿Pero me amas? ¿Para qué hablar entonces de tu mujer? ¡March! Después hablaremos, dentro de un par de horas... Ahora te encuentras en un acceso de mentira...
PLATÓNOV. -Yo no sé mentira... (Quedo a su oído.) Si hubiera sabido mentirte, hace ya tiempo sería tu amante...
ANA.-(Bruscamente.) ¡Váyase a paseo!
PLATÓNOV.-Usted miente, no se enfada... Lo hace simplemente... (Se va hacia la casa.)
ANA. -¡Es un hombre extravagante! (Se sienta.) Él mismo no comprende lo que dice...
Todo amor se mira en su aspecto más bajo, más sucio... ¡Qué absurdo! Como el amor de escritor hacia una escritora... (Pausa.) ¡Es un hombre insoportable! De este modo, amigo mío, nos pasaremos el tiempo charlando hasta el juicio final. No lo he tomado con el honor, lo tomaré con la fuerza... ¡Hoy mismo! Es hora ya de que los dos salgamos de esta absurda situación expectante... Estoy harta... Lo tomaré con la fuerza... ¿Quién viene? Glagóliev...
Me está buscando... (Entra GLAGÓLIEV.)