SOLUCIONES
El estanque
La superficie del estanque puede perfectamente duplicarse, conservando su forma cuadrada y sin tocar los robles.
Figura 197
En la fig. 197 se muestra como hay que hacerlo: hay que cavar de tal modo que los robles queden frente al punto medio de los lados del nuevo cuadrado. Es fácil convencerse de que el área del nuevo estanque es dos veces mayor que la del antiguo. Para esto no hay más que trazar las diagonales en el estanque viejo y calcular los triángulos que se forman al hacer esto.
Esta comprobación es insuficiente. Un cuadrilátero puede satisfacer esta prueba sin ser cuadrado. En la fig. 198 se dan unos ejemplos de cuadriláteros que tienen todos los lados iguales, pero cuyos ángulos no son rectos (rombos).
Figura 198
Otro entarimador
Esta comprobación es tan insegura como la primera. El cuadrado, claro está, tiene las diagonales iguales, pero no todo cuadrilátero que tenga las diagonales iguales es un cuadrado. Esto puede verse con toda claridad en los dibujos de la fig. 199.
Figura 199
Los entarimadores debían haber practicado las dos comprobaciones con cada uno de los cuadriláteros que cortaban, con lo cual hubieran podido estar seguros de que el trabajo estaba bien hecho. Todo rombo cuyas diagonales sean iguales será indudablemente un cuadrado.
Un tercer entarimador
Lo único que puede demostrar esta comprobación es que el cuadrilátero que se somete a ella tiene los ángulos rectos, es decir, que es un rectángulo. Pero, en cambio, no prueba que todos sus lados son iguales, como puede verse en la fig. 200.
Figura 200
La costurera
La comprobación dista mucho de ser suficiente. En la fig. 201 se han dibujado varios cuadriláteros cuyos bordes coinciden cuando se doblan por una diagonal.
Figura 201
Y, sin embargo, no son cuadrados. Como puede ver, un cuadrilátero puede diferir mucho de la figura del cuadrado y, a pesar de esto, satisfacer esta comprobación.
Con esta prueba podemos convencernos de que una figura es simétrica, y nada más.
Otra costurera
Esta comprobación no es mejor que la anterior. Usted puede recortar tantos cuadriláteros de papel como quiera, que, aunque no sean cuadrados, satisfarán esta prueba
Figura 202
Los cuadriláteros de la fig. 202 tienen todos los lados iguales (son rombos), pero sus ángulos no son rectos, por consiguiente. Para cerciorarse de verdad de que el trozo cortado tiene forma cuadrada, además de lo que hacía esta costurera, hay que comprobar si las diagonales (o los ángulos) son iguales.
El problema del carpintero
Una recta debe ir desde el vértice c al punto medio del lado de, y la otra, desde el punto medio hasta el vértice a.
Figura 203
Con los trozos obtenidos, 1, 2 y 3, se compone el cuadrado como indica el dibujo (fig. 203).