Apéndice

Si la ciencia ficción es un género literario de posibilidades infinitas, el subgénero de los universos alternos es sin duda uno de sus compartimientos más amplios. Yo lo encuentro deliciosamente liberador. Inventar el futuro puede resultar un asunto gastado para alguien que lo ha estado inventando, profesionalmente, durante años, pero reinventar el pasado tiene para mí un atractivo fascinante e irresistible.

En una novela mía llamada The Gate of Worlds, a la que nadie parece haber prestado nunca atención alguna, exploré con cuidadoso detalle la clase de mundo que podría haberse desarrollado, en lugar del nuestro, si la conquista de América por los europeos no hubiese ocurrido nunca. En una gran variedad de relatos cortos he jugado con otras varias posibilidades de pasados alternos. En mis novelas examiné algunas de las paradojas y complicaciones inherentes a estos viajes por el tiempo, que son filosóficamente estimulantes pero difíciles desde el punto de vista físico.

Ahora, una vez más, uno de mis protagonistas se embarca en uno de estos viajes, en todas direcciones. En lugar de hacerle explorar una sola ruta, le he dado un campo más amplio, aunque más desconcertante, donde el centro nunca se mantiene fijo y la búsqueda es eterna.

Sin duda, algunos de los lectores desearían conocer más detalles sobre alguno de los mundos por los que pasa Cameron en su viaje. A mí también me gustaría. Pero el objetivo que me he propuesto aquí ha sido el de sugerir la multitud de experiencias reales y posibles que nos rodean y nos envuelven por todas partes. Así, el escenario cambia continuamente para demostrar que cada instante es un punto de convergencia de posibilidades infinitas, y que cada decisión, por pequeña que nos parezca, envía al sueño de la nada miles de millones de mundos que no nacen.

Novelas

El hombre en el castillo, de Philip K. Dick.

Bring the Jubilee, de Ward Moore.

The Wheeles of It, de L. Sprague de Camp.

Pavane, de Keith Roberts.

Gate of Worlds, de Robert Silverberg.

Up the Line, de Robert Silverberg.

Relatos

El hombre Pi, de Alfred Bester.

Cariñosamente Fahrenheit, de Alfred Bester.

SOBRE ROBERT SILVERBERG

Robert Silverberg, nacido en 1935, ha escrito una gran cantidad de libros de ficción y no ficción, que en conjunto suman más de cuatrocientas cincuenta obras; es autor de dos o tres mil relatos y escritor profesional desde que se licenció en la Universidad de Columbia, en 1956.

Se le conoce sobre todo por sus más recientes novelas de ciencia ficción (Dying Inside, Alas nocturnas, El hombre en el laberinto) y por sus varios premios Hugo y Nebula.

Silverberg vive actualmente en Oakland con su esposa Bárbara.