Las primeras revistas anglonorteamericanas de SF

En abril de 1926 apareció por primera vez en las librerías la revista AMAZING STORIES (Historias Asombrosas), editada por Hugo Gernsback, con una portada ilustrada por Paul. Los primeros números estuvieron enteramente dedicados a viejos relatos de Julio Verne y H. G. Wells, pero, al acrecentarse el interés del público, Gernsback decidió lanzar nuevos autores e ideas. Su divisa era «Ficción extravagante hoy, hechos reales mañana», como venía expresado en el símbolo de la revista.

El editor asignó el cargo de Director Literario a C. A. Brandt, inmigrante alemán con el que Gernsback había entrado en contacto a través de un librero local. En aquella época, Brandt era tenido por uno de los mayores coleccionistas de libros de SF. Nacido en 1879, había estudiado en la Universidad de Heidelberg, en la que se había laureado en química. Luego, había trabajado por algún tiempo como aprendiz de farmacéutico. Más tarde marchó a América del Sur para coleccionar orquídeas y mariposas. Tradujo Huevos del Lago Tanganika, de Kurt Siodmak, que apareció en el número de julio de 1926.

  

El primer número de la revista Amazing Stories

Tras el número de abril de 1929, AMAZING STORIES fue cedido a la Teck Publishing Company, pero el mismo Gernsback en persona inició una segunda tentativa editorial con la revista SCIENCE WONDER STORIES (Maravillosas Historias Científicas). Mientras tanto, se había nombrado a Thomas O’Connor Sloane director de AMAZING STORIES. Se trataba de un viejo colaborador de Gernsback que, a los setenta y siete años ya se había dedicado a diversas actividades: inventor (había descubierto un nuevo sistema para calcular el contenido sulfúrico del aire), profesor de historia natural en el Seton Hall College de New Jersey, miembro de la New York Electrical Society, de la American Chemical Society, del New Jersey State Board of Education y colaborador de, por lo menos, cuatro revistas científicas.

La tarea de Director Administrativo fue encomendada a Miriam Bourne, que en 1932 la cedía a Florence Bothner, entrada en la redacción de AMAZING STORIES el año anterior. En aquella época, se comenzó a criticar a la revista por diversas razones, entre las que estaba la acumulación en la redacción de originales no publicados, el monopolio por el pintor Leo Morey de portadas e ilustraciones interiores, una gran pobreza de ideas en lo referente a la organización y el hecho de que ni su propio Director, O’Connor Sloane creía en la posibilidad de que se realizaran viajes interplanetarios. Así, mientras otras revistas comenzaban a atraer el favor del público, AMAZING STORIES seguía perdiendo terreno, especialmente ante ASTOUNDING SF (SF Pasmosa).

Al inicio de 1938, muchos autores vieron como sus obras eran devueltas, acompañadas de una nota que advertía que la revista había sido cedida a la Ziff-Davis Publishing Company de Chicago, que entre otras publicaba POPULAR PHOTOGRAPHY, POPULAR AVIATION y RADIO NEWS. El número de abril de 1938 respetaba aún los viejos moldes, pero ya aquel mismo mes, bajo la dirección de Raymond A. Palmer, salió un nuevo número que señaló un progreso definitivo en el desarrollo de la revista. La portada, a todo color, era obra de Horace Hine, e ilustraba un episodio de la novela de Robert Moore Williams Man who ruled the World (El hombre que dominó el mundo), realizada con la colaboración de Fred Johnson y Naomi Anderson, que habían servido de modelos. Las ilustraciones interiores eran de Jay Jackson, Harold Welch y Herman R. Bollin. Además, aparecían nuevas rúbricas, entre las que se hallaba la sección de carácter científico Cómo medir su cerebro.

Ocho años después de la norteamericana AMAZING STORIES, o sea en 1934, apareció en Gran Bretaña SCOOPS (Adelantos) que, a pesar de contar con el inmediato apoyo de los apasionados, cesó en su publicación apenas veinte semanas más tarde, a causa del bajo nivel de sus relatos y la pobreza de sus ilustraciones. Sin embargo, el interés del público se había multiplicado hacia este tipo de narrativa, hasta el punto que Walter Gillings, que poseía una vasta experiencia periodística y literaria, decidió lanzar en colaboración con la World’s Work Ltd. el primer número de TALES OF WONDER (Relatos de lo maravilloso), que apareció el 29 de junio de 1937. El contenido era óptimo, y su tiraje fue de 20.000 ejemplares, con periodicidad trimestral.

  

Tales of Wonder (Portada de J. Roberts)

Antes de llegar a ser director de TALES OF WONDER, Walter H. Gillings había estado luchando por largo tiempo para realizar una revista británica de SF. En 1935, cuando supo que la G. Newnes Ltd., tras el éxito registrado por su dos colecciones AIR STORIES y WAR STORIES, había examinado la posibilidad de publicar además una revista de SF, se puso de inmediato en contacto con el editor, T. Stanhope Sprigg, un apasionado de la aeronáutica que ya en 1924 publicaba AIR AND AIRWAYS. Sprigg le invitó a que hiciese una consulta previa entre los autores británicos, con los que Gillings entró en seguida en contacto. Llegaron manuscritos por docenas, pero no fueron considerados lo bastante satisfactorios. Los tratos duraron por más de un año.

Finalmente, se supuso que el primer número podría aparecer en enero de 1937 con el título de ASTONISHING STORIES (Relatos Sorprendentes), ilustrado por Fortunino Matania, que ya poseía una cierta experiencia como dibujante de una serie de SF en PASSING SHOW. Pero una investigación de mercado sobre la venta en la Gran Bretaña de las revistas de SF norteamericanas inclinó a los editores a suspender otra vez la iniciativa, por lo que Gilling decidió continuar solo, lanzando aquel mismo año, como ya se ha dicho, TALES OF WONDER.

Después, la Newnes Ltd. acabó publicando su propia revista, aunque en vez de denominarla ASTONISHING TALES OF SF (Sorprendentes Cuentos de SF) se optara finalmente por el simple nombre de FANTASY (Fantasía). El ilustrador del primer número fue S. R. Drigin, que en otro tiempo se había ocupado de la ya citada SCOOPS, editada por la Pearson, una empresa subsidiaria de la Newnes. El primer número de FANTASY fue puesto a la venta el 29 de julio de 1938.

La portada fue dedicada al relato The Menace of the Metal Men (La amenaza de los hombres metálicos), escrito por el ingeniero italiano Giacomo Presti. Incluía además cuentos de J. R. Fearn, John Benyon Harris (Wyndham) y Eric Frank Russell. Completaba el número un artículo sobre la propulsión por cohetes, titulado By Rocket Ship to the Planets (A los planetas con una nave cohete), escrito por P. E. Cleator, vicepresidente de la Sociedad Interplanetaria Británica, e ilustrado por G. Blow con algunas imágenes tomadas de la cubierta del número 18 de SCOOPS.

  

El primer número de la revista Fantasy (Portada de S. R. Drigin)

Así, en 1938. el fenómeno llamado SF adquiere, tanto en los Estados Unidos como en la Gran Bretaña, una dimensión apreciable, asegurándose un interés que le permitirá continuar, aunque con diversa fortuna, no sólo hasta nuestros días, sino más hacia el futuro.

ERIC FEARN