IV
…El doctor Aarón Kaye informando. Los fantasmas… las nuevas cosas, quiero decir, están comenzando a marcharse. Ahora las veo bien cuando estoy despierto. Ayer… esperad, ¿fue ayer? Sí, porque Tim sólo llevaba aquí una noche, lo traje ayer. Su cuerpo, quiero decir. Pero lo que vi fue su espíritu, su fantasma… ¡Jesús, sigo llamándolo así! Las cosas, las nuevas cosas quiero decir. El fantasma está en la cama de Tim. Pero lo vi marchar. Seguía todavía en el corredor Beta. ¿He dicho ya que generalmente están quietos en un sitio? Me olvido de las cosas que he dicho. Tal vez debo empezar de nuevo. Tiempo tengo de sobra. Son más o menos transparentes, naturalmente, incluso al final. Y flotan. Creo que parcialmente se hallan fuera de la nave espacial. Es difícil explicar su tamaño, puesto que se trata más bien de una proyección, de una post-imagen. Parecen muy grandes, digamos seis u ocho metros de diámetro. Sin embargo algunas veces he llegado a pensar que eran pequeñas, muy pequeñas. Puede decirse con seguridad que están vivas, aunque no responden ni se comunican. No son… racionales. No, en absoluto. Y cambian, toman colores y cosas así de nuestra mente. ¿Lo he dicho ya? No estoy totalmente seguro de que sean realmente visibles, tal vez la mente los siente y seguidamente les construye una apariencia. Pero son reconocibles. Uno puede ver… rastros. Puedo identificar a la mayoría de ellos. Tim estaba junto a la rampa número siete. Era parcialmente Tim y parcialmente otra cosa, muy lejana y extraña. Parecía inflarse y flotar para escapar atravesando la envoltura metálica de la nave, como si estuviera al mismo tiempo muy lejos y muy cerca. Fue el primero en aparecer, por lo que sé. Con la excepción de Tighe. Lo he soñado. Pero no se disipan… Vibran, palpitan… no, eso no es exactamente cierto. Se hinchan y flotan. Alejándose.
No son fantasmas. Es algo que debo repetir.
Lo que yo creo que son, mi impresión subjetiva, quiero decir, una hipótesis explicatoria posible… ¡Oh, demonio! No tengo por qué seguir hablando así. Lo que yo creo es que son una especie de energía-cosa, algo…
Lo que yo creo que son es blastocitos.
Cigotos sagrados, dijo Coby. Yo no creo que tengan nada de sagrados. Se limitan a estar presentes aquí, creciendo. Definitivamente no son espíritus o fantasmas, ni tampoco esencias superiores. No son, en absoluto, personas. Son… un producto combinado. Se desarrollan. Se quedan a un lado por un rato y después… se mueven alejándose.
Tal vez debo registrar el orden con que fueron apareciendo, pues tal vez eso tenga cierta correlación con la condición personal. Eso podría ser de interés científico. Todo el asunto es del más profundo interés. ¿Pero para quién será de interés científico? Ésa es una buena pregunta. Es posible que alguien dé con esta nave dentro de mil años. ¡Hola, amigos! ¿Sois humanos? Si lo sois no lo seguiréis siendo durante mucho tiempo. Escuchad amablemente lo que os dice el doctor Aarón Kaye… ¡Oh Dios mío, esperad!
Aquí el doctor Aarón Kaye registrando un mensaje de gran interés científico. ¿Dónde estaba? No tiene importancia. Tim —quiero decir el comandante Timofaev Bron— ha muerto hoy Quiero decir, el propio Tim. Es el primer muerto real, excepto Tighe. ¡Oh, y Bachi! Ya informé de ello, ¿no es así? Sí. Los demás aún siguen funcionando más o menos. De modo vegetal. Se alimentan de vez en cuando. Desde que dejó de funcionar el servicio de comida automático yo me encargo de repartir las raciones por todas partes. Recorremos la nave cada día más o menos. Estoy casi completamente seguro de que no ha muerto nadie más. Algunos aún continúan jugando a las cartas en los Comunes, incluso de vez en cuando dicen una palabra o dos. Algunas cartas han caído al suelo; el diez de espadas estuvo a los pies de Don durante muchos días. Ayer les hice beber agua. Me temo que sufren gravemente de deshidratación… Kawabata es el que está peor de todos, creo. Duerme en una cama sucia. Tierra a la tierra… Es muy probable que fallezca pronto. Debo aprender a manejar todo esto, creo. Si es que voy a continuar.
…Ahora ya sé que jamás lograré reparar el sistema del láser. ¡Jesús, me pasé una semana en el alojamiento de Ray! Curiosamente, nos dieron también un sistema de emisión de urgencia, un gran transmisor no-direccional. Su mensaje significa: «Venid a rescatarnos». ¿Pero cómo puedo emitir: «¡Manteneos alejados, por lo que más queráis!»? Un fallo en el programa. De todos modos, el alcance de este transmisor no es suficientemente largo… Podría hacer saltar la nave, creo que sí, que podría lograrlo. Pero ¿qué adelantaría con ello? Eso no impedirá que sigan viniendo de la Tierra. Creerían que se había tratado de un accidente. Azar espacial, una desgracia fortuita. Muchachos, ya os enteraréis…
Me pregunto dónde estará ahora Ray. ¿Cuánto tiempo tardará en aparecer? Su cosa, lo que sea, está aquí, desde luego. En Gamma Uno. Sus mujeres también. Encontré a la de Soli, no, no es. Creo que es mejor no hablar de eso. Están con él, sus cuerpos quiero decir. Ellos… Ray era tan fuerte, hizo algo, actuó. No sirvió de nada, desde luego. Demasiado tarde. La muerte salvando a la muerte. Ayudadme a pasar la noche, a soportarla… sólo eso.
Las funciones… estábamos hablando de las funciones. El más intacto es Yellaston, creo. No es que esté totalmente intacto, pero incluso hablamos un poco, de cualquier cosa, cuando voy a donde él está. Tal vez una costumbre de toda la vida que aún se sigue practicando con media corteza cerebral muerta. Creo que me entiende. No unos conceptos técnicos, desde luego, pero sabe que se está muriendo. Se considera ya muerto y ve la muerte en la totalidad de la cosa. La intuición y el miedo están en sus tripas. Sexo igual a muerte. ¡Qué razón tienes, viejo! ¡Qué ridículo es todo! En tiempos normales yo llegué a tratar pacientes sólo porque pensaban así. Terapia… Naturalmente, se trataba de un tipo de sexualidad distinta, otro orden de sexo, podríamos decir. Yellaston bebe mucho. La cosa se mantenía, pero la carga se ha ido… Me pregunto qué es lo que queda en él, maldito sea, es él, su parte humana. La he visto, su producto, está en la escotilla de proa. Es muy extraño. Me pregunto si él también lo habrá visto. ¿Puede un espermatozoide utilizado reconocer al blastocito? Creo que sí, que debe haberlo hecho. En una ocasión me lo encontré llorando. Tal vez de alegría, aunque no lo creo así.
…Hola, amigo. Aquí el doctor Aarón Kaye, su amistoso reportero científico. Se me ha ocurrido que debemos hacer justicia científica a Coby concediéndole crédito por la… la formulación de la hipótesis. Un gran diagnosticador, Coby, al fin y al cabo. Me refiero al doctor William F. Coby, el último de los doctores en medicina de la Facultad de John Hopkins. La solución final de Coby, la hipótesis quiero decir. Recuerden su nombre, amigos. Mientras puedan. He tratado de conseguir que fuera él mismo quien hiciera esta grabación, pero ahora ya no habla en absoluto. Creo que está bien; sé que está bien. Aún funciona, aunque de la forma en que puede hacerlo quien está agonizando. Recurre con mucha frecuencia al cajón de los narcóticos y lo hace abiertamente. Yo se lo permito. Tal vez está intentando algo. ¿Por qué está tan intacto? ¿Es que no tiene mucho de lo que sea que los demás han perdido? No, eso no es justo. Ni siquiera cierto. ¡Qué curioso…! Ahora me encuentro con que realmente siento gran afecto por él, realmente. Quién habría de decirlo. Todo lo peligroso ha desaparecido, creo. Ven a mí, llámame, Lory. No, no vamos a hablar de Lory. Estábamos hablando, yo estaba hablando, de Coby. De su hipótesis. Escúchame, amigo. Tú que sigues tu camino con una carga en tu cabeza.
Coby tiene razón. Sé que tiene razón: somos gametos.
Sólo gametos, nada más que gametos. La disposición dimórfica… llamémoslo espermatozoide. De dos tipos, pequeños espermatozoides machos y pequeños espermatozoides hembras, chicos y chicas. La mitad del plasma-germen de… alguna cosa. No seres completos; en absoluto, no. La mitad de los gametos de alguna… criatura, de alguna raza. Tal vez viven en el espacio, yo lo creo así. Los… sus cigotos lo hacen. Quizá ni siquiera son inteligentes. Digamos que utilizan a los planetas para reproducirse en ellos, como los anfibios que van al agua. Y desovan su primordial material-semilla a nuestro alrededor. Desovan y cultivan sus huevas entre las estrellas. En planetas aptos. Y esa materia fecunda. Y después del intervalo usual —digamos tres mil millones de años, éste es el tiempo que tardamos nosotros, ¿no es así?— las huevas, el esperma, alcanza movilidad; ¿lo ve? Y nos encaminamos a las estrellas. Al planeta-hueva. Para fertilizarla. Y eso es todo lo que ahora somos, esa maldita cosa… la evolución, los logros, las luchas y las esperanzas, todos los dolores y todos los esfuerzos, sólo para llegar hasta aquí con nuestra carga fecundante en nuestras cabezas. Nada más que espermatozoides. Seres humanos… ¿Piensa un espermatozoide que él también es alguien? Esas bellas cosas-huevo, las criaturas de aquel planeta evolucionado, desarrollándose a su propio modo durante millones de años… tal vez también piensan y sueñan. Tal vez creen que son gente. Toda esa cosa total, sólo para formar cualquier otra cosa, todo para nada…
…Perdóname… Aquí el doctor Aarón Kaye informando de otros dos fallecimientos. Se trata del doctor James Kawabata y la jefa de acuartelamiento Miriamne Stein. A ella la encontré cuando llevaba el cuerpo de Kawabata al almacén frigorífico. Todos estarán allí, los podrás encontrar, amigo. Cincuenta y nueve cubos de hielo y un montón de polvo… yo. Quizá. Causa de la muerte… ¿He venido informando de la causa de las muertes? Causa de la muerte: aguda… ¡Oh, Dios…! ¿De qué mueren los espermatozoides? Aguda falta de habilidad para seguir viviendo. Aguda irrelevancia post-funcional… Síntomas: … Tal vez le gustará conocer los síntomas. Le interesarán Los síntomas comenzaron a manifestarse después de un breve contacto con cierta forma de vida procedente del planeta Alfa… ¿He mencionado que, al parecer, se produjo cierto momentáneo contacto físico, aparentemente por la frente? Los grandes síntomas son desorientación, apatía, cierta afasia, anorexia. Todas las reacciones depresivas: aprosecia, tartamudez. Los reflejos débilmente presentes, no hay catatonía típica Las funciones cardíacas subnormales, faltas de agudeza. Clínicamente —he podido realizar seis tests—, clínicamente el EEG muestra abatimiento generalizado, asincronía. Déficits alfa y theta Es imposible, repito, imposible un síndrome post-ECS Los síntomas no pueden ser interpretados como debidos a un shock físico, eléctrico o de cualquier otro tipo. El sistema adrenérgico está muy afectado, el colinérgico relativamente menos No se ha confirmado la insuficiencia adrenal, repito no se ha confirmado en el bioensayo hormonal ¡Oh, Dios! Es como si hubieran sido exprimidos, vaciados de algo, de algo vital. Pronóstico si…
El pronóstico es muerte.
Esto es de gran interés científico, amigo Pero no vas a creerlo, estoy seguro. Venís de camino por aquí, ¿no es así? Nada va a detenerte a ti ni a los demás Tenéis razón Todo tipo de razones salvar la raza, construir un mundo nuevo, honor nacional, gloria personal, amor a la verdad científica, sueños, esperanzas, planes ¿tiene cada pequeño espermatozoide sus razones cuando repta por su conducto?
Es una llamada. Las huevas que esperan nos llaman a través de años-luz No me preguntes cómo. Incluso están llamando ahora al doctor Aarón Kaye, el único espermatozoide que dijo no Puedo sentir la llamada, la dulcísima llamada ¿Por qué no cedo ante ella? Perdóname. El doctor Kaye va a tomarse otro trago ahora. Ahora lo hago con frecuencia. Yellaston tenía razón, eso ayuda mucho. Toda la infinita variedad nuestra, todo para nada.
¿Dónde estaba? Hacíamos nuestras rondas, los examinaba a todos Ya no se movían mucho. Miraba, también, a las nuevas cosas Lory venía conmigo, me ayudaba a llevar cosas. Como siempre solía hacer. Mi hermanita, mi querida y pequeña hermana pero no vamos a hablar particularmente de Lory. Las cosas, los cigotos otros tres más se han ido hoy Kawata y los dos daneses. Don sigue todavía en los Comunes, pero creo que también se irá pronto ¿Se marchan cuando la persona muere? Creo que se trata sólo de una coincidencia. Después nos convertimos en algo totalmente irrelevante. Los cigotos se quedan cerca del lugar de impregnación durante un período variable antes de marchar a la implantación… ¿Dónde se implantarán? ¿Tal vez en el espacio? ¿Dónde nacerán? ¡Oh, Dios! ¿Cómo serán esas criaturas que hemos generado nosotros, a las que dimos forma? ¿Puede un gameto mirar a un rey? ¿Son bestias o ángeles? ¡Oh, Dios mío, esto no es justo…! No, no es noble ni justo.
…Lo siento, amigo. Ahora ya estoy bien. Don Purcell ha sufrido un colapso hoy. Lo he dejado en los Comunes. Visito a mis pacientes a diario. La mayor parte de ellos aún siguen sentados. Sentados en sus secciones, en sus tumbas. Hacemos lo que podemos, Lory y yo… Haciendo amable la vida de este mundo… Resultará, tal vez, de gran interés científico saber que cada uno de ellos vio la cosa de manera diferente, a las cosas-hueva, quiero decir. Don dijo que era dios; Coby vio óvulos. Alhstrom murmuró algo sobre los tres Yggdrasil. Bruce Jang vio a Mei-Lin aquí. Yellaston vio la muerte. Tighe vio la Madre. Todo lo que el doctor Aarón Kaye vio fueron luces coloreadas. ¿Por qué no fui yo también? ¡Quién sabe! Un fenómeno de estadística. Instinto detectivesco. O simplemente porque mi pierna quedó apresada en la consola caída… Lory vio utopía, el cielo en la tierra, creo. No vamos a hablar de Lory… Ella me acompaña en mis rondas, viene conmigo a ver a los espermatozoides moribundos, nuestros amigos. Todas las cosas en sus habitaciones, la vida personal, toda esta nave de la que nos sentíamos tan orgullosos. El «pathos» de las cosas, me dijo Kawabata. El reloj de pulsera después de que su dueño ha muerto, las gafas… El «pathos» de todas nuestras cosas, ahora.
…Sí, el doctor Aarón Kaye está cayendo en un estado de profunda depresión, amigo. El doctor Aarón Kaye, como puedes ver, está tratando de evitar pensar en lo que hará después… cuando ya todos se hayan ido. Coby se ha roto una pierna hoy. Lo encontré y creo que se sintió muy satisfecho cuando lo metí en la cama. Al parecer no tiene muchos dolores. Él, la cosa que él hizo, se marchó ya hace bastante tiempo. Creo que no he ido registrando los sucesos con suficiente claridad y fidelidad. Muchos de ellos se han ido ya. No así la cosa de Yellaston, la última vez que hice la ronda. Está en la sección de astronavegación, quiero decir el propio Yellaston. Mirando la cúpula. Sé que desea terminar su vida allí. ¡Oh, Cristo! El pobre viejo tigre, el pobre mono, todo aquello a lo que Lory odiaba… todo se ha ido ahora. ¿A quién le importa la personalidad de un espermatozoide? Respuesta: a otro espermatozoide… El doctor Aarón Kaye se está volviendo sentimental. El doctor Kaye llora. Recuérdalo, amigo. Es de interés científico. ¿Qué hará después el doctor Kaye? Se quedará tranquilo aquí en este magnífico «Centauro» que probablemente durará eternamente salvo que vaya a caer sobre una estrella… ¿Vivirá el doctor Aarón Kaye aquí el resto de su vida, a cincuenta mil millones de kilómetros de la Tierra, de su hogar natal? ¿Leyendo, oyendo música, cuidando su jardín, escribiendo notas de interés científico? Cincuenta y nueve cuerpos congelados y un esqueleto. Mira bien ese esqueleto, amigo… o comprueba la última nave exploradora Alpha. ¿Se decidirá un día el doctor Aarón Kaye a utilizar esa pequeña nave Alpha poniendo rumbo a cualquier parte? ¿Adónde? ¿No lo supone? Sí… El último hombre en el oviducto. Sobre el viaducto, vía el oviducto. Perdóname.
… No, el último no. De ningún modo. No olvidemos esas flotas de naves espaciales que comenzarán a salir de la Tierra cuando llegue allí la señal verde. Y que seguirán viniendo durante bastante tiempo… La señal verde fue lanzada pese a todos los esfuerzos que se hicieron por evitarlo. La meca del deseo del hombre. Ya no hay forma de pararlo. Ni queda ya esperanza. En absoluto.
Claro que, comparativamente, sólo será un puñado de hombres los que pondrán rumbo al nuevo planeta. Comparativamente con el resto de la población que se quedará en la Tierra. Más o menos la misma proporción de una eyaculación con la producción total de espermatozoides; ¿no lo expresaría usted así? Valdría la pena hacer el cálculo computado; tal vez sería de gran interés científico. La mayor parte de las criaturas-huevo morirían sin fecundar, igualmente. El notorio derroche de la naturaleza. Cincuenta millones de huevos, mil millones de espermatozoides un solo salmón…
… ¿Qué le sucederá a la gente que no se vaya, a los que se queden en la Tierra, a todo el resto de la raza? Bien, vamos a especular con sus posibilidades, doctor Kaye. ¿Qué les sucede a los espermatozoides no usados, a aquéllos que no alcanzan el óvulo o que llegan tarde? ¿O a los que se quedan en los testículos? Mueren por exceso de calor. O son reabsorbidos ¿Te acuerdas de algo? Digamos, por ejemplo, de Calcuta, o de Río de Janeiro, o de Los Ángeles… Visiones previas. Nacidos demasiado pronto o demasiado tarde… demasiado mal. Para pudrirse sin utilidad, sin ser usados. La función completa, los órganos se atrofian… El fin de todo, simplemente marchitos, podridos. Sin ni siquiera llegar a saberlo.
Creyendo ser gente, personas, confiando en que todavía les quedaba una oportunidad.
El doctor Aarón Kaye se está volviendo demasiado concluyente, intoxicado, amigo. Y el doctor Aarón Kaye se está cansando, también, de hablar contigo. ¿Qué podrás hacer de utilidad en tu camino siguiendo la línea de conducción? ¿Puedes detener el suministro? ¿Puedes, hombre? ¡Ja, ja, como alguien solía decir! Maldita sea, ¿por qué no lo intentas al menos? ¿Puedes parar, seguir siendo humano para siempre, si es que alguna vez llegamos a serlo? ¡Oh, Señor! ¿Es que puede la mitad de algo, es que puede un gameto crear una cultura? Yo no lo creo… Tú, pobre condenado bastardo, con una carga en la cabeza… Acabarás también por ir allí o morirás intentándolo.
Excúsame. Lory está balbuceando mucho hoy, vacila… Hermanita, tú fuiste un buen espermatozoide, nadaste vigorosamente para realizar tu función fecundadora. Tú fuiste la que hizo la conexión. No, ella no estaba loca, ¿sabéis? Nunca, realmente. Ella sabía que había algo malo en nosotros, algo falso, absurdo… Realizarnos, completarnos. Todos esos meses… un muro entre el cielo, separándonos del cielo, del seno dorado de Dios. El fin del dolor… la reina fecundada… la lucha continua… ¡Oh, Lory, quédate conmigo, no te mueras! ¡Jesús, la llamada, el impulso, es terrible y dulce impulso!
Aquí el doctor Aarón Kaye firmando y despidiéndose. Tal vez mi condición es del más profundo interés científico… ¡Ya no sueño nunca!