El escondite
STEVE RASNIC TEM
En su introducción a Night Visions, de 1984, el editor Alan Ryan observa muy oportunamente que «gran parte de las mejores obras» de los trabajadores de lo fantástico están constituidas por relatos, y añade que los lectores que asisten a convenciones sobre el tema suelen tener un mejor conocimiento de las narraciones cortas que los miembros del jurado.
Si esto es cierto porque los relatos representan mejor la obra de los escritores que las novelas (tal como Ryan sugiere) o porque las historias de terror tienden a ser creadas por escritores de talento que no trabajan exclusivamente en este oficio, por lo que pueden dedicarle más tiempo, hay un aspecto que sí está claro, y es que muchas de las listas en que se menciona a los mejores escritores vivientes de relatos de terror incluyen a Steve Rasnic Tem, el barbado poeta de Colorado.
A Tem no le llevó mucho tiempo lograr esta notoriedad. Atrae de inmediato la atención de su interlocutor con ideas, lugares y personas reconocibles; en su estilo reticente, trabaja con emociones identificables, y luego se interna en la fantasía de un modo tan sutil que el resultado suele parecer real y conmovedoramente aterrador. «El escondite» es una pequeña obra maestra que reúne todas estas características.