12.
Día Ocho
"Puedo Hacerlo Sin Incomodidad/Malestar"
&
Vitamentes
"Tal vez tenga suerte y…"
"Comer, beber, y ser feliz, para mañana…"
"¿Por qué ponerme a mi mismo fuera de..?"
Éstas son las creencias de las personas que rechazan aceptar que no existe tal cosa como un almuerzo gratis. Con el fin de conseguir algo especial, una persona haría bien en admitir la realidad que hay que aceptar un cierto grado de equilibrio/sacrificar una cosa por otra.
*Sacrificar una cosa por otra* puede ser visto en términos de bienes dados por bienes recibidos. Estos "bienes" que uno da pueden tomar muchas formas: tiempo, dinero, satisfacción inmediata, bienestar psicológico o físico, por nombrar algunos. En otras palabras, cada viaje a la autodisciplina requiere que cruces la frontera de la zona de comodidad.
La persona que rechaza aventurarse fuera de la zona de comodidad, donde, por lo general, habrá que sacrificar una cosa por otra, nunca puede esperar incorporar la autodisciplina en su vida diaria. Sin embargo, el concepto extremo de "Quien algo quiere, algo le cuesta. / El que quiere celeste que le cueste. / Sin pena no hay gloria" (n.d.t. todas las expresiones anteriores son equivalentes) no se aplica aquí. En realidad, la actitud "Quien algo quiere, algo le cuesta" representa una versión del pensamiento "Todo o nada" que trabaja contra el desarrollo de la autodisciplina. Aquí, hablamos de la incomodidad implicada en tales ejemplos de sacrificar una cosa por otra como: renunciar a postres azucarados cuando estás a dieta; o diciéndole "No" a varias distracciones cuando tienes un proyecto en el cual debes trabajar; o encarando una situación importante pero incómoda que te gustaría evitar.
Y aunque todos estos ejemplos sean incómodos, te meterías en una mentalidad "todo o nada" si irracionalmente insistes en decirte a ti mismo que estas cosas son intolerables más bien que simplemente incómodas.
Subconscientemente insistiendo que todo es fácil, sin esfuerzos, es sólo otro modo de evitar encarar muchos de nuestros miedos secretos y la ansiedad que los acompaña. Este también es un modo de complacer la parte de nosotros que no quiere la autodisciplina; la parte de nosotros que odia esperar o trabajar.
Siempre que nos encontremos evitando una tarea en particular, nuestra evasión por lo general no estará basada en el esfuerzo real implicado en la realización de la tarea en sí misma. Mejor dicho, nuestra evasión por lo general estará basada en un pseudotemor que hemos conectado subconscientemente a la realización de la tarea. Otra vez, la creencia subconsciente que crea este tipo de evasión es "puedo lograrlo sin incomodidad".
El punto: Aprende a esperar, aceptar, y tolerar períodos de incomodidad sin inflarlos mentalmente. Sin períodos de incomodidad no llevarías a cabo hasta la tarea más simple. Además, practica identificando casos en los cuales actúas como creyendo que "puedo lograrlo sin incomodidad".
Cuando te das cuenta de lo que te dices subconscientemente, entonces tú puedes desafiar conscientemente tu autoconversación y sustituirla por afirmaciones que apoyen tu autodisciplina. Estarás sorprendido de cuan rápidamente tu autodisciplina será positivamente afectada usando esta fácil técnica.
La técnica que estoy a punto de describir causará una mejora rápida y dramática de tu autodisciplina. Estoy hablando de las afirmaciones. Las afirmaciones son palabras o frases que refuerzan tus objetivos o los pasos que conducen a tus objetivos. Son como vitaminas para la mente, o como me gusta llamarlas, Vitamentes. Las afirmaciones de autoconversación hacen maravillas, pero las afirmaciones escritas funcionan aún mejor. Ellas te proveen de una simple y fácil automotivación que trabaja a un nivel muy profundo.
Escribir afirmaciones es una técnica muy dinámica porque la palabra escrita tiene mucho poder sobre nuestras mentes. Cuando escribimos automensajes, los leemos mientras los escribimos, entonces es como crear un doble golpe positivo de apoyo psicológico a nuestras acciones, una vitamina para la mente, una Vitamente.
Ahora es tiempo de seleccionar un objetivo (o paso hacia tu objetivo) al cual te gustaría aplicar la autodisciplina. Transforma tu objetivo o tarea en una oración corta y única, una afirmación. Usa tu nombre, y escribe tu afirmación de tres formas diferentes usando la primera, segunda, y tercera persona. En otras palabras escribe:
"Yo, Ted Brown, practico piano una hora por día".
"Tú, Ted Brown, practicas piano una hora al día".
"Ted Brown practica piano una hora por día".
Mantén tus oraciones en tiempo presente. Hazlas específicas, a veces usar/agregar números ayuda con esto. Trata de capturar una acción cuando sea posible.
Siempre declara tus afirmaciones en oraciones positivas en vez de oraciones negativas. Escribe, "Yo, Ana Smith, disfruto de la vida sin cigarrillos." No, "Yo, Ana Smith, no fumo." Escribe "Yo, Ana Smith, peso 60 kilos." No, "Yo, Ana Smith, quiero perder 5 kilos." Las oraciones positivas funcionan mejor para la autodisciplina que las negativas.
Después de que hayas escrito tus tres oraciones de afirmaciones (primera, segunda, y tercera persona), copia el grupo de afirmaciones dos veces más, de modo que en tu hoja de papel tengas tres grupos idénticos de oraciones. Cada grupo debería contener tu afirmación en las tres formas distintas.
Escribe tus oraciones a mano, despacio de una manera pensativa/atenta. No lo hagas mecánicamente. Piensa en lo que estas palabras significan cuando las escribes. Si sientes algún pensamiento negativo cuando escribes, o cualquier resistencia, o cualquier duda, entonces escribe tus pensamientos negativos en una hoja de papel separada. Incluso si el pensamiento o sentimiento negativo es leve, anótalo. Escúchate a ti mismo de verdad. Si, por ejemplo, comienzas a oír que te dices, "Nunca voy a perder el peso," "Esto va a ser demasiado difícil," o "Nunca voy a limpiar el garaje e instalar una oficina," escribe esto y luego sigue escribiendo tus tres grupos de afirmaciones.
Después de que termines de escribir tus afirmaciones, mira cualquier pensamiento negativo que escribiste. Este proceso te dará un buen vistazo de los métodos que tu usas para inhibir tu autodisciplina. Intenta conectar los pensamientos negativos que escribiste a uno de los obstáculos de la autodisciplina de los que hablamos antes, como los venenos de Hyde, o uno de los cinco miedos subconscientes, o una de las creencias subconscientes que son la base de los miedos.
A veces encontrarás que un pensamiento o sentimiento negativo puede estar relacionado con más de una barrera, a veces relacionado con todas las tres. Después de que descubras los métodos de Hyde, date unos momentos para pensar en lo que descubriste. Entonces automáticamente comenzarás a contrarrestar la campaña anti-autodisciplina de Hyde. Tus conocimientos te ayudarán a desarrollar modelos positivos de autodisciplina para cualquier objetivo que quieras convertir en realidad.
Ahora convierte tus afirmaciones en Vitamentes.
Este truco es rápido y fácil. Simplemente toma una hoja de papel que contenga tus tres conjuntos de afirmaciones iguales y corta a esos tres grupos. Pon un grupo donde lo veas todos los días, incluso muchas veces al día. ¿Y en el espejo del baño? ¿En el panel de instrumentos de tu auto? ¿En tu mesita de noche? Después, haz lo mismo con el segundo grupo de afirmaciones. así tendrás un grupo de afirmaciones en dos sitios importantes diferentes. Pon el tercer grupo en tu cartera o billetera, de modo que lo tengas contigo a lo largo del día. Todo lo que tienes que hacer es acordarte de leerlo tantas veces como pienses en eso. Diez veces están bien; cien veces son mejores.
Por el resto de tu vida, usa esta técnica para convertir cada uno de tus objetivos en Vitamentes. Trata de escribir los grupos en fichas/tarjetas. Cambia las tarjetas cada un par de semanas, o siempre que te habitúes mucho a verlas y que ya no tengan impacto. Cambia las tarjetas cuando cambies tus objetivos, o cuando añadas nuevos objetivos a tu vida. Además de elaborar Vitamentes que mantengan tus objetivos en el enfoque psicológico, también puedes hacer Vitamentes para ayudarte a comenzar o terminar cualquier tarea que no quieres hacer. Esta técnica funciona aun si tienes dos o tres objetivos diferentes. Cada vez que escribes o lees tu Vitamente, estimulas tu autodisciplina. Recuerda: ¡Toma tus Vitamentes diariamente!
Combinarás pronto tus Vitamentes con la Visualización, Autoconversación, y otras técnicas. Individualmente, estas técnicas funcionan bien. En combinación, funcionan increíblemente bien. No las descuides. Todas son rápidas, fáciles, y eficaces.
CONSEJO
Siempre que encuentres que una cita/frase inspiradora escríbela en una tira de papel y ponla donde puedas verla muchas veces al día. También pon una copia en tu cartera o billetera. Acuérdate de leerla con frecuencia. Cambia tu cita/frase con regularidad.