LA CÁMARA SECRETA
POR J. K. ROWLING
Salazar Slytherin construyó la Cámara Secreta subterránea sin el conocimiento de los otros tres fundadores de Hogwarts. Durante siglos se pensó que esta cámara era una leyenda, sin embargo, la persistencia de los rumores durante tanto tiempo indica que Slytherin habló de su existencia a otras personas que o bien creyeron su historia, o bien accedieron a ella con su permiso.
Sin duda, cada uno de los cuatro fundadores quiso dejar su propia huella en este colegio de magia que pretendían convertir en máximo exponente mundial. Se acordó que cada uno construiría sus casas y que podrían elegir, por ejemplo, la ubicación de las salas comunes y dormitorios. Sin embargo, Slytherin fue el único que fue un poco más allá y construyó un auténtico cuartel general personal dentro del colegio al que solo podían acceder su lista de elegidos y él.
Es posible que construyera esta cámara originalmente para enseñar conjuros con los que seguramente los otros fundadores no estarían de acuerdo. Siempre hubo polémica sobre la enseñanza de las artes oscuras. Sin embargo, la decoración de la cámara indica que, cuando Slytherin terminó de construirla, estaba convencido de ser alguien esencial para la escuela. Ningún otro fundador dejó una estatua de sí mismo ni forró el colegio de los emblemas de sus poderes personales (las serpientes talladas en la Cámara Secreta son una referencia a su capacidad para hablar pársel).
Lo que es cierto es que cuando Slytherin fue obligado a dejar el colegio por los otros tres fundadores, ya había decidido que la cámara que había construido sería la guarida de un monstruo, un basilisco, que solo podría ser controlado por él mismo y sus descendientes. Él sabía que esto mantendría a los tres fundadores y los otros miembros de la plantilla fuera de la Cámara.
Los descendientes de Slytherin conocían la existencia de la cámara y también aquellos con los que decidieran compartir la información. Así que el rumor se mantuvo vivo durante siglos.
Existe clara evidencia de que la cámara fue abierta más de una vez después de la muerte de Slytherin y antes de la entrada de Tom Ryddle en el siglo XX. Cuando fue creada, se podía acceder a la cámara a través de una trampa escondida y una serie de túneles mágicos. Sin embargo, cuando la instalación de fontanería de Hogwarts se fue complicando en el siglo XVIII (esto fue un raro ejemplo de copia de los muggles por parte de los magos, porque hasta ese momento simplemente habían hecho sus necesidades dondequiera que estuvieran y hacían desaparecer la evidencia mágicamente), la construcción de unos servicios puso en evidencia la entrada, situada en ese mismo lugar. La presencia en el colegio en aquel momento de un estudiante llamado Corvinus Gaunt —descendiente directo de Slytherin y antepasado de Tom Ryddle— explica cómo la simple trampilla se protegió secretamente, de forma que aquellos que sabían de ella pudieran tener acceso a la entrada de la cámara incluso después de que las nuevas cañerías fueran instaladas sobre ella.
Hubo rumores de que había un monstruo viviendo en las profundidades del castillo durante siglos. Esto es porque los que podían oír y hablar con él no siempre fueron tan discretos como debieran: la familia Gaunt no pudo resistir presumir de su conocimiento. Como nadie podía oír a la criatura arrastrarse bajo las maderas del suelo o más adelante, a través de las cañerías, no había muchos que les creyeran, y nadie, hasta que llegó Ryddle, se había atrevido a dejar al monstruo libre por el castillo.
Los distintos directores y directoras, además de varios historiadores, registraron todo el castillo a través de los siglos y siempre llegaron a la misma conclusión, que la cámara era un mito. La razón de su fracaso era simple: ninguno de ellos hablaba pársel.