PENSAMIENTOS DE J. K. ROWLING
King’s Cross, una de las principales estaciones de tren de Londres, tiene un significado especial para mí, pues mis padres se conocieron en un tren a Escocia que salió de la estación de King’s Cross. Por esta razón, además de por tener un nombre tan simbólico y evocativo y por ser la estación desde la que salen los trenes hacia Caledonia, nunca dudé dónde estaría el portal que llevaría a Harry a Hogwarts, o el medio de transporte que usaría.
Se cuenta (aunque no sé decir cómo se originó la historia, la leyenda es sospechosamente vaga) que la estación de King’s Cross se construyó o bien sobre el lugar de la última batalla de Boudica (Boudica fue una gran reina británica que lideró una rebelión contra los romanos) o bien donde se encontraba su tumba. Según la leyenda, la tumba estaría situada en algún lugar entre los andenes ocho y diez, aunque no lo sabía aún cuando decidí el número para el andén de los magos. La estación de King’s Cross recibió su nombre de un monumento ya demolido al rey Jorge IV.
Ahora hay un carrito de verdad que sobresale de una pared en la estación de King’s Cross, y siempre me hace sentir orgullosa cuando paso por delante.