4. BITS
MÁGICOS
Quince minutos después está llamando a la puerta de un piso de la zona centro de la ciudad. Le abre una chica en silla de ruedas.
-¡Hola Krom! -le dice con una sonrisa en la cara-. ¡Cuánto tiempo sin verte!
-¡Samantha! Tan guapa como siempre -Krom se agacha y le da un beso en la mejilla.
Krom y Samantha se conocen desde hace mucho, de cuando Krom era aún policía. Samantha era la hija del comisario de su jefatura. Su padre había sido uno de los mentores de Krom en el cuerpo. Luego todo se había ido a la mierda, junto con la habilidad de mover las piernas de Samantha. Pero la amistad entre ellos dos aún seguía.
Samantha aún tenía contactos en la policía y, mejor aún, era una empollona e investigadora de cuidado.
-Recibí tu mensaje diciendo que era urgente -dice Samantha maniobrando en la silla para dejar el paso libre-. Pasa y dime cual es el problema. ¿Es un caso? -los ojos castaños le brillan con un poco de emoción.
-Sí. Una chica vampira raptada por una secta de adoradores de Cthulhu. Si no recuerdo mal, empezaste un doctorado sobre sectas, ¿no?
-Empecé a hacerlo hace 3 años pero no he tenido mucho tiempo de ir avanzando -y sonríe-. Pero ya sabes que no se me resiste encontrar información. ¿Necesitas saber algo en concreto?
-Mira esta foto. ¿Reconoces este fondo? Parece un sitio oscuro, está claro que es dentro de un edificio. Necesito encontrarles pronto Samantha. No pinta bien para la chica. Es vampira así que tiene un gran poder intrínseco para invocaciones y hechizos. Esos cabrones la van a exprimir hasta que no quede nada de ella.
Samantha sigue mirando la foto mientras dice:
-Joder, tienes razón. Los adoradores de Cthulhu son famosos por sus constantes hechizos de invocación tratando de invocar a sus dioses.
Gira con su silla y se coloca delante de una mesa de trabajo donde tiene un teclado y dos pantallas de ordenador.
-No reconozco el sitio pero deja que escanee la foto y haré una búsqueda exhaustiva a ver si sale algo. Tal vez en la base de datos de la policía encuentre una concordancia, ¿no crees?- y le guiña un ojo a Krom.
Mientras la foto se está escaneando continúa. -¿Qué sabes de esta secta, Krom?
-Ummm, poco la verdad. Otra panda de tarados que siguen a unos dioses terroríficos inexistentes o demasiado viejos. Como si no hubiera bastantes con los que pululan por ahí.
-En realidad, su dios puede que no sea tan inexistente como piensas. Cthulhu solo es uno dentro de su panteón de primigenios y la verdad es que he encontrado muchas referencias a él en diversos manuscritos. Incluso Bandalf el Loco lo menciona en su Tratado de la Demonología. Dice que es un dios que tiene tan poco cerebro que es peligroso solo pensar que se puede razonar con él.
-Genial, otro loco con poderes galácticos. ¿Imagino que mi Mágnum no será muy útil si me lo encuentro?
Samantha sonríe.
-Oye, ¿quién sabe? Tu revolver también tiene su historia, y ya sabes del poder de las historias.
Krom también sonríe
-Sí, pero no sé si la historia de Harry es suficiente contra la de un antiguo dios con el cerebro derretido.
Mientras hablaban Samantha ya había terminado de escanear la fotografía y la estaba comparando con las principales bases de datos de internet y con la de la policía.
-Bien, ya he empezado el proceso de búsqueda –dice Samantha mientras cierra los ojos y coloca las manos delante de ella en una extraña posición-. Para que no se retrase demasiado, usaré el prograchizo que me pasó un hacker brujo que está coladito por mí. Allá va.
Krom ve como el ordenador de Samantha empieza a brillar con una luz violeta y la barra que indica el tanto por ciento comparado empieza a subir…5%, 15%, 45%, 85%....y 100%. Justo a tiempo, el ordenador ya empezaba a empezaba a oler a chamuscado.
-Bingo-dice Samantha-. Ha encontrado 7 posibles localizaciones con una probabilidad mayor del 50% pero la que tiene un 93% de ser la buena es la que dice que es una antigua estación de metro. Déjame que vea donde estaría… Sí, ya veo. Entre la cuarta y la quinta avenida. No sabía que hubiera habido línea ahí.
Samantha se poner a teclear como loca y Krom se acerca a mirar en la pantalla.
-Ya veo... Construida hace más de dos siglos, formaba parte del trazado original del metro. Pero la zona donde fue construida cayó en desgracia, tras el martes negro del 1929. Tantos suicidios dieron mala fama al barrio y nadie quería vivir allí. Se empezó a vaciar así que cerraron la estación. Y con el tiempo ya ni quedó ninguna salida al exterior.
-Ok-dice Krom-. No hay problema. Seguiré las vías del metro. ¿Me puedes dibujar un mapa para saber por dónde me tengo que meter?
-Te lo hago ya mismo pero aunque parece que sigue habiendo acceso a través de la vía tampoco te lo podría asegurar. ¿Qué harás si te lo encuentras tapiado?
-Ya veremos. Pero si unos pocos ladrillos me paran me habré ganado el derecho a dejar de ejercer. Muchas gracias por todo Samantha. Eres un cielo, como siempre.
-De nada guapo. Tenme al corriente de lo que pasa, ¿quieres? La investigación y los documentos me flipan pero un poco de emoción de la vida real también me gusta de vez en cuando.
Krom ya salía por la puerta.
-¡Te aviso de todo! ¡Gracias!