Capítulo 20
Unos días más tarde me di cuenta que realmente las cosas habían cambiado entre Cam y yo. Estaba terminando mi carrera más larga—seis millas—y estaba completamente agotada. La lluvia estaba cayendo en una ligera llovizna muy por encima de los árboles, aunque pequeñas gotas hacían su camino a través de la cortina de ramas con hojas perennes que caían en el camino. El sudor empapaba mi camiseta, rodando por mi espalda, humedeciendo la cintura de mis pantalones. Me temblaban las piernas, pero tenia esa sensación de euforia.
Fue entonces cuando vi a Cam caminando hacia mí. Llevaba sus zapatos de fútbol y tenía los pantalones de pista y una camiseta. Tenia una expresión que nunca antes había visto realmente en él—de furia— Claro, lo había visto molesto, incluso realmente molesto como aquel día en que Jack llegó tarde a la escuela. Pero esto era algo diferente. Todo su cuerpo estaba rígido, y caminaba con una energía brutal, como si tuviera que ir a un lugar y estaba allí tratando un asunto serio.
Tenía casi miedo de saludarlo, pero me vio primero y levantó su mano saludándome. "¿Cómo estuvo tu carrera?" Preguntó.
"Bien." Todavía estaba respirando con dificultad, por lo que aspire aire de una bocanada antes de continuar. "¿Estás bien?" Nos detuvimos cuando nos alcanzamos el uno al otro, en el camino.
‚Sí. No..." Se paso los dedos por el pelo. "Supongo".
"Eso no suena bien", dije, sorprendiéndome con mi propio valor. "¿Quieres hablar de ello?"
Vaciló, y luego dijo, "me dirigía a un lugar privado. ¿Quieres venir? "
Privado sonaba bien, aunque tenía la sensación de que en su estado actual, no estaba pensando en mí en absoluto. ‚Claro. No tenemos que estar de vuelta para la cena durante otros veinte minutos, ¿no? "
Asintió. Gire, y empezamos a caminar en la dirección a la que él se dirigía. Durante un tiempo nos quedamos en silencio, y escuché el sonido de la lluvia y me pregunte si debía decir algo.
Esther sabría qué decir. Probablemente hubiera sido capaz de hacerlo reír.
Hennie sabría lo que estaba sintiendo. Habría mirado en sus ojos y le hubiera dicho exactamente lo que lo haría sentir mejor.
Yo no tenía ni idea.
"Recibí una llamada de mi padre", dijo finalmente Cam. "Trabajara dos turnos el día de Acción de Gracias, por lo que sugirió que permanezca en Delcroix por la fiesta."
Digerí la información.
"Eso es una mierda."
"Debería estar acostumbrado", dijo. "Él lo hace. No puedo recordar la última vez que haya estado en casa en un día de fiesta."
Cogió un palo que había caído en el camino y lo lanzó hacia el bosque. Enojado como estaba, sus anchos hombros parecía aún más grande de lo que era habitual, y su cuerpo se veía capaz de hacer mucho daño.
"¿Te quedaste aquí el año pasado para el día Acción de Gracias?"
Asintió con la cabeza. "Estuvo bien. Hubo algunos otros que se quedaron, e hicimos pavo y todo. El resto de los profesores se fueron, pero se quedó el Sr. Judan. Juro, que lo veo m{s de lo que veo a mi propio padre.‛ Se detuvo en un estrecho sendero, que se separaba del camino principal. "Sígueme".
El sendero era apenas lo suficientemente ancho para bajar, las hojas mojadas rozaban mis piernas y empapaba mis pantalones. Cuanto más lejos estábamos del camino, más denso se hacia el bosque, con zarzas que lo llenaban de maleza, y hiedra trepando por algunos troncos de los árboles.
Finalmente llegamos a un viejo tronco caído que se extendía como un puente en una parte del sendero. Unos metros más abajo, un pequeño arroyo corría en el fondo de un barranco. El tronco era viejo y decadente, cubierto de musgo verde brillante. Cam cruzó el tronco y luego se volvió extendiendo su mano.
"¿Vas a venir?"
"Um, no estoy segura de que este lo suficientemente loca como para caminar a través de este tronco húmedo resbaladizo," dije, medio en broma.
Cam relajo sus hombros sólo un poco, y me dio una pequeña sonrisa. "¿Dancia la valiente, con miedo de atravesar caminando un pequeño tronco? De ninguna manera."
Puse mis manos en mis caderas. "¿Te estas burlando de mí?"
Asintió con seriedad. "Absolutamente".
"Bueno, en ese caso." Camine, más cerca del tronco con los brazos extendidos, moviendo los dedos imperiosamente. ‚Será mejor que tomes mi mano, tipo duro ".
Dio un paso hacia mí y luego comenzó a perder el equilibrio. Se tambaleó, se contuvo, y mostró una sonrisa genuina. "Tal vez hable demasiado pronto. Está un poco más húmedo de lo habitual."
Riendo, dio un paso al frente y agarro mi mano. Seguimos nuestro camino, vacilando, hasta que casi habíamos atravesado el tronco. Pero entonces el piso el mismo punto resbaladizo que había pisado antes, y se inclino hacia la izquierda y luego a la derecha. Esto me hizo perder el equilibrio, y con un grito, me lance hacia adelante, directo a sus brazos.
Dio dos pasos rápidos hacia atrás, perdiendo el equilibrio y cayendo en un charco de lodo en el otro extremo. Caí sobre él. Nos echamos a reír.
Me sostuvo en sus brazos por un minuto, y nos quedamos allí, en el charco de lodo, sonriendo. Una parte de mí estaba desesperadamente esperando que algo más sucediera, quiero decir, si se había dado cuenta de que yo le gustaba, ¿no era este el mejor lugar para besarme?—Pero otra parte de mi sólo esperaba que el momento no tuviera fin. Su cuerpo era caliente y fuerte, con grandes músculos y brazos me envolvían. Me di cuenta
de que nunca había sido abrazada por alguien mucho más grande que yo antes, y me hacia sentir segura y protegida.
"¿Es aquí a donde te dirigías?" Le pregunté.
"No exactamente", dijo Cam con tristeza.
"No es que no sea agradable", le dije. "Quiero decir, es un gran charco de barro y todo."
Cam se rió. ‚Eres una buena deportista, Dancia. Siento haberte arrastrado a aquí."
"Est{ bien‛ dije. Podía sentir su corazón latiendo en mi mejilla, y quería enterrar mi cara en su pecho. "Para eso están los amigos, ¿no?"
Cam se quedo en silencio, y empecé a sentir pánico, pensando que tal vez había dicho algo equivocado llamándonos amigos. Pero luego puso sus manos debajo de él y levantó su cuerpo a una posición sentada. De mala gana, yo hice lo mismo, y nos separamos, desenredando nuestro cuerpo, entonces estábamos sentados en el barro, a pocos metros de distancia.
Cam me miró fijamente. "Es curioso, ¿sabes? Cuando recibí esa llamada de mi padre, con la primera persona con la que quería hablar sobre ello, eras tú."
"¿En serio? ¿Yo? "
Me dio un puñetazo en el hombro. "Sí, tu. Eres tan honesta, Dancia. Siento que no tengo que fingir cuando estoy contigo. Simplemente puedo ser yo mismo. Todo el mundo aquí espera mucho de mí. Pero tu—bueno—me haces sentir como si solo quisieras que fuera yo. "
"Cam, eres un hombre increíble. ¿Cómo puede nadie, ser más que eso? "
Él miró hacia otro lado, un espasmo muscular cruzo su mejilla. "Es complicado.
Realmente no puedo explicártelo."
"Inténtalo".
"Bueno, el señor Judan, por ejemplo. Le debo mucho, pero a veces..." Extendió sus manos desvalidamente.
"¿El Sr. Judan?" Estaba teniendo dificultades para entenderlo, pero tenía la sensación de que necesitaba hablar.
‚Sí. Él siempre está ahí para mí. Me da trabajo en los veranos, lo que me permite permanecer en la escuela en vacaciones. Y él está allí para hablar. Sé que algunas personas piensan que es raro, pero es realmente grandioso cuando necesitas tranquilizarte‛.
No podía imaginarme hablando con el Sr. Judan, pero pienso que Cam no necesitaba oír esto en este momento.
"Pero ¿él espera mucho de ti?"
"Simplemente siempre espera que haga lo correcto. Ya sabes, el Juramento Delcroix y todo eso. "
"¿Él lo toma en serio?"
Cam asintió con la cabeza. "Ni te lo imaginas."
"Wow", dije lentamente. "No tenía ni idea."
Se levantó y se echó a reír, a pesar de que sonaba forzado. "Basta ya de eso. ¿Tienes frio? Podemos volver a la escuela si lo deseas."
Saltaría al Océano Ártico con cubos de hielo atados entre mis dedos si Cam esta conmigo.
"No, estoy bien."
"Entonces vamos."
Cam ‘encontró’ en el bosque un árbol de hojas perennes con ramas bajas en las que fácilmente podría subir. Seguí a Cam a quince o veinte pies sobre el árbol antes de que me asustara y tuviera que parar. Siguió escalando otros diez pies por encima de mí a una rama que parecía apenas lo suficientemente gruesa como para soportar su peso. El me dijo que podia obtener una gran vista de la escuela y del Monte Rainier en un día soleado.
Nos sentamos allí en el árbol, sin hablar, y dejamos que la niebla de la lluvia cayera sobre nuestras frentes mientras mirábamos hacia el cielo. Era tranquilo y silencioso, y cuando bajamos de nuevo, Cam parecía haber perdido su ira. Bromeamos y nos reímos mientras caminábamos de regreso a la escuela.
Mientras tanto, había perdido toda objetividad y control que una vez tuve.
Ahora estaba total y completamente enamorada.