Capítulo 3
Una media hora más tarde, una vez más, el Sr. Judan nos mostró sus dientes ultra-blancos a la abuela y a mí, antes de que metiera a Cam en un Mercedes-Benz negro. El cual rugía fuera de nuestras puertas cerradas.
Tan pronto como desaparecieron de nuestra vista, la abuela se giró hacia mí y sacudió un dedo nudoso, de artritis en mi dirección. ‚¿En que estabas pensando? ¿No quieres ir a Delcroix? ¿Tienes alguna idea de lo importante que es la escuela? ¿El honor que conlleva haber sido elegida para asistir allí? ¿Qué razón podrías tener para no querer ir? El dinero no será un problema porque van a pagar por todo. Y no me cuentes esa historia de que tus amigos te harán falta y que están esperando por ti en la escuela secundaria. La semana pasada, me dijiste que deseabas que este verano fuera eterno. ¿Y
que es ese disparate sobre el fútbol? Dijiste que nunca estarías en el equipo universitario en La Escuela Secundaria de Danville‛.
Buen movimiento, Dancia. Contarle todo a la abuelita, claro que si.
El problema era que mi abuela tenía el cien por ciento de razón. Me encantaba el fútbol, pero no tenía las habilidades para formar parte del equipo universitario. Y yo no tenía amigos, ni clases, ni nada que me estuviera esperando. Era una señal de cuán patética podía llegar a ser, tanto, que le contaba todo a mi abuelita.
Pero mientras la Escuela Secundaria de Danville sonaba deprimente, Delcroix sonaba aterrador. ¿Cómo iba a mezclarme allí? Ser invisible y sin ataduras eran las únicas maneras que sabía que podían evitar el desencadenamiento de mi poder. Cuanto más emocionalmente me apegaba a alguien, más probable era que iba a usar mi poder para protegerle. Había dejado de hacer amigos en el sexto grado después de que mi mejor amiga, Aileen, fuera victima de las burlas de un matón y yo deje caer una rama de árbol sobre su cabeza.
Lo llevaron al hospital. Veinte puntadas de sutura y una contusión cerebral.
No tener amigos, compromisos y demás, me mantenía a raya de actuar en nombre de alguien más, ser invisible impedía mi uso de poder para defenderme. Me aseguraba de no encajar en ninguna de las camarillas de la escuela, así no desarrollaba enemigos.
No era demasiado inteligente, ni demasiado bonita, ni demasiado nerd, ni agradable.
Solo era Dancia Lewis, la chica a la que todo el mundo reconocía, pero que no conocía a nadie.
El truco para esto era ‘Los dos pasos de Dancia’, los cuales había desarrollado a lo largo de los años y que me habían ayudado en la mayoría de las situaciones sociales.
Paso uno, actuar aburrida e impaciente, como si estuviera esperando a alguien. Esto tiende a prevenir que la gente se acerque, pero también hace que la gente te vea razonablemente fría. Paso dos, si se acercan, solo debes de hacerles preguntas sobre ellos mismos. La gente ama responder las preguntas de ese estilo. Puedes encontrar una excusa para escapar, más tarde, y tendrán un grato recuerdo de haber hablado contigo, pero ninguna idea de quién eres. El segundo paso es peligroso porque a veces suelo olvidar que se supone que no debo de hacer amigos, y así finalmente, terminar en una conversación real. Entonces, después tengo que buscar, a esa persona, para volver a empezar desde el paso numero uno.
¿Qué pasaría si los dos pasos no funcionan en Delcroix? ¿Qué pasaría si no puedo mezclarme? ¿Comenzaría a dejar caer ramas de árboles sobre todo el mundo? ¿A cuántas personas podría enviar al hospital antes de que alguien empezara a preguntarse?
‚Escuchaste sobre ese extraño compromiso‛, le dije, tratando de sonar lastimosa. En este punto, la simpatía era mi única esperanza. ‚Raro, ¿verdad? Quiero decir, ¿cómo podrías prometer no hacer nunca cualquier cosa que no fuera buena, o que vas a ayudar a la humanidad, o lo que sea que el dijo?‛. Mientras hablaba, lágrimas reales comenzaron a brotar de mis ojos, lo cual era vergonzoso porque nunca me había gustado llorar delante de mi abuelita.
Su rostro se suavizó. ‚Mi querida niña‛ dijo, acercándose para darme un abrazo,
‚De cualquier manera. ¿Eso importa?‛
Abrazar a mi abuelita era algo así como abrazar a un niño, porque ella era mucho más pequeña que yo. A veces me gustaría que ella fuera unos pocos metros más alta que yo para poder sentir que ella era quien cuidaba de mí, en lugar de la inversa. Pero aún así, era buena, y me puse a llorar mucho más fuerte. Ella se alejo por un momento y luego me llevó hacia el sofá. Cogió un Kleenex de la mesa donde siempre teníamos
Kleenexs debido a los ojos de mi abuelita y me lo entregó a mí. Me soné mi nariz y empecé a sentirse un poco más en control.
‚Eres una buena chica, Dancia. Tú puedes hacer esa promesa, y estoy de acuerdo, que eso parece un poco tonto. Después de todo, si fueras a hacer algo malo, de nada serviría hacer el compromiso, ahora ¿verdad?‚ Ella me sonrió y yo me reí un poco. Luego se puso seria otra vez ‚¿Hay algo m{s? ¿Algo m{s que debería saber?‛
Esa era la pregunta que había temido. Cada vez que ocurría algo con mi poder, me deprimida demasiado, y aunque trataba de esconderlo, la abuela siempre lo sabia.
Siempre hacia todas estas preguntas profundas, sondeantes, que sólo me hacían sentir peor. Eventualmente, ella se daba por vencida, no antes de mirarme con sus ojos caídos, preocupados y decir: ‚Si alguna vez hay algo que quieras decirme sobre—lo que sea—ya sabes que estoy aquí.‛
Deseaba poder explicarle mi situación, pero mi abuelita tenia suficientes problemas.
Ella tenía diabetes, presión arterial alta, cataratas, y un montón de otras cosas que ni siquiera puedo pronunciar. Lo sé porque voy con ella a las citas con su médico. Todos los días ella tiene que tomarse un puñado de pastillas. No podía añadirle mis problemas a su lista. Todo tenía un límite. Ella ni siquiera debería haber sido ensillada con la crianza de una niña a su edad, y yo sabía que ella no recibía ayuda de ninguno de mis otros parientes. Supongo que ellos pensaban que había alguien que cuidaba de mí, así que ¿por qué iban a involucrarse?
‚No me gusta ser distinguida,‛ dije. ‚Quieren hacer una gran cosa acerca de lo que sucedió en el hospital, y eso no me gusta.‛
Ella asintió. ‚Sé que ahora eres así, Danny, pero no siempre fuiste así. Cuando eras niña, querías ser el centro de atención.‚
‚¿Lo fui?‛
‚Tú lo eras. Recitales de danza, conciertos de la escuela, lo que sea. Tu madre era así también. Le encantaba estar en el escenario. Me gustaría...‛, los ojos de mi abuelita se nublaron, y esta vez las lágrimas reales aparecieron en ella. Me ponía nerviosa cada vez que mi abuelita comenzaba a hablar de mi mamá, porque siempre comenzaba a llorar, y a mi también me daban ganas de llorar.
Mis padres murieron en un accidente de coche cuando yo tenía cuatro años de edad. Fueron sacados de la carretera por algún tipo que probablemente estaba borracho.
Vivíamos en Seattle en aquel momento, pero todo eso pasó aquí en Danville. Creo que mi abuela se siente culpable por ello, porque la estaban visitando. Ella, a veces me dice lo siento, como si fuera su culpa que mi madre muriera.
No me acuerdo de mi mamá, pero mi abuela tiene un montón de fotos de ella en sus álbumes de fotos. A veces los saca de vez en cuando, después de que yo me voy a la cama, y los mira y llora. La he visto hacerlo cuando me levanto para ir al baño. Pero pretendo no darme cuenta. Mi mamá era su única hija, así que supongo que fue muy difícil para ella, cuando mi madre murió. Ella incluso ha cambiado mi apellido por el que sería el mismo apellido de soltera de mi madre. La abuela me dijo una vez que estaba decidida a mantener la memoria de mi madre viva. Como si alguna vez pudiera olvidársenos.
Es difícil creer que me gustaba ser el centro de atención. Recuerdo vagamente los conciertos de la escuela antes de aprender acerca de mi poder. Pero una vez que me di cuenta de que todas esas cosas extrañas que sucedían a mi alrededor no eran coincidencias, la vida para mi cambió.
‚Abuela, no me hagas ir a Delcroix.‛ Luché para aclarar mi garganta.
Ella negó con la cabeza. ‚Yo nunca te forzaría, Danny. Pero me gustaría que consideres asistir. Tu madre habría estado tan orgullosa de ti, ya que fuiste escogida. Ella siempre quería lo mejor para ti. ‚Antes de que ella pudiera atrapar una lágrima que caía desde sus ojos, esta trazó una línea a través de su rubor rosa bebé. ‚Ella soñaba con ir allí, ya sabes.‛ Su boca se tambaleó un poco cuando ella trató de sonreír.
‚¿En serio?‛ No se me había ocurrido que Delcroix había estado presente cuando mi mamá era una niña.
‚Ella quería ser cantante‛, dijo la abuela. ‚Tu madre era muy determinada. Ella practicó y practicó, y cantó en todas las posibilidades que había en la escuela y en la iglesia, esperando que alguien se diera cuenta y le ofrezcan un lugar en Delcroix.‚
‚¿Ella era buena?‛ Parecía increíble, de alguna manera, que nunca había sabido eso de mi madre. Yo había visto fotos de ella cantando, pero no tenía ni idea de que eso había sido algo muy importante para ella. Pensé que era como yo, divirtiéndome con el futbol, y no algo que se había tomado tan en serio.
La abuela se rió un poco triste. ‚Ella era lo suficientemente buena para Danville.
Pero no lo suficientemente buena para Delcroix. Finalmente ella les envió una carta preguntando si la dejarían hacer una audición, y le enviaron un cortés y educado ‘no, gracias’. Ella no cantó mucho después de la secundaria.‚
Hice una pausa, imaginando a la chica que había visto en fotos. Tenía los ojos muy separados, como los míos, pero tenía el pelo lacio y una gran sonrisa. Parecía alguien que cualquiera quisiera como amiga. ‚¿Y aun así, crees que ella querría que yo vaya a Delcroix?‛. Le pregunté.
Yo realmente esperaba que dijera que no.
La abuela no dudó. ‚Oh sí, estoy segura de eso. Sería como su propio sueño hecho realidad. Sé que sus profesores de la escuela media no fueron los mejores, y si yo hubiera tenido alguna manera de enviarle a una escuela privada antes, lo habría hecho. La Escuela Secundaria de Danville no es mejor que tu escuela intermedia. Sé que vas a aburrirte allí. Y en Delcroix, seria lo contrario, seria un desafío. ¡Imagínate cómo te sentirías al estar rodeada de gente que es tan talentosa, tan inteligente!‚
Abuela, buena de corazón, ella pensaba que el motivo por el que yo era una B directa, era porque estaba aburrida. Estaba convencida de que yo era una especie de genio que no estaba siendo desafiada.
Bueno, era cierto que probablemente yo podría conseguir una A, si lo quisiera, pero todo el mundo fastidia a los chicos inteligentes, así como también molestaban a los chicos estúpidos. Así que mi ‘B’. Era mucho m{s seguro.
‚Abuelita, ¿Qué ocurriría si hago algo mal y ellos me sacan a patadas?‛ Busque desesperadamente alguna razón que explicara el por qué yo estaba dispuesta a romper su corazón y el corazón de mi madre-muerta al no asistir a Delcroix. ‚Sería demasiado horrible, ¿no te parece?‛
‚¿Así que crees que sería mejor no intentarlo?‛ Ella me dio una de esas miradas duras, que me hacían sentir como si tuviera cinco años y estuviera siendo sorprendida robando un paquete de chicles de la tienda. ‚Esa no es la Dancia que conozco, cariño. La Dancia que conozco no es una cobarde. Ella es una luchadora. Es la persona más valiente que conozco‛.
Genial. Ahora ella estaba usando la psicología en mí. Y esta, estaba funcionando, porque inmediatamente comencé a sentirme culpable por decepcionar a mi madre y a mi abuela, por ni siquiera intentar ‘probar’.
‚Pero, abuela, no te puedo dejar sola. Me necesitas‛
Ella frunció el ceño ‚Querida niña, se que has trabajado mucho por aquí. Pero ese exactamente es el problema. Gastas mucho tiempo preocupándote por una vieja mujer.
Una chica de tu edad debería estar jugando con sus amigos, o yendo al centro comercial, o lo que sea que hagan los chicos estos días. Necesitas más que vivir en esta casa. Y
nunca lo vas a conseguir si sigues aquí conmigo‛.
Ella parecía alterada, y me sentí terrible porque nunca pensé que ella se culpara por ser yo solitaria. Quería decirle que no era su culpa, que eso era mi estúpido poder que destrozaba todo, pero no podía.
‚Es tu decisión, Danny. No voy a forzarte a ir‛. Cuando ella estudió mi miserable expresión, su cara se ablandó ‚Porqué no sales a comer con ese chico mañana y ves lo que piensa. Tal vez pueda ayudarte.‛
Cam. Oh mi Dios, me había olvidado de Cam.
El almuerzo, mañana, con Cam.
Un ataque de temor y esperanza hicieron que me mareara, entonces me senté.
‚Ok, abuela‛ me las arregle para escupir ‚Esa es una buena idea. Almorzaré con Cam. Y después voy a decidir si quiero ir a Delcroix‛.
Como iba a sobrevivir allí—si decido asistir—aun era un misterio.