71 una casa, un árbol, un hombre e imaginémoslos fuera del tiempo y del espacio. El espíritu deberá abrirse ante tantas señales y características diferentes que le resultará imposible llegar a comprenderlas todas por medio de la razón. Y si queremos comprenderlas por medio de la razón, nos veremos obligados a distinguirlas de cualquier manera, a tomárnoslas en cierto sentido y por algún lado, por alguna parte de su totalidad.
»¿Qué es el hombre, fuera del tiempo y del espacio? Es la humanidad, el hombre como especie. El Homo Sapiens, pero también es la criatura que posee la singularidad, la particularidad y la individualidad de todos los hombres separados. Sois vosotros, soy yo, Cesar, los conjurados que lo asesinaron y el vendedor de periódicos que pasa por debajo de nuestra ventana, son todos los reyes, todos los esclavos, todos los santos, todos los pecadores, tomados en su conjunto, fundidos en este ser invisible