IX. Pues Ellos han llegado

1. ¡Cuán santo debes ser tú, que desde ti la Voz de Dios llama amorosamente a tu hermano para que puedas despertar en él la Voz que contesta tu llamada! 2¡Y cuán santo debe ser tu hermano cuando en él reside tu propia salvación, junto con su libertad! 3Por mucho que lo quieras condenar, Dios mora en él. 4Pero mientras ataques Su hogar elegido y luches con Su huésped, no podrás saber que Dios mora igualmente en ti. 5Mira a tu hermano con dulzura. 6Contempla amorosamente a aquel que lleva a Cristo dentro de sí, para que puedas ver su gloria y regocijarte de que el Cielo no esté separado de ti.

2. ¿Sería mucho pedir que tuvieses un poco de confianza en aquel que te trae a Cristo para que todos tus pecados te sean perdonados, sin excluir ni uno solo que todavía quisieras valorar? 2No olvides que una sola sombra que se interponga entre tu hermano y tú nubla la faz de Cristo y el recuerdo de Dios. 3¿E intercambiarías Éstos por un odio inmemorial? 4El suelo que pisas es tierra santa por razón de Aquellos que, al estar ahí contigo, la han bendecido con Su inocencia y con Su paz.

3. La sangre del odio desaparece permitiendo así que la hierba vuelva a crecer con fresco verdor, y que la blancura de todas las flores resplandezca bajo el cálido sol de verano. 2Lo que antes era un lugar de muerte ha pasado a ser ahora un templo viviente en un mundo de luz. 3Y todo por Ellos. 4Es Su Presencia la que ha elevado nuevamente a la santidad para que ocupe su lugar ancestral en un trono ancestral. 5Y debido a Ellos los milagros han brotado en forma de hierba y flores sobre el terreno yermo que el odio había calcinado y dejado estéril. 6Lo que el odio engendró Ellos lo han des-hecho. 7Y ahora te encuentras en tierra tan santa que el Cielo se inclina para unirse a ella y hacerla semejante a él. 8La sombra de un viejo odio ya no existe, y toda desolación y aridez ha desaparecido para siempre de la tierra a la que Ellos han venido.

4. ¿Qué son cien años para Ellos, o mil, o cientos de miles? 2Cuando Ellos llegan, el propósito del tiempo se consuma. 3Lo que nunca tuvo lugar desaparece en la nada cuando Ellos llegan. 4Lo que el odio reivindicaba se entrega ahora al amor, y la libertad ilumina toda cosa viviente y la eleva hasta el Cielo, donde las luces se encienden con mayor fulgor a medida que cada una vuelve al hogar. 5Lo incompleto se vuelve completo de nuevo, y el gozo del Cielo aumenta porque lo que era suyo le ha sido restituido. 6La tierra ha quedado limpia de toda mancha de sangre, y los dementes se han desprendido de sus vestimentas de demencia para unirse a Ellos en el lugar donde tú te encuentras.

5. El Cielo se siente agradecido por este regalo que por tanto tiempo le había sido negado. 2Pues Ellos han venido a congregar a los Suyos. 3Lo que se había clausurado se abre; lo que se mantenía oculto de la luz se le entrega a ésta para que pueda iluminarlo sin dejar ningún espacio o distancia entre la luz del Cielo y el mundo.

6. El más santo de todos los lugares de la tierra es aquel donde un viejo odio se ha convertido en un amor presente. 2Y Ellos acuden sin demora al templo viviente, donde se les ha preparado un hogar. 3No hay un lugar en el Cielo que sea más santo. 4Y Ellos han venido a morar en el templo que se les ha ofrecido para que sea Su lugar de reposo, así como el tuyo. 5Lo que el odio le ha entregado al amor, se convierte en la luz más brillante de todo el resplandor del Cielo. 6Y el fulgor de todas las luces celestiales cobra mayor intensidad, como muestra de gratitud por lo que se les ha restituido.

7. Los ángeles revolotean amorosamente a tu alrededor, a fin de mantener alejado de ti todo sombrío pensamiento de pecado y asegurarse de que la luz permanezca allí donde ha entrado. 2Las huellas de tus pasos iluminan el mundo, pues por donde tú caminas el perdón te acompaña jubilosamente. 3No hay nadie en la tierra que deje de dar gracias a aquel que ha restaurado su hogar, protegiéndolo, así del crudo invierno y del gélido frío. 4¿Y cómo podrían el Señor, de los Cielos y Su Hijo dar menos como muestra de agradecimiento cuando han recibido mucho más?

8. Ahora el. templo del Dios viviente ha sido reconstruido de nuevo para ser el anfitrión de Aquel que lo creó. 2Donde Él mora, Su Hijo mora con Él y nunca están separados. 3Y dan gracias de que finalmente se les haya dado la bienvenida. 4Donde antes se alzaba una cruz, se alza ahora el Cristo resucitado, y en Su visión las viejas cicatrices desaparecen. 5Un milagro inmemorial ha venido a bendecir y a reemplazar una vieja enemistad, cuyo fin era la destrucción. 6Con dulce gratitud Dios el Padre y el Hijo regresan a lo que es Suyo, y a lo que siempre lo será. 7Ahora se ha consumado el propósito del Espíritu Santo. 8Pues Ellos han llegado. 9¡Por fin han llegado!

Un curso de milagros 1. Libro de texto
titlepage.xhtml
sec_0001.xhtml
sec_0002.xhtml
sec_0003.xhtml
sec_0004.xhtml
sec_0005.xhtml
sec_0006.xhtml
sec_0007.xhtml
sec_0008.xhtml
sec_0009.xhtml
sec_0010.xhtml
sec_0011.xhtml
sec_0012.xhtml
sec_0013.xhtml
sec_0014.xhtml
sec_0015.xhtml
sec_0016.xhtml
sec_0017.xhtml
sec_0018.xhtml
sec_0019.xhtml
sec_0020.xhtml
sec_0021.xhtml
sec_0022.xhtml
sec_0023.xhtml
sec_0024.xhtml
sec_0025.xhtml
sec_0026.xhtml
sec_0027.xhtml
sec_0028.xhtml
sec_0029.xhtml
sec_0030.xhtml
sec_0031.xhtml
sec_0032.xhtml
sec_0033.xhtml
sec_0034.xhtml
sec_0035.xhtml
sec_0036.xhtml
sec_0037.xhtml
sec_0038.xhtml
sec_0039.xhtml
sec_0040.xhtml
sec_0041.xhtml
sec_0042.xhtml
sec_0043.xhtml
sec_0044.xhtml
sec_0045.xhtml
sec_0046.xhtml
sec_0047.xhtml
sec_0048.xhtml
sec_0049.xhtml
sec_0050.xhtml
sec_0051.xhtml
sec_0052.xhtml
sec_0053.xhtml
sec_0054.xhtml
sec_0055.xhtml
sec_0056.xhtml
sec_0057.xhtml
sec_0058.xhtml
sec_0059.xhtml
sec_0060.xhtml
sec_0061.xhtml
sec_0062.xhtml
sec_0063.xhtml
sec_0064.xhtml
sec_0065.xhtml
sec_0066.xhtml
sec_0067.xhtml
sec_0068.xhtml
sec_0069.xhtml
sec_0070.xhtml
sec_0071.xhtml
sec_0072.xhtml
sec_0073.xhtml
sec_0074.xhtml
sec_0075.xhtml
sec_0076.xhtml
sec_0077.xhtml
sec_0078.xhtml
sec_0079.xhtml
sec_0080.xhtml
sec_0081.xhtml
sec_0082.xhtml
sec_0083.xhtml
sec_0084.xhtml
sec_0085.xhtml
sec_0086.xhtml
sec_0087.xhtml
sec_0088.xhtml
sec_0089.xhtml
sec_0090.xhtml
sec_0091.xhtml
sec_0092.xhtml
sec_0093.xhtml
sec_0094.xhtml
sec_0095.xhtml
sec_0096.xhtml
sec_0097.xhtml
sec_0098.xhtml
sec_0099.xhtml
sec_0100.xhtml
sec_0101.xhtml
sec_0102.xhtml
sec_0103.xhtml
sec_0104.xhtml
sec_0105.xhtml
sec_0106.xhtml
sec_0107.xhtml
sec_0108.xhtml
sec_0109.xhtml
sec_0110.xhtml
sec_0111.xhtml
sec_0112.xhtml
sec_0113.xhtml
sec_0114.xhtml
sec_0115.xhtml
sec_0116.xhtml
sec_0117.xhtml
sec_0118.xhtml
sec_0119.xhtml
sec_0120.xhtml
sec_0121.xhtml
sec_0122.xhtml
sec_0123.xhtml
sec_0124.xhtml
sec_0125.xhtml
sec_0126.xhtml
sec_0127.xhtml
sec_0128.xhtml
sec_0129.xhtml
sec_0130.xhtml
sec_0131.xhtml
sec_0132.xhtml
sec_0133.xhtml
sec_0134.xhtml
sec_0135.xhtml
sec_0136.xhtml
sec_0137.xhtml
sec_0138.xhtml
sec_0139.xhtml
sec_0140.xhtml
sec_0141.xhtml
sec_0142.xhtml
sec_0143.xhtml
sec_0144.xhtml
sec_0145.xhtml
sec_0146.xhtml
sec_0147.xhtml
sec_0148.xhtml
sec_0149.xhtml
sec_0150.xhtml
sec_0151.xhtml
sec_0152.xhtml
sec_0153.xhtml
sec_0154.xhtml
sec_0155.xhtml
sec_0156.xhtml
sec_0157.xhtml
sec_0158.xhtml
sec_0159.xhtml
sec_0160.xhtml
sec_0161.xhtml
sec_0162.xhtml
sec_0163.xhtml
sec_0164.xhtml
sec_0165.xhtml
sec_0166.xhtml
sec_0167.xhtml
sec_0168.xhtml
sec_0169.xhtml
sec_0170.xhtml
sec_0171.xhtml
sec_0172.xhtml
sec_0173.xhtml
sec_0174.xhtml
sec_0175.xhtml
sec_0176.xhtml
sec_0177.xhtml
sec_0178.xhtml
sec_0179.xhtml
sec_0180.xhtml
sec_0181.xhtml
sec_0182.xhtml
sec_0183.xhtml
sec_0184.xhtml
sec_0185.xhtml
sec_0186.xhtml
sec_0187.xhtml
sec_0188.xhtml
sec_0189.xhtml
sec_0190.xhtml
sec_0191.xhtml
sec_0192.xhtml
sec_0193.xhtml
sec_0194.xhtml
sec_0195.xhtml
sec_0196.xhtml
sec_0197.xhtml
sec_0198.xhtml
sec_0199.xhtml
sec_0200.xhtml
sec_0201.xhtml
sec_0202.xhtml
sec_0203.xhtml
sec_0204.xhtml
sec_0205.xhtml
sec_0206.xhtml
sec_0207.xhtml
sec_0208.xhtml
sec_0209.xhtml
sec_0210.xhtml
sec_0211.xhtml
sec_0212.xhtml
sec_0213.xhtml
sec_0214.xhtml
sec_0215.xhtml
sec_0216.xhtml
sec_0217.xhtml
sec_0218.xhtml
sec_0219.xhtml
sec_0220.xhtml
sec_0221.xhtml
sec_0222.xhtml
sec_0223.xhtml
sec_0224.xhtml
sec_0225.xhtml
sec_0226.xhtml
sec_0227.xhtml
sec_0228.xhtml
sec_0229.xhtml
sec_0230.xhtml
sec_0231.xhtml
sec_0232.xhtml
sec_0233.xhtml
sec_0234.xhtml
sec_0235.xhtml
sec_0236.xhtml
sec_0237.xhtml
sec_0238.xhtml
sec_0239.xhtml
sec_0240.xhtml
sec_0241.xhtml
sec_0242.xhtml
sec_0243.xhtml
sec_0244.xhtml
sec_0245.xhtml
sec_0246.xhtml
sec_0247.xhtml
sec_0248.xhtml
sec_0249.xhtml
sec_0250.xhtml
sec_0251.xhtml
sec_0252.xhtml
sec_0253.xhtml
sec_0254.xhtml
sec_0255.xhtml
sec_0256.xhtml
sec_0257.xhtml
sec_0258.xhtml
sec_0259.xhtml
sec_0260.xhtml
sec_0261.xhtml
sec_0262.xhtml
sec_0263.xhtml
sec_0264.xhtml
sec_0265.xhtml
sec_0266.xhtml
sec_0267.xhtml
sec_0268.xhtml
sec_0269.xhtml
sec_0270.xhtml
sec_0271.xhtml
sec_0272.xhtml
sec_0273.xhtml
sec_0274.xhtml
sec_0275.xhtml