Modo de preparación

Para hacer un rico (y económico) cheesecake recomendamos usar galletitas tipo María. Empezamos triturándolas sobre la batidora, donde agregamos las cantidades indicadas de azúcar, sal y la manteca ya derretida. Mezclamos todo hasta lograr una combinación algo consistente.

Colocamos luego esa mezcla en un recipiente para tortas -aproximadamente de 24 centímetros de diámetro por 8 de alto-. Con un vaso o taza de base plana ir presionando la mezcla hacia el fondo de la tortera y hacia sus extremos.

Vamos a hornear esta base de nuestro cheesecake durante 12-15 minutos a 180°C, hasta comprobar que los bordes empiezan a dorarse. Antes de proseguir con la preparación, retiramos la tortera y dejamos enfriar su contenido.

Entre tanto, mezclamos en la batidora el queso crema -puede ser queso philadelphia o también el Casancrem- con el azúcar, hasta quedar bien suave. Entonces añadimos uno por uno los huevos y batimos todo. Agregamos, además, la ralladura y jugo de limón. Sin dejar de batir, echamos la crema de leche y seguimos en la batidora hasta que cada elemento esté realmente incorporado dentro de la mezcla.

Una vez tengas el relleno listo habrá que volcarlo con cuidado dentro de la base que antes preparamos. Después es momento de envolver la base de la tortera en papel aluminio y cocinar “a baño María”, usando únicamente agua hirviendo sin necesidad de llevar al fuego. No te preocupes que el papel aluminio impedirá que el agua ingrese en la tortera. Luego de que el agua enfríe, metemos nuestro cheesecake casi pronto dentro de la heladera durante una noche.

Al día siguiente, cuando despiertes con hambre y la panza vacía, podrás desayunar este cheesecake de estilo norteamericano, acompañándolo con mermelada o salsa de arándanos y frambuesas, o por encima poner frutillas u otros frutos rojos que además de enriquecer el postre, darán un vivo colorido.

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