El cheesecake y su energizante sabor

 

Uno de los postres más famosos del mundo, que arrastra una historia milenaria y difusa. El origen del cheesecake no puede fijarse en un momento único ni situarse tampoco en regiones tan precisas, aunque constan documentos en donde ya se menciona al pastel de queso desde los antiguos Juegos Olímpicos de Grecia, en el año 776 a.C, integrando en ese entonces el menú de atletas y deportistas. Así que al igual que tantas otras cosas, podrían ser los griegos los verdaderos creadores del cheesecake…

Aunque tras la conquista del imperio romano en la Grecia antigua, los romanos se apropiaron de la receta y la difundieron por Europa, sufriendo y ganando con el tiempo diversos cambios y agregados en su elaboración.

Los griegos usaban variedades de queso ricota, suizo, feta, mizithra o hasta combinación de todos esos, mientras que en Italia lo prefieren con ricota, en Francia con queso Neufchatel y en Alemania con quark o requesón.

Tras convertirse en un postre típico de la cocina europea, luego el cheesecake desembarcó en el océano Atlántico entre el empuje de inmigrantes que iban a Estados Unidos en busca de una mejor vida. En esta parte del mundo este postre tendría un insólito e inesperado destino…

Porque en 1872, mientras unos lecheros norteamericanos intentaban reproducir el queso de origen francés Neufchâtel, terminaron creando un queso también cremoso que con el tiempo daría nacimiento al famoso queso philadelphia, ingrediente usado para hacer el popular “cheesecake americano”. Tratando de replicar aquel popular queso francés, William Lawrence de Chester halló accidentalmente una fórmula y método de producción del “queso crema”.

 

La web de alimentos Kraft advierte que la Cheese Company de Nueva York comenzó a producir el queso cremoso Philadelphia para un distribuidor de Nueva York llamado Reynolds. James Kraft llevó a cabo en 1912 un método para pasteurizar el queso crema y ofreció esta nueva especie a otros fabricantes de productos lácteos.

 

El típico cheesecake de Nueva York consiste en el pastel de queso puro, sin ingredientes de lujo agregados, ni dentro del relleno ni en la parte superior de la tarta. Celosos con sus quesos, los neoyorquinos consideran que los mejores fabricantes y conocedores de queso se encuentran en Nueva York. Hacia la década de 1900, los cheesecakes se volvieron un postre muy consumido por sus ciudadanos y cada restaurante contaba con su propia versión.

 

En 1929 Arnold Reuben, dueño del Turf Restaurant, un legendario centro gastronómico instalado en la “gran manzana”, sostuvo que su familia inventó la primera receta de la torta de crema de queso, postre que comenzó a ser servido a los comensales habituales del restaurante.

 

Hacia 1940 la cocinera norteamericana Evelyn Overton creó una receta original de cheesecake y a inicios de los años 50’ montaron un negocio junto a su marido. Hicieron de su sótano una pastelería, desde donde Evelyn elaboraba los cheesecake que luego distribuían a los mejores restaurantes locales de Detroit.

Pero con lo que quedaba de sus ahorros, el matrimonio instaló una modesta pastelería en Los Ángeles, donde también vendieron con éxito sus Originales Cheesecakes en la década del 70’, cuando la bautizaron “The Cheesecake Factory®”. El matrimonio volvió realidad su vieja ilusión de tener un negocio propio, luego pasaron a tener un restaurante y hoy es una reconocida cadena de Estados Unidos.

En agosto de 2015 la web y laboratorio viral Buzzfeed, en una de sus visuales y divertidas publicaciones crearon, a su criterio, “Los 29 cheesecakes de Cheesecake Factory, del peor al mejor”, tras tomarse la grata tarea de probar absolutamente todos los pasteles del restaurante. Para hacer este “ranking definitivo” debieron comer 29 cheesecakes, 6 personas, a lo largo de una jornada…

Pese a la corriente creencia de que el cheesecake es estadounidense, probablemente porque se trata de un postre tradicional de la cocina del norte de América, su historia data de la Antigua Grecia, en que se consideraba al famoso pastel de queso como un potente energizante y por eso se incluía en la dieta de deportistas olímpicos antes de la competencia.

Luego fueron los romanos quienes extendieron su receta en Europa, hasta finalmente llegar a Estados Unidos, donde se incorporó y difundió el uso del queso crema philadelphia.

Pero están los partidarios y amantes incondicionales del cheesecake con Neufchatel, un tipo de queso muy antiguo que aparecía en un texto del año 1035 AD y que tuvo diversos usos durante la Edad Media. Ya en el siglo XIX, Napoleón III manifestaba su estima por estos quesos, que suelen considerarse como uno de los mejores de Francia.

 

En la actualidad es común pedirlo en restaurantes e incluso comprarlo en supermercados. Tan popular se ha vuelto en tantos países a la vez, quizá por la fácil preparación de este poste, que puede realizarse sin mayores dificultades desde casa, ahora mismo, preparando un cheesecake exquisito sin nada que envidiar a los que vemos en las imágenes...

 

Podemos engañarnos por su hermosa pinta y creer que hacer un cheesecake no puede hacerlo cualquiera y sí. A grandes rasgos, sus procedimientos se reducen, como casi siempre, a dos grandes pasos: hacer la base, hacer el relleno. Dispongan la misma concentración en ambas etapas, obren con igual atención y ya verán cómo queda…

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