ACTO 7
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Despertar en los brazos de Ricardo Noruega no había estado contemplado en los planes del día anterior, la chica había perdido la capacidad de tomar buenas decisiones, luego de la gran cantidad de licor que habían ingerido. Pero no sentía ninguna culpa o remordimiento.
No tenía que darle explicaciones a nadie, se consideraba una mujer responsable de sus actos. Ricardo, por otra parte, se encontraba completamente dormido, había sido una noche muy activa, había complacido a Cristina al menos unas dos veces durante toda la noche. La reportera había resultado ser una insaciable mujer.
La chica había comenzado a enloquecer a Ricardo desde la primera noche, no podía detenerse, buscaba un orgasmo tras otro. Había leído en internet acerca de las habilidades de Ricardo, así que, como investigadora profesional, quería saber si realmente estas habilidades no formaban parte de una leyenda urbana que beneficiaba al actor porno.
Pero la chica descubrió en carne propia todas las sensaciones que podía experimentar al tener sexo con Ricardo, no podía comprender cómo había pasado toda su vida en ausencia de un sexo tan espectacular como el que había vivido junto a Ricardo.
La chica tenía la intención de iniciar un nuevo encuentro al llegar la mañana, pero tenía que irse a su casa. Debía estar en el estudio de grabación en menos de 2 horas y se le hacía tarde.
La chica salió de entre las sábanas, caminando con su cuerpo desnudo en busca de cada una de las prendas de ropa que habían quedado distribuidas por toda la casa. Mientras caminaba por el lugar, podía recordar cómo hicieron el amor por todo el lugar, no pudo evitar excitarse nuevamente mientras a su mente llegaban las imágenes de como Ricardo la poseía como un animal.
Sintió la necesidad de volver a la cama junto a Ricardo y darle los buenos días devorando sus genitales con una buena sesión de sexo oral, pero ya era tarde. La chica se vistió rápidamente y abandonó el lugar.
Por primera vez, Ricardo se despertaba con la intención de abrazar a su acompañante y la chica ya se había ido. Cristina le estaba demostrando que con ella las cosas podían ser realmente diferentes. Estaba muy agotado así que continúo durmiendo y no le dio importancia al hecho de que la mujer se había ido sin siquiera despedirse.
Pero esta era una de menores preocupaciones que llegarían a la vida de Ricardo aquel día. Whitney había programado un almuerzo con él para poder plantearle la segunda etapa de su plan estratégico de tres fases, y aunado a esto, hacia Ricardo se dirigía un tsunami que llevaba el nombre de su hermano.
Greg no había tenido éxito con su matrimonio con Jossie, solo habían pasado unos pocos días y la chica ya no soportaba la presión control de este hombre. El estilo de vida que siempre había soñado, no había resultado ser tan atractivo. Después de haberse ido a la cama con Ricardo, no había podido acostarse con Greg.
Una severa discusión dejó como resultado una confesión que destruiría completamente la relación y la vida entre los hermanos.
— Eres mi esposa, ¿hasta cuándo tendré que soportar que no tengamos sexo, Jossie? — Preguntó el molesto Greg.
— Todo sería diferente si no fueses tan aburrido en la cama. — Respondió.
— Te doy todo lo que pides, no sé qué más quieres de mí, Jossie.
— Buen sexo. Apenas tengo 25 años y tengo que vivir el resto de mi vida frustrada al estar casada con un hombre que resulta patético en la cama.
— ¡Cuida tus palabras!
— ¿Por qué no puedes ser como Ricardo? — Dijo la chica entre lágrimas.
Este comentario, evidentemente fue involuntario, la chica había revelado una verdad que no podía llegar a Greg. Pero la frustración y la desesperación del momento, combinadas con la necesidad de la chica de tener un encuentro similar al que había tenido con Ricardo, la obligaron a expulsar su más profundo secreto.
— ¿Qué has dicho? — Preguntó Greg.
— Nada, no he dicho nada. — Respondió la asustada chica.
— ¿Te has acostado con mi hermano?
— No.
— No te creo, eres una maldita zorra. Acabaré contigo y luego mataré a ese imbécil. — Dijo Ricardo mientras comenzaba a golpear sin piedad a la chica.
Tomó de los cabellos a la indefensa mujer y la arrastró por todo el departamento. Los gritos de dolor no podían ser escuchados por nadie más. La desesperación había llevado a Greg Noruega a agredir a su joven esposa hasta el punto de dejar su rostro completamente desfigurado.
La chica yace inconsciente en el suelo de la habitación, mientras Greg lava sus manos, las cuales están llenas de sangre. No puede contener la ira y ahora debe ir por Ricardo. Sabe que la culpa no es del todo de Jossie, Ricardo la tuvo que haber manipulado.
Ahora podía comprender perfectamente las razones de porqué la chica no había querido acostarse con él. Luego de asear sus manos, tomó su revólver y salió rápidamente en busca de Ricardo.
No había nada que pudiera interponerse entre su objetivo de asesinar a su hermano, así que conduce por la ciudad como un completo desquiciado. Al rebasar los límites de velocidad, una persecución se inició con la policía, la cual no tardó demasiado en llegar a su final. La suerte había estado del lado de Ricardo, quien estuvo a punto de ser asesinado por su propio hermano.
El móvil suena incansablemente, pero a pesar de ser totalmente ignorado por Ricardo, este continúa sonando. Finalmente decide contestar.
— Ricardo, ha pasado algo terrible. Han detenido a tu hermano y Jossie fue golpeada brutalmente. — Dijo Whitney.
Ricardo sabía perfectamente las razones de aquella brutal descarga de violencia sobre la chica. Conocía el temperamento de Greg, así que no la extrañaba que este la hubiese presionado hasta el punto de hacerla estallar.
Ricardo desconocía las intenciones de su hermano, nunca pensaría que este consideró la posibilidad de quitarle la vida. Se dirigió rápidamente al departamento de Greg y Jossie, para encontrarse con una gran cantidad de policías y paramédicos en el lugar.
— ¿Qué ha ocurrido? ¿Jossie está bien? — Preguntó Ricardo a uno de los paramédicos.
— La chica tiene serio daño cerebral. Recibió fuertes golpes con una herramienta de acero. — Respondió.
El lugar era un completo desastre y había sangre por todas partes. La única persona que podía aclarar la situación acerca de las razones de lo que había ocurrido, era su propio hermano. Abandonó el lugar y se dirigió hacia el lugar en donde se encontraba detenido su hermano mientras las investigaciones arrojaban los resultados.
— ¿Qué has hecho, Greg? — Preguntó Ricardo.
— Todo esto es tu culpa. No sé cómo tienes el valor de verme a la cara. — Respondió el furioso Greg.
— ¿De qué hablas?
— Sabes muy bien de lo que hablo. Te acostaste con Jossie, mal nacido. ¿Cómo pudiste?
— No me siento orgulloso de eso, pero no pude evitarlo. Pero nada te da el derecho a golpearla como lo hiciste.
— No eres nadie para juzgarme. Eres un pedazo de escoria. Apenas salga de aquí te mataré, desgraciado.
— No creo que salgas de aquí en un buen tiempo, Greg. Por el momento olvídate de que tienes un hermano.
— ¡Te mataré, Ricardo! ¡Algún día saldré de aquí y te haré pagar lo que le has hecho a mi vida!
Ricardo abandonó el lugar completamente devastado. No tenía idea de cómo las cosas podían haber llegado a tal nivel de caos en tan solo unos minutos.
Pero a pesar de que la vida de Greg se había convertido en un desastre, él tenía que continuar, y tenía una reunión programada con Whitney, así que se dirigió al lugar acordado y trató de sacar de su mente el amargo episodio que acababa de protagonizar junto a Greg.
— Lamento mucho lo de tu hermano. — Dijo Whitney mientras abrazaba a Ricardo.
— Se lo merece, le ha destrozado el rostro a Jossie. Alguien que golpea así a una mujer, merece estar encerrado.
— Algo muy malo debió haber ocurrido.
— Por el momento no quiero hablar de eso. Había algo que tenías que comentarme. Espero que sean buenas noticias.
— En medio de todo este mar de problemas, creo que te agradará la propuesta que tengo para hacerte. — Dijo la chica.
Whitney había conseguido la posibilidad de iniciar un contrato con una importante cadena de televisión para iniciar la transmisión de un Reality Show en el cual, el protagonista sería Ricardo Noruega.
Las cámaras los seguirían a todas partes y documentarían cada una de las actividades que se desarrollaban en su fundación. También tendría la posibilidad de mostrarle a las personas una vida llena de irreverencia que rodeaba a la estrella del cine porno. Él decidiría cuándo y dónde podrían estar las cámaras, pero esta idea no le pareció demasiado atractiva a Ricardo.
Apenas estaba iniciando una relación con Cristina, y tendría que lidiar con una gran cantidad de polémica que se desataría entorno al Reality. Al no ver con buenos ojos a esta propuesta, Whitney mostró un notable descontento, pensaba que el acuerdo de confianza ya estaba fijado.
Pero luego de algunos argumentos válidos, Ricardo accedió a la propuesta, tendría su propio programa de televisión y se convertiría en toda una celebridad de los medios. Su nombre se convertiría en sinónimo de dinero y las personas podrían seguir más de cerca su estilo de vida.
La chica había conseguido lo que quería, logró convencer a Ricardo de mostrarle al mundo como era la vida real de un actor porno. Si las cosas funcionaban bien, la carrera de Ricardo estaba asegurada, pero difícilmente podría desarrollar una vida junto a Cristina.
Pero las cosas no eran del todo exitosas para la chica. Realmente necesitaba un impulso en su carrera. El éxito de su programa había descendido, y lo que necesitaba era un escándalo en su vida para que su nombre comenzara a estar de nuevo en la cúspide de los programas de televisión.
Si Cristina accedía a esta posibilidad de compartir algunos episodios de su show, las personas comenzarían a vincularlos y la polémica le daría el impulso necesario para que ambos pudiesen tener un beneficio significativo en el área del entretenimiento.
— No creo que sea muy cómodo andar con un grupo de camarógrafos detrás de mi trasero todo el día. Pero haré el esfuerzo, Whitney. — Dijo Ricardo.
— Verás cómo tu vida comenzará a cambiar luego del estreno del show. Cristina ha llegado a tu vida en el mejor momento, ella también sacará una ventaja de todo esto.
— No me interesa involucrarla a ella en todo esto. Es una mujer muy reservada.
— Si la incluyes en el show, créeme, ella te lo agradecerá más que nada en el mundo.
— ¿Eso crees?
— Estoy completamente segura de ello. — Finalizó Whitney.
La reunión había concluido de forma exitosa una vez más, había que celebrarlo, y qué mejor manera de festejar, que el mejor estilo de Ricardo Noruega.
Era la despedida de su vida privada, en tan solo unos días, comenzarían a grabar cada una de sus facetas, así que debían hacer una celebración privada, pero a lo grande. Whitney amaba las celebraciones de Ricardo, ya que incluían mujeres espectaculares y grandes cantidades de alcohol.
Una gran cantidad de mujeres llegan al departamento de Ricardo, poca ropa y mucha lujuria son las principales normas establecidas para poder ingresar al lugar. Pero Ricardo o se siente bien, quiere estar con Cristina, y por primera vez, una celebración en su propia casa no contará con la presencia del gran Ricardo Noruega.
Luego de un par de horas, el caballero decide salir del departamento y marcar el número móvil de Cristina, la chica se encuentra en su casa y se dispone a tomar un baño de espumas.
Ricardo recibe una invitación que no puede rechazar. Abandona su propio departamento repleto de mujeres exuberantes y se dirige a la casa de Cristina, quien lo espera ansiosa para compartir una sesión de sexo ardiente y múltiples orgasmos. El día ha sido una completa montaña rusa para Ricardo, pero promete culminar de una forma espectacular.