7

—Lo he perdido-dijo Watch mientras subía por el espigón.

—¿Cómo? —chilló Sally—. Pero ¿qué dices?

Watch se sentó en una piedra y se quito la máscara.

Se le cayó el cinturón de lastre y fui a buscarlo. Pero se había metido en una grieta y me costó bastante recuperarlo. Cuando regresé a donde había dejado a Adam, ya no estaba. —Watch miró a su alrededor—. Supongo que ninguna de las dos lo habéis visto…

—¡Pero qué dices! —gritó Sally—. Se suponía que debías cuidar de Adam.

—Lo siento-dijo Watch.

—¡Lo sientes! —exclamó Sally—. ¡Acabas de dejar morir al chico de mi vida!

—La vida es muy larga-contestó Watch. —Con el tiempo, podrías conocer a otro que te gustara.

Cindy tenía los ojos llenos de lágrimas.

—¿Crees que Adam a muerto? —le preguntó.

Watch agachó la cabeza.

—En mi botella no queda nada de oxígeno. Adam también tendrá la suya vacía. A menos que le hayan crecido agallas de repente, no veo cómo podría estar vivo.-Watch miró hacia el mar y suspiró.

Cindy se llevó las manos a la cabeza.

—Ha sido por mi culpa. Pobre Adam.

—Deja de gimotear-le dijo Sally. —Aún no sabemos lo que le puede haberle pasado—. Hizo una pausa para pensar. —¿Por qué se habrá ido Adam del lugar dónde lo habías dejado?

Watch se encogió de hombros.

—Tal vez lo atacó un tiburón.

Cindy continuaba sollozando.

—¿Podríais dejar de ser tan pesimistas? —gritó Sally.

—Pero si has estado hablando de tiburones todo el día-dijo Watch.

—Eso fue antes de que Adam desapareciera-dijo Sally enfurruñada. De pronto hizo chasquear los dedos. —¡Ya lo tengo! Adam se fue porque descubrió los restos del barco hundido. Es la única explicación.

—Pero yo no he visto nada allá abajo-dijo Watch, secando el agua de sus gafas, que había llevado puestas debajo de la máscara.

—Ya, pero tú eres medio ciego-replicó Sally. —Lo que yo digo es lógico. Y si Adam entró en el barco, puede haber encontrado una burbuja de aire. Puede estar vivo. Hemos de ir a buscar más oxígeno. Tenemos que volver a buscarlo.

—¿Tenemos? —preguntó Watch.

—Sí-dijo Sally con una nota de orgullo en la voz. —Me arriesgaré para salvar a Adam: mi amor por él es mucho más fuerte que mi temor a la muerte.-Se interrumpió y miró a la cara llorosa de Cindy—. ¡A que no eres capaz de decir lo mismo!

Cindy se seco las lagrimas con la mano.

—Yo también iré a buscarlo.

Watch asintió.

—Muy bien. Bajaréis vosotras mientras yo descanso.

Sally volvió a arremeter contra él.

—¡Tú también has de bajar; eres el único que sabe dónde estaba Adam antes de que desapareciera! Debes volver y buscar los restos del barco hundido.-Sally se detuvo para recuperar el aliento. —De hecho, tendrás que ir solo. No tenemos ningún otro equipo de submarinismo.

—Ahora no me extraña esa valiente declaración que has hecho-dijo Cindy.

Sally hizo un ademán despectivo.

—La intención es lo que cuenta. Pero puedes descansar unos minutos, Watch, mientras Cindy y yo vamos a buscar otra botella de oxígeno. Vamos, Cindy, y deja de provocarme. Lo único que cuenta ahora es la vida de Adam.

Watch asintió.

—Me quedaré aquí para vigilar si aparecen manchas de sangre en la superficie.

Sally sacudió la cabeza mientras se alejaba con Cindy.

—Desde luego, eres el colmo del pesimismo-dijo.