1.20 pm.

 

El barco está delante de nosotros, tiene pintadas en letras algo toscas como pintadas a mano su identificación USS. Alliance, los hombres que están en el barco no parecen militares ni están vestidos como estos, Peter Johansson  pidió permiso para abordar el Cutty Sark.

 

1.37 am.

 

Hoy por fin conocí al arrogante y patán de Peter Johansson es un hombre insoportable su mirada penetrante se ha clavado en los prisioneros japoneses para el solo son criminales no hombres comunes y corrientes que cumplían órdenes de sus superiores.

 

2.10 pm.

 

No le he dirigido la palabra lo he evitado casi todo el tiempo, el señor Wllianson ha hecho escribir los nombres de los tripulantes del hundido I-21 para entregárselo a Peter Johansson, el oficial estadounidense le informo a Willianson que no debía quedarse con ninguna copia de la lista, cosa que extrañó a mi primer oficial, el señor  Willianson fue a mi camarote y me hizo el comentario de este hecho, yo le pregunte que si le había entregado todas las listas y Willianson me afirmo rotundamente que no que Peter Johansson era un bastardo inmoral y que no le iba a obedecer, yo aplaudí la decisión de mi primer oficial.

 

3.36 pm.

 

No subí a despedirme de los marineros japoneses estaba consternada y triste, cuando por fin me decidí a subir a la plataforma del Cutty vi como se alejaba el transporte con los prisioneros.

Verónica reviso y reviso el diario pero no encontró ninguna lista de prisioneros, donde podía estar, ya era muy tarde así que decidió recostarse en un mueble que estaba en la estancia pronto se quedo profundamente dormida.

Jiro Itou, Akiyama Kichiro, Kuroshitsuji Ryu, Hiroshi Kei, los cuatro hombres restantes que se habían fugado de las barracas de detención se habían quedado profundamente dormidos, dentro de una pequeña caverna que estaba ubicada en un sendero de la montaña más alta de la isla, desde ese punto podía verse una hermosa bahía rodeada de gran cantidad de palmeras, parecía que ya no los perseguían durmieron como cinco horas, fue entonces cuando unos gritos provenientes de un sendero cercano los despertaron, sus perseguidores venían muy cerca con ellos traían algunos perros. Jiro Itou despertó muy asustado así como el resto de los hombres, debían preparase para continuar la marcha aunque las probabilidades de huir eran remotas, muy pronto los ladridos de los sabuesos se alejaron, parecían haber tomado otro camino, algo que le pareció inverosímil a Jiro Itou.

-No entiendo que sucede.

Dijo intrigado Jiro, estaba casi seguro que cuando los perros olfateaban algo daban con su presa. Desde hacía algunos días Jiro sospechaba que algo extraño sucedía pero no lograba identificar que era. Uno de los hombres que lo acompañaban le había dicho que poseía un granja de perros en su pueblo natal eso puso alerta a Jiro que dudo que ese hombre fuera igual a ellos.

El hombre que descifraría las claves y las coordenadas encontradas en la libreta del difunto William Branes, estaba confundido, Branes había codificado toda la libreta incluyendo números y textos, nada tenía coherencia las paginas solo tenían algoritmos junto símbolos que aparentaban ser un total enigma para Mikano Tukey, este era experto en el idioma japonés pero no en descifrar un texto de este tipo, no entendía nada. Francesco estaba muy molesto así que de una vez envió al traductor japonés a freír espárragos.

-No entiendo como algo tan sencillo como seis estúpidos números nos pueden tener estacionados aquí en Londres, ahora tengo que buscar a un experto en jeroglíficos modernos para que me traduzca esta libreta, me arrepiento de haber eliminado a Branes.

De inmediato Francesco llamo a Basilio y le conto lo que estaba sucediendo, Basilio exploto furioso.

-Como que no sabes que es lo que está escrito en la maldita libreta, hay que traducirlo lo más pronto posible quiero las coordenadas, no sé cómo vas a hacer pero quiero que esto se resuelva pronto, aguarda un momento.

Basilio comenzó a hablar del otro lado con alguien.

-Ya esta, Joaquín Soto Mayor, va para allá, el parece que tiene unos contactos que te pueden ayudar, quiero las claves o las coordenadas lo que sea pero lo quiero Ya.

Basilio colgó.

Del otro lado de la línea Francesco dio la orden a uno de sus hombres para que buscara al japonés traductor, que ya tenía rato de haberse ido.

-Busca a Mikano.

-Pero jefe no se a donde pudo haber ido.

-Tonto búscalo, a donde pudo haber ido ese japonés, al hotel, al aeropuerto, tomarse un maldito café búscalo haz tu trabajo, inepto.

El esbirro salió corriendo, Francesco estaba a punto de perder el control necesitaba traducir lo que estaba plasmado en la libreta de Branes y emplearía todos los métodos posibles movería mar, cielo y tierra para eso.

Los detectives buscaron durante toda la mañana la lista de tripulantes del I-21 que el primer oficial Willianson había guardado después de que estos partieran a un rumbo desconocido, Lady Carolina se despertó algo tarde esa mañana ya que no había pasado una noche tranquila, a las doce acompaño a los detectives en un frugal almuerzo y se retiro nuevamente a sus habitaciones, Hugo le informo a los invitados que lady Lorimer  no se sentía bien y que antes de retirarse le había indicado que ayudara en todo lo concerniente al Cutty Sark, los documentos, fotos y bitácoras que estos necesitasen el los pondría a sus disposición.

-Hemos revisado todo, lo único que tenemos es lo escrito por Carolina en la bitácora de septiembre de 1945, las fotos que tomo un marinero del Cutty Sark de los japoneses del I-21 cuando se trasladaban al Cutty y algunas fotos de los miembros de la tripulación junto a los japoneses cuando se disponían a abordar el USS. Alliance, de hecho de ese barco que los transportaría no hay fotos para nada, necesitamos esa lista de prisioneros.

Comento George Martínez a sus dos colegas.

-Debe estar en algún lugar, Carolina insistió en la bitácora que era importante guardarla, ya que algunas veces las autoridades la solicitaban para registros que se enviarían a Japón para las familias de los marineros.

Acoto Roberto con expresión cansada.

En eso Hugo intervino.

-Esperen olvide algo ayer, que tal vez sea importante y pueda ser lo que buscan.

Los tres detectives dejaron lo que estaban haciendo y observaron al viejo sirviente con insistencia.

Hugo se retiro regresando con un pequeño portafolio marrón de cuero algo maltratado, se lo entrego a Verónica, esta rápidamente lo abrió, dentro estaban fotos familiares, algunas cartas, documentos de identidad y un manuscrito que era algo así como un testamento para sorpresa de todos, la lista que tanto buscaban estaba traspapelada entre algunas páginas de una vieja revista de botes. Fue entonces que Hugo hablo.

-Ese portafolio no pertenece a lady Lorimer, era del señor Greg Willianson, su primer oficial, ya había olvidado que él se lo dejo aquí hace unos 30 años para que esta lo guardara ya que el viejo Greg no tenia familia y su único bien material era este portafolio, lady Lorimer nunca entendió que tenía que ver este portafolio que no valía nada, un testamento algo absurdo y algunas fotos. De inmediato Roberto tomo el portafolio y comenzó a revisar  su contenido.

-Sí parece que fueran documentos y cartas, pero es extraño, además de la lista de los tripulantes del I-21.

-Charles Gregory Willianson, fue siempre un fiel hombre de mar estuvo frente al Cutty Sark como primer oficial conmigo su ultima dueña después de que me retire, Greg como lo llamaban cariñosamente se retiro a vivir en una cabaña muy cerca del castillo de Kellie, para estar cerca de mi por si algo me hacía falta, Greg, recibió una jugosa pensión vitalicia producto de haber colaborado con los aliados durante la segunda guerra mundial, realmente no le hacía falta nada era constantemente invitado a cenar aquí en el castillo de Kellie, por mi esposo y por mí. Nuestra amistad nunca se deterioro, Greg era muy buen amigo siempre era bienvenido al castillo, hasta fue padrino de los gemelos mis dos hermosos hijos cuando nacieron se alegro tanto como mi esposo y yo, lamentablemente mis únicos dos hijos de murieron de una extraña enfermedad de manera que no llegaron a los cinco años.

Greg, fue envejeciendo sus visitas al castillo se distanciaron, luego de la muerte de mi esposo, Greg con el tiempo reanudo las visitas al castillo, muchos pensaban que el viejo Willianson estaba enamorado de mi, pero solo eran habladurías, poco antes de morir, Greg me hizo una última visita y trajo consigo el portafolios que tienen este momento ustedes en sus manos, ya que era muy anciano me conto algo un tanto inverosímil, a lo cual aun hoy en día no doy crédito, pero ustedes mismos juzgaran su contenido pueden llevarse lo que necesiten.

Fueron las palabras de Carolina antes de retirarse a descansar.

-Ahora si me disculpan, me retiro Hugo los ayudara en lo que necesiten.

Los detectives se despidieron de su anfitriona, recogieron lo que necesitaban y partieron rumbo a Londres con las pruebas sin ordenar junto a muchas nuevas dudas que antes de llegar a Escocia.

-Maldito bastardo, traidor, cobarde que estabas haciendo fue el grito que soltó Akiyama Kichiro abalanzándose sobre el pequeño Kuroshitsuji Ryu, los dos hombres rodaron por el barro ya que la noche anterior había llovido copiosamente, frente a la mirada atónita de sus dos compañeros el señor Jiro Itou e Hiroshi Kei que los observaban desconcertados sin saber que pasaba, los dos hombres se revolcaban en el fango dándose golpes y maldiciéndose, pronto Jiro Itou e Hiroshi intervinieron para separar a los dos hombres, tardaron un poco en despegar aquellos cuerpos unidos por los golpes, los dos hombres estaban totalmente sucios y sangraban mucho por las heridas que ambos se habían propinado. El primero en hablar fue Akiyama que aun jadeaba.

-Este, maldito es el que tiene a nuestros perseguidores detrás de nosotros es un traidor lo vi dejando pistas.

Kuroshitsuji se defendió

-Eso es falso no he hecho tal cosa.

-Si lo has estado haciendo, eres un traidor, te vi como de tu ropa dejas un rastro, por eso no es de extrañar que los hayamos perdido, igual siempre nos encuentran.

El señor Jiro Itou no sabía que decir, en ningún momento desconfió de ninguno de sus hombres todos habían sufrido y pasado por lo mismo desde que el destino los unió dentro del I-21.

-¿Es eso cierto Kuroshitsuji contesta?

-Es falso señor Jiro Itou, no soy traidor, es absurdo que deje rastros yo soy tan victima de los carceleros aliados como ustedes.

Nuevamente Akiyama Kichiro se lanzo contra Kuroshitsuji propinándole un fuerte golpe en la entrepierna y gritándole.

-Traidor, eres un traidor te voy a matar.

Como pudo Kuroshitsuji se quito de encima a su agresor, pero este nuevamente se le fue encima dándole varios golpes en la cara, la sangre brotaba copiosamente por el rostro de Kuroshitsuji. Nuevamente Jiro Itou e Hiroshi intervinieron.

-Sabes que Akiyama, creo que tus eres el traidor tú me has estado arrancando partes de mi ropa cuando duermo y se las dejas al enemigo para que este nos siga, si creo que tú eres el traidor.

-¡Ya basta!

Grito furioso el señor Jiro Itou

Ambos hombres se detuvieron al instante y el señor Jiro Itou dio una  orden a Hiroshi y a Kuroshitsuji,

-Pronto aten a Akiyama.

Todos se vieron las caras y los dos hombres sometieron a Akiyama, este desconcertado no sabía qué hacer.

-Pero que hacen el traidor es Kuroshitsuji, yo soy inocente suéltenme.

El señor Jiro Itou dio la orden de amordazarlo.

Y estos la cumplieron de inmediato.

Kuroshitsuji comento entono sarcástico.

-Ves el traidor eras tú, el jefe Jiro se dio cuenta rápido.

Estando atado Akiyama, Hiroshi le pregunto al señor Jiro Itou.

-¿Y ahora que jefe?

Fue cuando Jiro Itou se abalanzo contra Kuroshitsuji ordenándole a Hiroshi que lo ayudara a someter al pequeño hombre. Kuroshitsuji no sabía que pasaba así que pronto se encontró atado y amordazado al lado de Akiyama.

-Bien señores, se que aquí hay un traidor, pero no puedo definir quién de ustedes es, yo como ustedes saben poseo un secreto el cual me fue encomendado por mis superiores por lo tanto lo protejo con mi propia vida, y celosamente en beneficio de los pocos hombres que quedan de la tripulación, así que automáticamente quedo excluido de toda sospecha, bien ahora, solo quedan ustedes dos, pero solo uno es el hombre que ha estado dejándole pistas al enemigo para que nos sigan, yo personalmente he encontrado dichas pistas y las he guardado conmigo para que atrase un poco a nuestros perseguidores, esta maldita isla es pequeña así que en cualquier momento nos van a atrapar, se que el traidor esta tras las coordenadas donde está hundido el I-21, ya que no tuvo tiempo de anotarlas cuando el submarino fue hundido por nuestro querido capitán, uno de ustedes es el culpable de los constantes saboteos en el submarino, además es responsable de la muerte de varios tripulantes cuando estábamos en el mar así como de varios de los hombres que murieron ayer en nuestra huida del barrancón de interrogatorios, solo tengo la duda ¿cual de ustedes es el traidor? los retazos de ropa pertenecen a Kuroshitsuji si eso es cierto, pero también he encontrado otras pistas dejadas por uno de los dos.

En eso hablo Hiroshi.

-Señor Jiro Itou ¿y qué es?

Kuroshitsuji es el hombre del submarino que tenía acceso a la radio a los mensajes cifrados era el traductor y habla el idioma del enemigo, todo está en su contra, parece obvio que Kuroshitsuji es el traidor, pero la realidad es otra, el único que encargado de las reparaciones del submarino era el marinero Akiyama de modo que las sospechas recaen en el en cuanto a los constantes saboteos de la nave, pero creo que no es el culpable de dichos saboteos.

Hubo un momento de silencio, Jiro se volteo hacia Hiroshi

-Pero sé certeramente que ni Kuroshitsuji ni Akiyama son los traidores.

Fue cuando rápidamente levanto sus manos con una roca atesto un fuerte golpe en la cabeza de Hiroshi dejándolo muerto al instante, los dos hombres atados vieron con horror aquella grotesca escena, Jiro Itou jadeaba del esfuerzo que había realizado.

Se sentó un rato en el húmedo piso y luego se dispuso a desatar a sus compañeros.

Kuroshitsuji lo observo con desconcierto.

-Señor Jiro Itou no entiendo ¿qué fue lo que paso? supuestamente uno de los traidores era o yo o Akiyama.

-¿Si jefe que paso?

Lo secundo Akiyama.

El señor Jiro Itou  tomo un respiro se sentó en una roca lejos del cadáver de Hiroshi y comenzó a hablar.

-Unas noches antes de la fuga, tuve una conversación con Hiroshi por medio de clave, note que estaba muy interesado en saber ciertas cosas así que continúe hablando con él, se me hizo extraño que no supiera ciertos juegos que utilizamos de niños en Japón así que no le di importancia, pero algo me confirmo que no era como nosotros eso fue cuando huíamos a todos los capturaban menos a nosotros cuando me conto lo de los perros descubrí que no había nacido en Japón puesto que en el pueblo donde había nacido Hiroshi, yo también naci de modo que se con certeza que ahí no existía ninguna granja de perros como me comento Hiroshi en cierta oportunidad, otra clave era que cada vez que lo interrogaban Hiroshi salía rozagante como si nada pasara dentro de la sala de interrogatorios en cierta oportunidad pude verlo fumando con el hombre de traje dril además Hiroshi mientras dormíamos dejaba rastros con las ropas Kuroshitsuji, algunas veces haciéndome el dormido lo pude ver, necesitaba que estuviera confiado por eso los ate a ustedes Hiroshi no se imaginaba que sospechaba que el era el traidor.

Los dos hombres observaron el cuerpo del traidor. Entonces Jiro Itou les dijo.

-Déjenlo que sus amigos lo encuentren, y lo entierren ellos este hombre ha causado muchas muertes no merece ni que arrojen tierra sobre él, ahora si podemos huir, tengo el mapa que aquel marinero nos dio estamos cerca de la costa los perseguidores no parecen estar cerca tenemos que tomar un bote y huir lo más pronto posible.

Para el año de 1965, veinte años después de haber finalizado la contienda mundial ya las heridas de la guerra parecían haber cicatrizado, muchos de los combatientes de ambos bandos hacia mucho que habían olvidado todo lo referente a la guerra. Los italianos recibieron un duro golpe después de la guerra les había costado recuperarse, aun para los años sesentas su economía era deficiente y sobrevivían como podían, los descendientes de excombatientes en la zona de Sicilia habían vuelto a sus andanzas como fieles seguidores de la mafia, pero un joven delgado y bien parecido, había cosechado fama de ser un futuro líder del clan de los Ferrazzano, familia a la cual pertenecía.

Basilio Ferrazzano, era quizás el más inteligente todos en su familia, ya que desde muy pequeño había entrado en el crimen organizado, robando algunas tiendas o extorsionando a los dependientes de estas, para el padrino de turno, su tío Renzo Ferrazzano, el muchacho prometía ser quien en un futuro lejano lo sustituiría para hacerse cargo de los negocios de la familia.

Renzo Ferrazzano, había combatido durante la guerra en el pacifico, pero no era muy claro como lo había hecho ya que nunca hablaba de su intervención en la guerra, pero una cosa era clara aun tenía muy buenas conexiones con ex oficiales del ejército americano, principalmente con un hombre de ojos azules y cabello entrecano llamado Peter Johansson.

Habían pasado unos veinte años desde que Renzo estuvo a las órdenes de Peter Johansson, la última vez que se vieron fue cuando los tres japoneses habían huido de la isla de Ofu, no se sabía cómo pero los tres evadidos lograron escapar en un pequeño bote de remos amparados por la oscuridad de la noche, el bote fue encontrado a la deriva unos días después por una patrulla comandada por Renzo Ferrazzano.

Renzo llego a la conclusión de que los hombres habían muerto en el mar quizás alguna borrasca o una ola gigante los había volteado y se habían ahogado irremediablemente, pero otra cosa pensaba Peter Johansson, este tenía la sospecha de que los hombres aun se encontraban con vida, pero donde estarían eso era un enigma, habían desaparecido, solo uno de los cuerpos se encontró, en tierra estaba en estado de putrefacción, era el cuerpo del espía que llamaban Hiroshi, los evadidos habían descubierto al infiltrado y le habían dado muerte.

Ferrazzano y Johansson, se saludaron sin mucha efusividad, a estos dos hombres solo los unía oscuros secretos, que no era bueno sacar a la luz entre ellos, el sitio donde habían decidido encontrase era un pequeño café llamado Proserpina, en la ciudad  de Siracusa   en donde residía el clan Ferrazzano.

El primero en hablar como siempre fue Johansson. Al fondo del café se escuchaba una melodía pegajosa que emitía con mucha interferencia de un pequeño radio.

-Veo que te encuentras muy bien algo pasado de peso, pero te vez mucho mejor que cuando eras un recluta enclenque.

Como siempre Johansson utilizaba el sarcasmo para intimidar a quienes le servían, pero esta táctica ya no funcionaba con Ferrazzano.

-Y tú tampoco te ves tan mal, aunque se te notan los años cuantos son cincuenta y cinco o cincuenta y seis.

En el rostro de Johansson, se noto que no le gustaba que hablaran de su edad, además de ser arrogante y sínico era un hombre vanidoso.

-Si algo así, más o menos.

Apartando su vista del gordo Ferrazanno, le indico a mesero que se acercara.

-Ya han pasado veinte años desde que salimos de esa asquerosa islita llamada Ofu, ¿cómo distes conmigo?

Johansson, encendió un cigarro lo aspiro y no pareció darle importancia a lo que Rezo había comentado.

-Tu fama te precede, aquí todos te conocen tu familia es famosa de este lado del océano y de mi lado también recuerda que aun tengo contactos en la desaparecida, ISA, ya no trabajo para ellos pero cuando quiero conseguir a alguien acudo a los pocos que quedan de manera que rápidamente doy con mi objetivo.

Renzo  se acomodo en la estrecha silla de ratán, arrugo el seño y emitió una pequeña sonrisa hipócrita.

-Veo que aun eres el lobo con respecto a conseguir alguna presa.

-Así, es pero no he venido de tan lejos para socializar contigo y mucho menos para hacerte el amor.

Ferrazzano comenzó a reírse a carcajadas su cara se puso roja y comenzó a toser, sorbió un poco de vino hasta calmarse y observo a su interlocutor, pronto reanudo la conversación.

-Sí, sé que cuando apareces en algún sitio es por algo, ahora dime qué quieres de mi, si no lárgate que no estoy para perder el tiempo.

Johansson, lo miro  al rostro y dijo irritado.

-Escúchame maldito gordo, yo siempre seré quien de las ordenes, así la guerra haya terminado aún tengo mucho poder, y ahora mucho más que antes.

Ferrazzano quedo atónito volteo para todos lados algunos de los comensales estaban observando la mesa donde se encontraba el y Johansson.

-Baja el tono, no grites aquí, está bien tranquilo, soy todo oídos ¿que es lo que te trae aquí?

-¿Recuerdas porque estábamos en Ofu?

Le pregunto Johansson al obeso siciliano.

-Si lo recuerdo, éramos los que custodiábamos esos marineros infelices, pero no me gusta hablar de eso, me incomoda.

Dijo Renzo, evidentemente incomodo, mientras se secaba el sudor de la cara.

-Pues tendrás que escuchar, en Ofu no solo éramos los guardianes de esos infelices si no también cumplíamos una misión secreta.

En el gordo rostro de Renzo apareció un signo de interrogación, tan grande como su papada.

-Pensé que eran solo prisioneros de guerra comunes.

-Bueno así era, por lo menos la mayoría lo era.

-No entiendo ¿explícate?

-Te voy a contar algo que solo servicio secreto Británico y la extinta ISA sabían además de dos o tres hombres en este mundo, incluyéndote en este momento a ti, que serás poseedor de un secreto muy importante.

Ferrazzano, abrió sus inmensos acercando su rostro lo más que podía a Johansson.

-Habla de una vez, bota lo que sabes, no me tengas en ascuas.

-Nuestra verdadera misión en la isla de Ofu era la de encontrar unas coordenadas o claves sobre el sitio exacto donde estaba hundido el submarino japonés de donde provenía la tripulación que custodiábamos.

-Sí, entiendo pero que tengo yo que ver con eso además, todos esos hombres están muertos, tú mismo distes la orden de asesinarlos, ¿recuerdas?

Johansson, permaneció en silencio mientras Ferrazzano hablaba.

-Después de que no dimos con los que habían huido en el pequeño bote de madera, nos ordenaste matar a resto, decías que la misión había fracasado y que esos infelices ya para nada servían, nunca supe porque distes esa orden tan arbitraria, matarlos, pero me gustaría saber ahora que han pasado tantos años el por qué los mandaste a ejecutar.

Johansson dudo por unos instantes en contestarle pero por fin decidió continuar.

-El I-21 transportaba una valiosa carga, tan valiosa que hoy en día haría rico muy rico a cualquier hombre que la encuentre, incluyéndonos.

Asombrado por lo que decía Johansson, Ferrazzano lo interrumpió.

-Sabes lo que estás diciendo, por que en aquel entonces no nos enteramos del cargamento del submarino.

-Éramos solo dos los que interrogábamos a los marineros, y solo dos conocíamos muy bien nuestra misión, mi compañero era un estorbo de modo que lo elimine, el resto ósea ustedes solo eran obreros en una construcción lo cierto es que ustedes solo recibían ordenes, en ningún momento eran de peligro para la operación.

-Entiendo.

Dijo Ferrazzano, sorbiendo un poco de vino y a la vez encendiendo un cigarro, mientras le hacia un gesto al mesero para que modulara el sonido de la radio la cual ya le incomodaba.

-¿Pero qué papel juego yo en esto y a estas alturas veinte años después?

Johansson, lo miro con cierta complicidad.

-Mucho querido, amigo, mucho.

Ferrazzano no confiaba en aquel hombre que además de ser espía, traidor y asesino, sabía algo que él no entendía.

-Bien te voy a contar algo, yo estoy retirado desde hace unos cinco años, la organización, se desintegro a la muerte de Barracuda el hombre que orquesto todo lo referente a ISA, pero yo nunca deje de investigar respecto al paradero de los tres hombres que huyeron en aquel bote de madera, porque seguí con esto en vez de retirarme tranquilo, bueno yo siempre estuve seguro de esos tres se habían salvado de alguna manera.

-¿Pero cómo? Recuerdo que nunca dimos con el paradero de los tres japoneses, ¿porque crees que sobrevivieron?

-Eso no importa, lo que importa ahora es que de esos tres hombres uno de ellos tenía las coordenadas para encontrar el submarino I-21, y por fin después de tantos años he dado con él, sé que está vivo y coleando.

Ferrazzano, aun no sabía cuál era el papel de él en todo esto.

-Aun, no te has explicado de ¿cual es mi papel en todo esto?

Dijo con impaciencia Ferrazzano que aspiraba el tabaco profundamente.

-Sencillo mi obeso amigo, tú tienes dinero, infraestructura contactos al igual que yo poseo una información importante, solo quiero proponerte que seas mi socio para sacar el oro que se encuentra en ese submarino, no confió en nadie ya que los servicios de inteligencia desde hace mucho abandonaron el tema, y este se ha convertido solo en un mito, lo ideal sería que emprendiésemos esta misión nosotros dos.

-¡Oro como¡  ¿que oro?, no sabía nada de que esa nave tuviera oro.

-Pues así es dentro de ese submarino había más de cincuenta toneladas de oro suficiente para terminar de vivir tranquilo lo que resta de nuestras vidas

Sin pensarlo dos veces Ferrazzano le estrecho la mano a Johansson y así quedo sellado el trato, ya ambos hombres eran socios, pero el destino les tenia deparado un futuro oscuro.

 

Francesco y Joaquín se dieron un fuerte abrazo ambos hombres estaban rodeados de sus respectivos guardaespaldas,  debían completar la misión que les había encomendado Basilio, lo más importante ahora era descifrar los símbolos para obtener las coordenadas, la policía se estaba acercando demasiado a ellos.

 

-Ninguna agencia aparentemente sabe sobre el I-21, los reportes oficiales indican que los tripulantes del submarino abordaron el USS. Alliance, y este se hundió en altamar con todos los que iban a bordo, hasta donde sabemos lo que dice la bitácora de Carolina es cierto no se sabe más de ellos las lista confirma que los familiares de los marineros japoneses recibieron una carta informándolos del desafortunado hecho.

Este era el reporte que Roberto Ribe había logrado conseguir de las autoridades estadounidenses.

-Aun hay mas, el servicio de Inteligencia Británico, no está de acuerdo con este informe, y rechaza rotundamente que estos sucesos hayan pasado, existen dudas sobre el hundimiento del USS. Alliance, y todos los que viajaban en el.

Los reportes eran parte de los documentos que el servicio secreto le había entregado a Roberto, este los estaba compartiendo con George y Verónica.

-Además, según dice el informe del servicio secreto británico, nunca pudieron dar con ninguna información del USS Alliance, parece que esa nave nunca hubiera existido.

-Esto tiene todo el matiz de una conspiración internacional.

Acoto Verónica.

-El incendio del Cutty desentraño algo siniestro y oscuro que debe haber sucedido cuando finalizo la guerra.

La secundo George.

De inmediato intervino nuevamente Roberto.

-Es hora de asignarnos misiones por separado.

Ambos detectives asintieron.

-Yo debo organizar la búsqueda del malhechor de Francesco Tornatore, cuando demos con el daremos con el resto de la banda, ya es hora de capturar a ese asesino estoy seguro que es él quien elimino a los tres hombres implicados en el incendio del Cutty Sark, además creo que el busca lo mismo que nosotros, Verónica tu estarás a cargo de revisar el portafolio del viejo Greg Willianson, lee todo minuciosamente en esos escritos debe aparecer algo que asocie a Francesco o a alguien de la mafia con lo sucedido en 1945, el submarino y los prisioneros japoneses, estoy plenamente seguro que el primer oficial Willianson sabía algo y lo dejo escrito entre los documentos que están dentro del portafolios. George quiero que regreses a la escena del crimen, ósea al Cutty y revises todo minuciosamente que era lo que los hombres de Branes buscaban ahí, debe quedar algo que todos ignoramos y que hemos pasado por alto.

Después de tres largos días la sed, el hambre así como la desesperanza invadió a los fugitivos; Jiro Itou , Akiyama, y Kuroshitsuji habían logrado apoderarse de un pequeño bote de remos, pero hubo muy poco tiempo de buscar provisiones y agua, ahora estaban muy lejos de la costa la deshidratación estaba ya presente en los tres hombres, Jiro Itou ya casi no pronunciaba palabra alguna, Akiyama había perdido el conocimiento y Kuroshitsuji que era el que parecía estar mejor de los tres ya había perdido fuerzas. Al llegar la noche una pequeña tormenta, fue su salvación el agua dulce producto de la lluvia los hidrato, pero al día siguiente la situación se torno idéntica, al quinto día los tres hombres habían perdido el conocimiento, pero su salvación estaba cerca, un atunero de tripulación Samoana avisto la pequeña embarcación y los rescato, los tres hombres fueron llevados a bordo pero Akiyama había fallecido debido a la deshidratación, así que solo quedaban Jiro Itou y Kuroshitsuji, los samoanos cuidaron de ellos durante varios días, los dos marineros japoneses temían que su salvadores los entregaran a las autoridades estadounidenses, pero esto no sucedió, fueron llevados a Samoa que era un pequeño país que comprendía un grupo de islas perteneciente al archipiélago de la Polinesia hacia el sur del Pacífico, en la latitud del norte de Australia.

En Samoa fueron tratados como huéspedes, los amables habitantes de estas islas no parecían tener ningún rencor contra los japoneses, así que durante más de un año Jiro Itou y Kuroshitsuji Ryu, estuvieron a salvo con estas buenas personas, pero como les dictaba su destino no podían permanecer ahí toda la vida debían regresar a Japón, ¿pero cómo?, el secreto que Jiro Itou guardaba se lo confió a Kuroshitsuji Ryu para que este si algo le pasaba a él, lo transmitiera a los sobrevivientes del I-21.

Ambos hombres se acompañaron durante un buen tiempo, primero se hicieron pasar por pescadores luego por comerciantes chinos hasta que llegaron cerca de las costas de Okinawa, pero cuando estaban a punto de desembarcar, fueron hechos prisioneros por los soviéticos que patrullaban constantemente en secreto las costas chino japonesas, estos los encerraron durante casi dos años, manteniéndolos incomunicados todo sucedió el año de 1948, Jiro Itou y Kuroshitsuji no revelaron sus verdaderos nombres ya que al hacerlo pondrían sobre aviso a los hombres que los buscaban, no se podía confiar en nadie, a mediados de 1949 fueron liberados pero a Kuroshitsuji lo habían torturado tanto que nunca fue el mismo, su memoria quedo borrada y por más que Jiro Itou lo cuido falleció en un pequeño puerto de pescadores en china el de año 1950.

Ahora Jiro Itou se encontraba solo, tenia temor de regresar a su patria sabia que aun era perseguido, no había manera de hacerse pasar por otro que no fuera el mismo, así que asumió otra identidad, Jiro Itou pensaba que si hacia contacto con su familia, sus perseguidores tomarían represalias contra esta, lo obligarían a descubrir el secreto de las coordenadas, durante un tiempo Jiro vago por toda Asia haciéndose pasar por un vendedor de telas, juguetes y radios transistores, Jiro solo esperaba el momento para regresar a Japón y poder hacer contacto con los otros sobrevivientes del I-21, lo que en realidad Jiro Itou no sabía era que ya no existían los hombres del I-21, todos habían muerto, solo él era el único sobreviviente.

Para el invierno de 1952, Jiro, Trato de hacer contacto con un viejo amigo de su pueblo natal, lo hizo como un comprador de maquinarias anónimo, por medio de unas cartas haciéndose pasar por el señor Takiga en honor a uno de sus amigos muerto,  de manera que fue por medio de este que se entero de que los sobrevivientes del I-21 habían muerto, absolutamente todos fallecieron  en un naufragio de un barco de prisioneros llamado USS Alliance, además Jiro se entero por medio de este amigo que toda su familia había perecido victima de los bombardeos aliados a la pequeña villa donde estos estaban.

Jiro Itou se sintió devastado, por lo sucedido a los tripulantes prisioneros en la isla de Ofu había una gran conspiración, ahora menos que nada podía aparecer en su patria, debía esperar algún tiempo más para poder prepararse para poner al descubierto tan nefasta conspiración.

Ya era hora de establecerse, así que Jiro había reunido una buena cantidad de dinero, compro una pequeña propiedad en el reino unido, su nueva identidad como, Takiga, la fue perfeccionando mejoro su deficiente ingles y se dedico a lo que tanto le gustaba reparar maquinarias y diseñarlas, pronto tubo suficiente dinero  amplió la casa además del taller llegando a tener bajo su mando más de diez empleados, en 1961 se traslado a Escocia para comprar motores para su nueva planta de tejidos, Jiro ahora Takiga recorrió todo la costa escocesa en busca de todo lo que necesitaba para su negocio, un día agotado por el cansancio, detuvo el pequeño auto arrendado y entro en una pequeña taberna llamada Coast Coffee que estaba situada en las afueras de Anstruther un pintoresco poblado escoses, el sitio no estaba muy lleno a parte del barman, dos mesoneros que hablaban entre sí, cuatro o cinco comensales y un hombre de edad respetable que se encontraba en la barra tomando una cerveza, Takiga saludo a todos cordialmente, solo el anciano que se encontraba degustando la cerveza le contesto, a Takiga poco importaba que le contestaran el saludo así que se sentó pidiendo al barman una cerveza bien fría, el anciano levanto la vista se le quedo observando con mirada curiosa, Takiga trato de evadir aquella mirada pero el hombre dejo la cerveza en la barra y se acerco, Takiga estaba por irse, sus nervios lo traicionaban, ese viejo lo había reconocido y ahora se dirigía hacia él, debía ser uno de sus perseguidores de la isla de Ofu, cuando Takiga se disponía a salir el viejo le toco el hombro diciéndole amablemente.

-Eh, amigo ¿no me reconoces?

Tenía unos sesenta años ojos claros, una poblada barba blanca vestía como casi todos en Escocia;  chaqueta tweed marrón camisa gris a cuadros y un pequeño lazo negro, pantalones verdes y botas de caza.

Jiro, no volteo, contestándole, algo perturbado rehuyendo encorvado en la barra.

-No, realmente creo, usted me confunde con otra persona disculpe, me tengo que marchar, se me hace tarde.

Aquel hombre en tono jovial lo detuvo.

-Si yo si lo conozco usted, nunca olvido una cara, usted es aquel heroico oficial japonés el del submarino.

-Creo que esta confundiéndome, disculpe.

-Para nada amigo, yo soy Willianson, no me recuerda el primer oficial del Cutty Sark.

En eses momento el hombre volteo iluminándosele la vista era bueno ver a alguien que lo conocía y que no era uno de los perseguidores de aquella horrible isla.

-Venga acompáñeme siéntese conmigo tomemos una cerveza.

Insistió el anciano.

El miedo que Jiro tenía pronto se esfumo, por que tenerle miedo a aquel hombre que lo había ayudado en el pasado, que no tenía nada que ver con los sucesos posteriores en la isla de Ofu.

Willianson lo tomo del brazo suavemente, Jiro accedió y en instantes estaba tomando una cerveza con Willianson.

-Nunca nos dio tiempo a conocernos, los del barco se los llevaron pronto, ahora que recuerdo usted era el jefe de maquinas de aquel submarino, su nombre es jaro o algo así.

-Jiro, mi nombre es Jiro Itou.

-Si Jiro Itou, recuerde que eso sucedió hace años, ya soy viejo, en aquel entonces tenía 48 años que fue cuando nos conocimos ahora cuento 64 años, eso si bien llevados, usted es mucho más joven.

-Tengo cincuenta.

-Pero cuénteme hombre, cómo es que esta aquí tan lejos de su querido Japón.

Jiro Itou, dudo en contestarle mientras menos supiera de él este hombre mejor para ambos.

Durante varias horas los dos hombre estuvieron tomando gran cantidad de cervezas, Jiro Itou no era tan buen bebedor como el recio hombre de mar que era Willianson, ambos salieron juntos pero Jiro Itou estaba demasiado bebido para conducir así que dejaron el auto y tomaron un taxi, Willianson invito a su amigo a su casa para que pasara la noche y este en medio de los tragos acepto.

Al día siguiente Jiro Itou se paro muy tarde con un fuerte dolor de cabeza, no recordaba nada de lo sucedido debido a la gran dosis de cerveza que consumió con Willianson, ya el desayuno estaba preparado y el ama de llaves había lavado la ropa a Jiro, este la observo con desconfianza pero luego le agradeció su atención, en la pequeña sala de la residencia había dos puestos servidos, fruta, té, pan tostado algo de mermelada y queso, en instantes apareció Willianson muy bien vestido con la acostumbrado corbatín de lazo y su chaqueta Tweed, muy jovialmente saludo al japonés.

-Veo que ha descansado mi querido amigo, coma que eso le hará muy bien, no es el desayuno digno de un rey pero Agatha se ofendería si se los despreciamos.

Observo Willianson con mirada divertida hacia la cocina en donde estaba Agatha, su fiel ama de llaves ocupada en sus quehaceres.

Durante un buen rato hubo silencio, fue entonces que Jiro Itou hablo.

Señor Willianson, no sé que tanto sepa usted, sobre los tres días que estuve a bordo del Cutty Sark y nuestra reunión anoche, pero debe saber que no soy quien aparento ser.

Willianson detuvo la taza de té cuando estaba a punto de sorberla.

-No entiendo amigo ¿que es lo que me quiere decir?

Jiro Itou, dudo en contarle a Willianson todo sobre lo que había pasado después de que el barco de prisioneros se alejo del Cutty Sark, pero tomo un respiro y comenzó a hablar, le conto todo lo referente a su carga, su presidio en Ofu, sus perseguidores, su nueva identidad lo de la muerte de todos sus hombres acotando que él era el único sobreviviente de aquella horrible tragedia.

Willianson estaba asombrado por lo que aquel hombre le había narrado, era inconcebible que aquello hubiera sucedido, y que nadie pudiera ayudar a ese pobre hombre, que podía hacer un viejo oficial de barco por ese hombre atormentado y perseguido.

El guardia de seguridad de las oficinas de Cutty Sark Enterprises, le afirmaba a George Martínez que hacía unas semanas habían irrumpido en las oficinas y habían roto dos puertas, además de un pequeño escritorio que había pertenecido a William Branes, por órdenes superiores no habían reportado el incidente para evitar más escándalos en torno al velero, total no se habían llevado nada de importancia.

-¿Por qué no lo reportaron?

Pregunto molesto el detective.

-El señor Richard Doughty, dio órdenes expresas de que no reportáramos lo sucedido, que ya no quería más incidentes así que redoblo la guardia en las oficinas, algunos sospechamos que el ex jefe de seguridad Prescott había sido el intruso, pero como no hay cámaras en esta sección el señor Doughty, dijo que lo dejáramos así.

-Esto complica la investigación, el señor Richard Doughty no puede pasar por encima de la ley, quiero hablar con él.

-Me temo que está en una reunión y no lo puede atender en este momento.

George severamente molesto aparto al guardia adentrándose sin avisar en la oficina de Richard Doughty.

Richard Doughty, estaba reunido con algunos ingenieros, pero al ver entrar al oficial dejo lo que estaba haciendo reclamándole el abuso de entrar de esa manera tan brusca.

-¡Como se le ocurre entrar de esa manera!, no ve  que estoy reunido.

-Lo siento señor Doughty, pero necesito hablar con usted.

Molesto por la intromisión a Richard Doughty no le quedo más remedio que aceptar al detective, despidió a sus asistentes quedando solo él y George Martínez en la oficina.

-Bien hable, ¿qué es lo que quiere?

-Hace unas semanas alguien irrumpió en estas oficinas rompió dos puertas y un escritorio, que por cierto había pertenecido a William Branes, ¿por qué no se reporto ese incidente?

-No vimos porque, total nada se llevaron, y no es la primera vez que sucede, hace un tiempo atrás un empleado perdió sus llaves, no podía entrar y rompió las cerraduras, al día siguiente lo despedimos, esto no es la primera ni la única vez que sucede.

-Sí, pero esta vez hay un antecedente mayor el incendio del Cutty Sark.

-Detective tengo entendido de que ese crimen ya fue resuelto.

George no sabía que decir, así que empezó con la verdad.

-El caso fue reabierto hace unas semanas cuando los tres hombres implicados en el incendio fueron muertos de manera sospechosa.

-Así que Branes y sus socios no eran los verdaderos culpables

Dijo con ironía Richard Doughty.

-Si lo eran pero el caso tomo un giro inesperado, y estamos reabriendo el caso, parece que el señor Branes poseía una información importante, que parece haberse perdido, pero ahora descubro que rompieron las puertas y el escritorio de estas oficinas, comienzo a sospechar que existe algo más que podría ser relevante para la solución del nuevo caso.

Reafirmo con evidente molestia el detective.

-Sabe algo detective Martínez, si ustedes reabren un caso ya cerrado no sería una mala publicidad para la policía, por dejar cabos sueltos.

-De la manera que nosotros lo vemos no es así, ya que el caso no va en dirección hacia el Cutty sino en otra dirección.

-Bueno detective, en cualquier caso si veo algo sospechoso lo llamare, pero en lo que respecta a mí y a Cutty Sark Enterprises, esto es un caso cerrado, ahora necesito trabajar le agradecería que se retirara, ¿alguna otra cosa?

George Martínez quedo parado como un tonto en medio de la oficina, sin saber que decir en ese momento, pero recordó a lo que venía.

-Sí, necesito ver el escritorio que rompieron.

Richard Doughty dudo por unos instantes por la petición del detective.

-Bien, dígale a mi asistente que se lo muestre, y adiós.

En el depósito de los talleres de Cutty Sark Enterprises, una gran cantidad de carpinteros, técnicos e ingenieros metalúrgicos se encontraban trabajando afanosamente para poder reconstruir el velero, al fondo había, una salita en donde estaba un hombre de anteojos redondos algo viejo que se encargaba de los trabajos menores que llevo al detective a donde habían almacenado el escritorio hasta poder repararlo en el futuro ya que no era una prioridad.

-Aquí esta lo que busca joven.

George Martínez reviso aquel vetusto mobiliario que no tenía nada de espectacular, se acerco lo empezó a tocar y a abrir sus gavetas.

-No veo nada extraño solo forzaron la gaveta principal.

El viejo intervino.

-No es extraño que la forzaran joven. Lo extraño es que esta tenía un compartimento secreto, me di cuenta cuando lo trajeron hace unas cuantas semanas, observe esto.

El detective observo al viejo carpintero.

-Venga vea esto, aquí está, el que rompió la gaveta sabia que este compartimento existía, así que fue directo a él, lo que este tuviera adentro es un enigma, solo el que se lo llevo sabia a donde buscar y que buscar.

-Si efectivamente, nadie supondría que este escritorio tuviera este compartimento.

Dijo tocándose el bigote desconcertado George Martínez.

-Algo más joven, sabe que este escritorio es muy viejo debe tener por lo menos cien años, pero lo han pintado y restaurado tantas veces que ya no parece una antigüedad, tengo entendido que era el que usaba el difunto William Branes, pero alguna vez según dicen perteneció a Hércules Linton.

George Martínez se despidió del anciano, sin ponerle mucho cuidado en lo que decía de un tal Hércules, lo que le interesaba era que podían estar cerca de quien había forzado el escritorio, George tomo huellas minuciosamente y las guardo, iría directo al forense para determinar si alguna de esas huellas eran de algún sospechoso o de alguien que los pudiera conducir a los que habían asesinado a los tres hombres.

Al  otro lado de la ciudad Verónica revisaba el contenido del portafolio que una vez perteneció a Greg Willianson, ya tenía la lista de los tripulantes del I-21, las fotos de estos cuando se rindieron, muchas cartas que parecían de negocios y una que otra de alguna mujer desconocida que contenía entre sus páginas flores campestres secas, muy amorosas, pero nada en concreto, también  muchas fotos del Cutty Sark, otras de maquinarias relacionadas con grúas y otros implementos, algo que parecía un testamento algo confuso, y varias fotos en donde Willianson estaba al lado de un hombre de rasgos asiáticos, estas últimas estaban fechadas enero de 1965.

Roberto se estaba encargando de ubicar a Francesco Tornatore, el primer sospechoso en el asesinatos de Branes, Prescott, y Norman, ya se había extendido una orden de captura contra el hampón, era cuestión de poco para dar con este, aunque Roberto Ribe sospechaba que el delincuente estaba sobre aviso en todo los movimientos que la policía hacia por capturarlo.