Los pesados vehículos del servicio de bomberos atravesaban velozmente las calles de Londres en dirección a Greenwich, el ensordecedor ruido de los motores y el peculiar sonido de las sirenas se escuchaba a varias calles de distancia, las luces de los rotativos de emergencia eran deslumbrantes, una llamada anónima había alertado a la  chica que se encontraba de turno en ese momento en la central de bomberos, la operadora una joven muy eficiente, tomo nota de inmediato y emitió la orden de emergencia a los  hombres que se encontraban de guardia en la estación de bomberos, en cuestión de pocos minutos gran cantidad de carros de diferentes cuerpos de emergencia atravesaban los municipios de Tower Hamlets, Newham, Barking y Dagenham, las calles no estaban muy concurridas a esa hora de la noche y muy pronto los bomberos llegaron al dique seco de Greenwich, las llamas eran intensas llegaban muy alto, el calor que estas despedían era sofocante e intolerable, los pocos hombres que se encontraban tratando de controlar aquel voraz incendio, poco podían hacer al respecto contaban con pocos equipos para esto, el fuego que consumía aquel montón de madera, que alguna vez fue un hermoso velero, parecía ser incontrolable, ya la policía metropolitana había acordonado el sitio, gran numero de curiosos se amontonaban frente al enorme coloso de madera que ardía en llamas, el capitán de bomberos pronto comenzó a dar órdenes a sus hombres que de inmediato empezaron sus labores.

Casi instantáneamente el jefe de policía teniente Sanders abordo al capitán de bomberos Mc Logan, que se encontraba concentrado en su trabajo de dirigir a su muy eficiente contingente de hombres, su grupo era el más condecorado de todos los cuerpos de bomberos de gran Bretaña.

-Mis hombres trataron de entrar a  la nave, pero debido al humo que salía de esta se les hizo difícil, aunque no parece haber victimas.

En tono algo despectivo, encogiéndose de hombros el jefe de bomberos agradeció al teniente Sanders.

-Gracias teniente, pero nuestro trabajo es verificar de que no haya nadie dentro del barco, mis hombres se encargaran de ahora en adelante, la policía que haga el suyo, no permita que los curiosos se acerquen no sabemos qué peligros se encuentren cerca.

Mc Logan dio la espalda al policía y este lo tomo por el hombro.

-Cree ¿que pueda controlar el fuego?

-Los hombres que estaban encargados del dique y el barco han adelantado algo, creo que pronto el fuego estará totalmente dominado, pero los daños serán casi irreparables, creo que el viejo velero quedara inservible.

Agrego el jefe de bomberos mientras le hacia señas a uno de sus subalternos, indicándole una toma de agua disponible para conectara un pitón.

Algunas horas más tarde los más importantes diarios de la ciudad de Londres reseñaban, la trágica noticia sobre el incendio;

El "Cutty Sark", auténtico icono de la historia de la navegación a vela y una de las principales atracciones turísticas de Londres, sufrió hoy un devastador incendio. Los policías acordonaron una extensa zona en torno al buque en medio de los temores de que puedan explotar algunos bidones con material inflamable que se encuentran alrededor del barco la policía ha desviado el tráfico vehicular de la zona.

 

Un portavoz del cuerpo de bomberos informó de que todo el buque está aun ardiendo, se teme que se pierda uno de los veleros que íntimamente está ligado a la historia naval del Reino Unido.

 

El "Cutty Sark", construido hace 139 años, estaba siendo renovado actualmente, por lo que las visitas turísticas llevaban algún tiempo suspendidas.

 

De inmediato comenzaron las averiguaciones, los policías indicaban que se estaba investigando el siniestro como un "incidente sospechoso". Gran cantidad de agentes de la policía se encontraban examinando las imágenes grabadas por las cámaras de seguridad, que mostraban que había gente en la zona en el momento en que comenzó el fuego en el barco. Algunas cámaras que se encontraban cerca del velero estaban apagadas misteriosamente, otros suponían que se habían dañado por efecto del calor del fuego.

-No hay indicios confirmados de que esas personas que aparecen en la grabación de las cámaras de seguridad estén implicadas en el incidente, porque muchos pueden ser simplemente testigos o peatones que solo pasaban frente al buque.

Manifesto el inspector Bruce Middlemiss, de la Policía Metropolitana a los medios de comunicación que se agolpaban frente a las ruinas humeantes del velero, el cual aun despedía una que otra pequeña llamarada.

El inspector Bruce Middlemiss era un experto y veterano policía de cuarenta años de edad, su hoja de servicio era intachable, ya con anterioridad había efectuado algunas otras investigaciones que habían concluido con éxito. Ahora se le presentaba un reto con el siniestro de un icono de la Inglaterra Victoriana, no era solo un barco el que había ardido en el dique seco de Greenwich, este importante velero era patrimonio histórico de gran Bretaña, en el mundo solo existían dos más con las mismas características del Cutty Sark, este era único en su estilo y estaba por culpa del incendio en ruinas. Al terminar la inspección preliminar del siniestro el inspector Middlemiss, comenzó a bajar la rampa que conducía hasta el pavimento, gran cantidad de periodistas se encontraban esperándolo para poder interrogarlo sobre el acontecimiento.

Sobre un inmenso charco de hollín producto del incendio y el agua derramada por los bomberos para apagar el fuego, los periodistas seguían al inspector que daba órdenes a sus hombres de acordonar el lugar y no permitir a nadie el acceso.

Un periodista de mirada y actitud arrogante del Daily Mirror, le hizo la primera pregunta.

-Inspector Middlemiss, ¿cree usted que lo del incendio del Cutty Sark haya sido intencional?

-Creemos en la hipótesis de que el fuego haya sido intencionado, pero eso debemos investigarlo.

Dijo Middlemiss mientras se apartaba prudentemente de los micrófonos de los periodistas

Otro periodista que estaba cerca se abrió paso entre sus colegas y formulo otra pregunta.

-En ¿que se basa usted para indicar que pudo ser un acto criminal?

Middlemiss, aclaro.

-. Yo no he dicho tal cosa.

Observo al periodista molesto.

-Aun no podemos dar declaraciones al respecto le digo que es solo una hipótesis, ustedes siempre manipulan la información, dejen que hagamos nuestro trabajo, a su debido momento les informaremos de nuestros avances.

-¿Tienen algún sospechoso?

Pregunto una chica que sostenía un teléfono celular el cual acercaba al inspector con insistencia, casi rozándole la cara.

El inspector la observaba desconcertado, tratado de alejarse del objeto pero la chica insistía en colocárselo cerca de su cara.

-Solo le puedo indicar que la policía está investigando el siniestro como un "incidente sospechoso"

Otro periodista pregunto acercándole una pequeña grabadora.

-Tienen alguna prueba ¿que indique que fue un acto criminal?

El inspector que caminaba en dirección al vehículo de policía  que se encontraba aparcado unos metros delante de él, se detuvo y dio una declaración más extensa.

-Los agentes del cuerpo especial ya están examinando las imágenes grabadas por las cámaras de seguridad, que muestran que había gente por la zona en el momento en que comenzó el fuego en el barco, aclaro señores que no tenemos ningún  indicio en este momento de que las personas que aparecen en las grabaciones de las cámaras de seguridad estén implicadas en el incidente, porque muchos pueden ser simplemente testigos, o simples transeúntes, señores les pido calma, no hay mas declaraciones por el momento gracias a todos.

Los periodistas insistían con preguntas de todo tipo, pero el inspector los ignoro totalmente se encamino al auto de policía  abordándolo sin dirigirse nuevamente a los periodistas que se agolpaban insistentemente sobre el vehículo, Middlemiss  le dio una orden al oficial uniformado que estaba frente al volante este encendió el automóvil, tomo la autopista dirigiéndose al comando. Al llegar a la estación el inspector Middlemiss, convoco a una reunión urgente a sus mejores agentes, no había tiempo que perder.

Greenwich fue durante siglos la principal comunicación de Londres con el resto del mundo. Todo lo relacionado con el mar y la navegación estaba siempre muy presente en ese lugar lleno de historia. Greenwich, al este de Londres, posee un glorioso pasado naval para Inglaterra. Es este lugar lleno de misterio que cultiva la imaginación de las personas se encuentra el Royal Observatory fundado en 1675 por patrocinio del rey Charles II. Aquí arranca el famoso meridiano que desde 1884 divide el globo terráqueo en dos mitades. La fundación del observatorio va muy ligada a la historia marítima del país. Aquí vivió y trabajó en el siglo XVIII el astrónomo John Flamsteed, quien catalogo gran cantidad de estrellas que publico en un original manuscrito en 1707, Flamsteed también es recordado por sus conflictos con Isaac Newton, sus contantes diferencias eran muy conocidas en la Royal Society, se dice que Newton intentó robar algunos de los descubrimientos de Flamsteed para su propio trabajo. Newton engañó a Flamsteed utilizando un edicto del rey, y publicó los hallazgos sin dar crédito a Flamsteed. Algunos años después, Flamsteed logró comprar la mayoría de las copias de dicho libro, y públicamente los quemó frente al Observatorio Real, durante muchos años, estos dos hombres que se profesaban un odio visceral se hicieron infinidad de marramuncias y desaires, jamás llegaron a congeniar y se odiaron hasta la muerte. Flamsteed estudio las estrellas y trazo gran cantidad mapas de navegación con gran exactitud. Otro personaje significativo e importante que estuvo presente en Greenwich fue el famoso Edmund Halley quien Calculo por primera vez la órbita de un cometa  que lleva por nombre, Cometa Halley, que atraviesa la órbita terrestre cada 76 años.

Igualmente en Greenwich, colocado en un dique seco muy cerca de las aguas del Támesis, se encuentra Cutty Sark, el último velero que transportó té entre Inglaterra y China durante el siglo XIX, y que ahora se encontraba casi destruido por las voraces llamas de un  misterioso incendio.

Un mensajero toco el timbre de la lujosa mansión ubicada en Leblon en uno de los más elegantes suburbios de la zona sur de Río de Janeiro, en poco tiempo el sirviente de porte elegante vestido de frack negro y zapatos muy lustrados abrió la puerta encontrándose de frente con el mensajero, el joven de la compañía de transporte lo saludo de forma impersonal, haciendo este, el mismo gesto, el muchacho le acerco el recibo para que este lo firmara, no era la primera vez que la compañía llevaba sobres o paquetes a esa misma dirección el joven mensajero ya conocía al mayordomo con anterioridad, aunque no tenían el más mínimo trato, ya existía cierta confianza,  al firmar, el sirviente despidió al joven, cerró la puerta, vio quien enviaba el paquete, se encamino por el pasillo y atravesó la amplia sala decorada suntuosamente con una variada cantidad de muebles de muchos estilos y colores, subió las escaleras en forma de caracol con el pasamanos de madera de ébano pulido, camino por otro pasillo alfombrado de color azul turquesa y flores tropicales que más bien parecía el decorado de un casino de la ciudad de las vegas, a los lados estaba  rodeado de esculturas grecorromanas y cuadros en hermosos marcos de artistas famosos, se detuvo frente a una puerta blanca de dos hojas ricamente labrada y llamo con dos toques pausados, aguardando por unos segundos, del interior de la habitación se escucho una voz un tanto ronca de tono sepulcral que pregunto desde adentro.

-¿Que, sucede?

Se hizo una breve pausa y la voz resonó impaciente nuevamente.

-Sí, ¿qué pasa?

-Señor, disculpe que lo moleste, acaba de llegar un paquete de Italia.

El hombre al otro lado de la puerta, carraspeando y tosiendo bruscamente, casi ahogándose en flema le ordeno de inmediato.

-Pasa,…. Gregorio, pasa hombre….

El mayordomo entro a la habitación que se encontraba en penumbras dando pasos largos se acerco a la gran ventana, corrió una de las cortinas saludando a un hombre de aspecto grotesco, vestido con una pijama de seda de tono verde agua, este aun se encontraba, acostado en la inmensa cama estilo Luis XV, ocupándola casi por completo, el hombre era de aspecto desagradable, de unos casi setenta años, un poco calvo, de piel bronceada nada brillante curtida, poseía  un acento muy peculiar de la parte sur de Italia específicamente de Sicilia. El mayordomo le acerco el paquete, el hombre sumido aun por el sopor del sueño y de una mala noche recibió el paquete bruscamente.

-¿Quien envía esto?

Pregunto viendo al mayordomo, con cierta impaciencia.

-Por lo que dice la nota adherida al paquete es de su hermana, Rosa, viene de Italia.

Dijo Gregorio con cautela mientras observaba al grueso hombre que se desperezaba. Este se incorporo sentándose con dificultad, en la cama, tomo el bulto en sus manos lo inspecciono detalladamente sin abrirlo, con sus rollizos dedos se lo paseaba frente a sus ojos, lo agito varias veces acercándolo a su oído como si este fuera a sonar intempestivamente, le dio unas cuantas vueltas de manera que algo desconcertado se dispuso a abrirlo, pero pronto se detuvo notando que el curioso mayordomo no se retiraba a sus quehaceres con una mirada severa, en tono autoritario le indico.

-Puedes retirarte si necesito algo de ti te llamo.

Dirigiendo una mirada inquisitiva al mayordomo y murmurando en tono audible, para que el sirviente lo escuchara.

-Siempre atento a lo que no debes algún día voy a botarte  de aquí de una sola patada !largo¡

El mayordomo, hizo una reverencia insolente y salió molesto de la habitación por el comentario sarcástico de su amo. Basilio espero a que el imprudente mayordomo se retirara del todo, ya que este siempre permanecía detrás de la puerta inmiscuyéndose en lo que no debía, al estar completamente solo se dispuso a abrir el paquete.

¿Que era aquel paquete que había llegado? ¿Porque su hermana se lo enviaba? ¿que importancia tenia?, habían pasado casi treinta años desde que tuvieran algún contacto con su lejana familia siciliana, aunque siempre mantenía una nutrida correspondencia con su hermana Rosa que era quien lo informaba de todo lo que sucedía en aquellas lejanas tierras, Basilio se había largado de su patria hacia mucho, pronto se dispuso a romper los sellos y ver el contenido, adentro había uno que otro sobre, en especial, uno poco más grueso muy bien atado además una carta con una notoria cinta negra que indicaba que era de su hermana menor Rosa, al abrir el sobre este decía: