Un grito de alerta se escucho desde la cubierta del Cutty Sark, y Catalina subió corriendo al puente.
-¿Qué sucede?
Joaquín el alférez español que habían contratado como traductor le informo que un submarino había emergido frente a ellos. Catalina tomo los binoculares y observo que sobre el puente del submarino ya se encontraban algunos hombres armados.
Willianson se acerco a Catalina para que esta le ordenara que hacer.
-Ordene a los hombres que estén preparados.
Reiterando.
-Dales armas a todos que descubran el cañón, dígales que estén preparados.
El Grumman TBF Avenger paso rasante sobre las dos embarcaciones que ya se encontraban muy cerca una de la otra, el teniente Fulton temía que se iniciara un tiroteo entre las dos naves, noto que el barco de donde provenía la voz femenina era un velero, un velero contra un submarino era algo desventajoso, dentro de la cabina del avión el comentario fue.
-Creo que las cosas se van a poner feas, mi querido Neis, pide ayuda, indica al portaaviones de nuestra posición y que envíen refuerzos.
Misteriosamente las coordenadas que Neis envió al USS Grant jamás se reflejaron en las bitácoras ni en los informes del portaaviones, esto para muchos era un mero formalismo, había muchos submarinos rezagados además muchas embarcaciones japonesas que atender en algunos casos los capitanes de barco o los tripulantes de avión solo los destruían y se acababa el problema.
Tanto el Cutty como el submarino japonés distaban de pocos metros los tripulantes del velero observaban a los marineros japoneses con cierto recelo y desconfianza. Fue entonces cuando Catalina extendió una bandera blanca, uno de los oficiales del submarino ordeno enérgicamente a sus hombres que no dispararan. Por medio de señas internacionales uno de los marineros del Cutty Sark pidió al capitán del submarino que permitiera que Catalina subiera a bordo de la embarcación. Casi de inmediato un pequeño bote de hule zarpo en dirección al submarino con Catalina y uno de los marineros.
Durante años todos los viernes en noche George Martínez acostumbraba a tener un momento de relax y diversión acostumbraba a salir y divertirse pero desde que el inspector Middlemiss le había asignado el caso del Cutty Sark no había vuelto a salir ni a tomarse un solo trago, hoy tenía su primer día libre así que se disponía a disfrutarlo al máximo, llamo a Verónica le indico las cosas pendientes del caso y se dispuso a salir.
El no muy elegante pub donde George Martínez acostumbraba a reunirse con sus antiguos amigos de universidad quedaba muy cerca del puerto de Londres, a George siempre le había gustado aquel sitio, que era agradable y lleno de vida, la música de fondo siempre era variada Queen, ColdPlay, Pink Floyd y los Rolling Stones le daban un ambientes festivo al local, George normalmente conversaba con sus antiguos compañeros de la universidad de su pasión que eran las carreras de auto y el Futbol, siempre terminaban en pequeñas querellas por qué a George no le gustaban los equipos ingleses y siempre apoyaba a los de sur América por su descendencia mexicana, pero en fin siempre todo terminaba en una cordialidad y camaradería única.
George era el último en irse de aquel lugar, no le gustaba que lo llevaran a casa así que tenía por costumbre tomar un taxi, esa noche no era la excepción. Se despidió del barman y el camarero dirigiéndose a la salida, afuera la noche era fresca en apariencia tranquila aun no era tarde, pero a George no le preocupaba la hora, así que decidió caminar un pequeño trecho hasta donde pasaban taxis con frecuencia, de lo que George no se percato era que un hombre, vestido de traje y corbata lo seguía muy de cerca, el extraño lo abordo súbitamente dándole un fuerte golpe en la cabeza, George se defendió a pesar de que el sujeto lo había atacado por sorpresa, con sangre en el rostro George trato de sacar su arma, pero nuevamente el hombre le propino otro golpe, George soltó el arma de modo que esta callo en el piso lejos del alcance de su mano, en un instante el agresor le estaba ahorcando con su propia corbata George estaba a punto de perder el sentido cuando se escucharon una voces de alerta, George perdió el sentido.
Al día siguiente todos en la comisaria se habían enterado de lo sucedido a George Martínez, existía cierto grado de impotencia e indignación quien habría querido agredir al oficial Martínez, pronto el inspector Middlemiss, extendió órdenes de que se investigara lo sucedido a Martínez a fondo, Verónica Stuart ya se encontraba en el hospital averiguando el estado de salud de su compañero.
A pesar de los dos golpes que George recibió en la cabeza no eran mortales casi estuvo a punto de morir ahorcado, además de dos costillas fracturadas y otras contusiones George se encontraba por el momento sedado. De no haber sido por el barman y el camarero del pub que iban saliendo en ese momento George estuviera muerto, ellos al salir del pub para dirigirse a sus casa vieron desde lejos como un extraño agredía sin compasión a George así que corrieron a ayudarlo, el agresor al ver que venían hacia el huyo muy deprisa por las oscuras calles desapareciendo rápidamente.
Verónica logro hablar con el médico que había recibido a George en la madrugada y este le aseguro que no era nada de temer.
-Doctor como se encuentra mi amigo.
-No hay nada que temer señorita, de no haber sido por los dos hombres que lo salvaron no la cuenta, quien lo agredió tenía intenciones de que su amigo no viera un día más en la tierra.
-Doctor usted cree que lo pueda ver.
-Por el día de hoy no es aconsejable mañana tal vez, esta sedado y no creo que pueda hablar con nadie en este momento, le recomiendo esperar, mañana podrá hablar con él.
Verónica ligeramente perturbada salió del hospital dirigiéndose a la jefatura de policía, Verónica no poseía un auto nuevo su Volvo tenía más o menos diez años pero aun cumplía su función, el día de hoy no había utilizado la nueva unidad que le habían asignado en el comando un Peugeot 306 año 2007, ya que no había tenido tiempo de retirarla del estacionamiento de la policía, por haber salido temprano al hospital para saber de su compañero, pronto se encamino por la motorway y al acelerar se dio cuenta de que algo andaba mal con su vehículo, los frenos no respondían además por la velocidad en la que iba se le hacía difícil maniobrar, a medida que el auto tomaba impulso se cambiaba de carril peligrosamente los seis canales de la autopista le parecían irreales, casi de inmediato estuvo encima de los demás automóviles que transitaban cerca de ella, a pesar de la pericia que la chica tenia conduciendo le costaba esquivar a los demás autos sin poder controlar el vehículo dio un golpe contra un mercedes último modelo dejándolo abollado en un costado, luego otro duro golpe con el parachoques derecho contra un pequeño Ford que también quedo arrinconado a un lado de la autopista impidiendo el paso de los vehículos atrás del de Verónica, a Verónica los nervios comenzaron a dominarla, pero tenía que salir de este problema así que se calmo, lo mejor era tratar de buscar un sitio que le sirviera de colchón y así detener el automóvil que tomaba velocidad a medida que avanzaba, poco a poco fue orillándose como pudo cambiando de canales hasta llegar a la defensa el pequeño auto empezó a rasparla, a medida que daba tumbos contra el metal de esta Verónica recortaba, la velocidad, el ruido del metal contra metal era perturbador y terrorífico Verónica, que debía recortar rápidamente la velocidad. de quinta a cuarta, de cuarta a tercera, y así sucesivamente, hasta que el vehículo forzó el motor a la primera velocidad, delante de ella estaba un gran camión estacionado, Verónica tenía que detener el auto lo más pronto posible si no se estrellaría con aquella mole de metal muy diestramente coloco la ultima velocidad que le faltaba la marcha atrás el Volvo se vio detenido de pronto emitiendo un sordo sonido metálico, este se detuvo echando humo por todas partes cuando al fin Verónica reacciono solo estaba a unos centímetros de la parte trasera del camión, respiro hondo y se aferro al volante.
El inspector Middlemiss, recibió una llamada de Verónica.
-¿Qué sucede ahora señorita Stuart?
-¿Creo que alguien trata de deshacerse de George y de mi?
-¿En que se basa usted para hacer tal afirmación señorita Stuart?
-Alguien ha cortado el tubo de los frenos de mi Volvo casi me mato.
El inspector Middlemiss, se mantuvo en silencio.
-¿Está usted bien tiene alguna herida?
-Solo un poco asustada pero estoy bien.
-¿Dónde está?
-En los talleres mecánicos de la policía.
-Espéreme voy para allá en este momento.
-Te dije que no me llamaras aquí.
Dijo molesto el hombre por teléfono mientras se tapaba la ronca voz con un pañuelo.
-¡Es urgente creo que pronto nos van a descubrir jefe! tengo que marcharme del país lo más rápido que pueda.
Afirmo el otro bastante nervioso.
-Estúpido lo has enredado todo, mastates a otro e intestaste matar a dos policías.
El hombre de traje y corbata severamente nervioso, trato de intimidar al que se encontraba del otro lado de la línea.
-Los dos estamos metidos en esto jefe, si yo me hundo usted también se hunde, así que quiero más dinero.
Hubo un momento de silencio.
-Espera mi llamada esta noche, y no me vuelvas a contactar.
El misterioso hombre que estaba al otro lado dela línea pensó que ahora era tiempo de hablar con su superior, tomo el teléfono e hizo una llamada de larga distancia, del otro lado una mujer contesto con acento sensual esta le pidió que esperara, de inmediato un hombre con un marcado acento italiano hablo con tono molesto.
-¿Qué pasa?
-Creo que es hora de que nos ayude, los policías ingleses ya saben todo sobre lo sucedido en el Cutty Sark.
-Espera que alguno de mis hombres se comunique contigo, ten cuidado si te atrapan y se revela toda la operación, ya que el Cutty es solo uno de nuestros trabajos, además necesito la información que se encontraba dentro del velero.
-No tema yo me mantendré en silencio.
-No entiendo por qué hicieron las cosas tan mal, son novatos, no había necesidad del incendio, su trabajo no era ese, son unos ineptos.
-Los hombres pensaron en sacar provecho al barco jefe, pero fue un grave error.
-¿Los hombres o tu? Eres un inepto, espera la llamada que te dije. Francesco se comunicara contigo.
El capitán Akito permitió que la capitana Catalina subiera a bordo del submarino, los marineros japoneses nunca había visto a una mujer capitaneando una nave, al abordar la nave la hermosa rubia noto que la mayoría de los hombres se veían enfermos y agotados era deplorable el estado de aquellos que alguna vez habían sido seres humanos, pero que debido a su aspecto parecían muertos en vida.
Catalina se sintió algo intimidada por el aspecto de aquella tripulación pronto se repuso y hablo con determinación.
-Soy Catalina Dowman, Weymouth capitana del Cutty Sark, y deseo hablar con el capitán.
Ninguno de los hombres le entendía, ya que no hablaban ingles, todos la miraban desconcertados, que era lo que decía aquella mujer. De entre todos los tripulantes de I-21, un pequeño hombre levanto la mano, y dijo con voz sonora.
-¡Yo entiendo ingles!
El capitán Akito, le dijo que se acercara y ayudara a traducir lo que la mujer quería decir.
Mientras el avenger sobrevolaba en círculos donde se encontraban las naves el teniente Fulton le había indicado a su copiloto que a la más mínima alerta de los tripulantes del velero dejaría caer la bomba que traían, en ese momento todos se encontraban en tensión los tripulantes del Cutty, los marineros del submarino y los pilotos del avenger.
Catalina, empezó a hablarle muy cariñosamente al traductor, mostrándole a su vez autoridad.
-Dígale a su capitán que ya no hay motivo para empuñe sus armas, infórmele que la guerra termino hace dos semanas atrás.
El pequeño japonés de nombre kuroshitsuji agrando sus oblicuos ojos, observo a su capitán y transmitió con recelo el mensaje.
-La mujer dice que la guerra término, hace dos semanas.
Todos en el puente se miraron entre sí desconcertados, la mirada del capitán Akito no mostraba ningún signo de creer lo que aquella mujer decía.
-Informe a la mujer que aun no hemos sido informados de tal rendición, esta nave todavía se encuentra en guerra.
El pequeño hombre se acerco a Catalina y le dio la respuesta de su capitán.
-Veo que no me creéis, el 29 de agosto las fuerzas japonesas se rindieron ante el general Douglas MacArthur, veo que es difícil aceptarlo pero así es.
Los marineros, lloraban, otros se miraban desconcertados, no sabían que hacer había incertidumbre por lo que aquella mujer decía, el capitán Akito pidió orden y se dirigió a la mujer.
-No es aceptable lo que usted dice, necesito que un superior mío confirme lo que usted esta afirmando y solo con una orden de mis superiores podre acatar la rendición, esta nave pertenece al imperio del Japón y por ende somos súbditos de tal, no tengo autorizado rendirme.
Catalina no encontraba palabras con que confirmarle al capitán Akito que lo que decía era cierto. Como podía convencer a aquel hombre que ya no había motivos para continuar la lucha, mientras tanto varios aviones avenger se encontraban en la zona el teniente Fulton había regresado a su portaaviones base para recargar combustible y regresar.
El capitán Akito y su primer oficial Tomoya se alejaron un poco y comenzaron a hablar en vos baja, no convenía que la capitana se diera cuenta de que su embarcación no estaba en condiciones operativas y que además que no tenían radio.
El capitán Akito llamo al traductor y le indico que le informara a la capitana que ya era tiempo de que abandonara su nave que por su embarcación tener bandera española los dejaría ir, sospechando que eran británicos disfrazados de navegantes españoles.
Para catalina era desconcertante que el capitán no aceptara que la realidad era otra, así que insistió, ya que la tensión embargaba a ambas partes y en cualquier momento podía suceder lo inevitable los hombres podrían empezar a disparar de ambos lados, ya que el nerviosismo estaba presente entre las dos embarcaciones, los momentos de tensión se notaban tanto en el I-21 como en el Cutty Sark.
-Dígame capitán Akito que es lo que sucede porque no acepta lo que le digo, ya no hay guerra, por lo que puedo observar ustedes no se encuentran en condiciones de seguir combatiendo, además su embarcación no parece estar en buenas condiciones sus hombres se ven exhaustos, no parece que hubieran comido en días y algunos se ven enfermos, además por lo que veo el escorbuto ya está haciendo estragos sobre sus marineros, pienso que es hora de apelar a la razón si no me cree es asunto suyo pero no permita que sus hombres sigan sufriendo, se que algunos de ellos deben estar pensando en sus familias y quieren regresar a casa, sea consciente ya sus superiores se rindieron es hora de que usted haga lo mismo. El capitán Akito se acerco a Catalina, y por medio del traductor repitió lo mismo que había dicho anteriormente.
-Solo por orden de un superior puedo rendir a mis hombres, en cuanto a mi nave eso no lo puedo hacer.
Catalina, pensó por unos momentos que hacer, y fue cuando su rostro se ilumino.
-Quien es su superior inmediato si este está con vida, él le indicara que hacer.
El capitán japonés sospecho que la inglesa sabía que no tenían radio, esto lo ponía en una situación difícil ya que tendría que disponer de la radio que tenía el velero y Akito no confiaba en un barco que no era lo que representaba.
Catalina ordeno al señor Willianson buscar la radio portátil que tenía el Cutty Sark que era para ciertas emergencias. En pocos momentos varios hombres de la tripulación del velero aparecieron con la radio portátil que colocaron sobre las tablas del Cutty, que de inmediato transportaron al submarino japonés.
-Bueno capitán Akito ya es tiempo que me indique quien es su superior inmediato, si no lo desea por precaución aquí tiene esta radio para que se comunique con sus superiores yo me voy a retirar a mi embarcación de usted depende la última decisión, como podrá notar ya no es un avenger el que está volando sobre nosotros sino cuatro de estas naves, espero tome conciencia de su situación y la de sus hombres.
El capitán Akito no tenia salida la opción de la radio le daba un respiro así podía comunicarse con su base y aclarar lo que la inglesa le decía. Si era cierto lo de la rendición su primera orden seria evacuar la nave, y luego hundirla, muy pocos hombres dentro del submarino sabían que el I-21 transportaba una carga muy valiosa que por muchos motivos no podía caer en manos del enemigo.
Verónica Stuart, y el inspector Middlemiss se reunieron en los talleres mecánicos de la policía, el Volvo quedo inservible el motor no funcionaria jamás, pero Verónica se había salvado debido a su pericia al volante.
-Señor inspector, creo que el caso ha tomado varios giros inesperados.
-Si veo que han atentado contra la vida de Martínez y la tuya.
-Tenemos a unos sospechosos y quizás el móvil del incendio, hay pruebas de los documentos que aseguran que ha habido un fraude muchas fueron trucadas o falsificadas.
-Bien ¿qué pruebas son esas?
-El Cutty Sark está respaldado por un seguro, de la International Insurance Company of England, que durante casi cincuenta años se ha renovado automáticamente ampliando su cobertura además del valor del mismo así como en caso de ocurrir algún percance con el barco dicho dinero pasaría las manos de los ejecutivos de Cutty Sark Enterprises para que realicen las labores de reconstrucción y reemplazo de las piezas de Cutty Sark, también existen clausulas como la de la protección de los artículos del museo que se encuentra dentro de la nave todo por un valor de más de 25 millones de libras esterlinas, bien como el seguro se renueva automáticamente, todo los años los ejecutivos firman la renovación sin fijarse en el documento y lo envían a la aseguradora.
-Está usted afirmando que los directivos de Cutty Sark Enterprises, están implicados en algún tipo de fraude con el seguro que posee el Cutty Sark.
-Para nada inspector, ellos no están al tanto de lo que Martínez y yo descubrimos, para ellos el seguro solo está siguiendo las directrices que este indica, y esperan solo a que el seguro pague para empezar a reconstruir la nave, en lo que a mí respecta los ejecutivos Richard Doughty y Chris Livett, son inocentes así que están descartados como sospechosos del incendio.
-Aun no le entiendo señorita Stuart, si ellos son los únicos beneficiarios del seguro como es que usted los descarta, en mi opinión ellos serian los primeros sospechosos ya que recibirían del seguro 25 millones de libras, una muy buena cantidad de dinero, para perderse del mapa y comenzar una buena vida en alguna isla del Caribe.
-Si yo pensé que ellos recibirían ese dinero pero no es así, el seguro con International Insurance Company of England, está a nombre de otra persona que se beneficiaría con el incendio.
El inspector Middlemiss permaneció callado por unos instantes, como era que el Cutty Sark no tenia seguro, y que de los peritos que envió la compañía, y de las investigaciones que estos estaban haciendo.
-Hoy Martínez y yo íbamos a poner sobre la mesa las pruebas que confirmaban que todo realmente era un fraude, para hacerse del dinero del seguro del Cutty Sark y que los ejecutivos de Cutty Sark Enterprises no estaban implicado en el. Pero si un empleado de ellos.
-¿Como llego a esa conclusión señorita Stuart?
Pregunto intrigado el inspector Middlemiss.
-Bien como la renovación del seguro es automática y los señores Richard Doughty y Chris Livett siempre la firman sin tomarse la molestia de revisarla, ni confirmarla el año pasado la renovación quedo a nombre de otra persona, que falsifico el documento original y lo suplanto por otro modificado como el de los de años anteriores.
-¿Explíquese?
-Bien cuando los socios de Cutty Sark Enterprises firmaron el documento no se percataron de que el beneficiario había cambiado, ya que por costumbre no revisaban el documento, la persona que se los entrego había hecho un cambio con el seguro a su favor, algo totalmente legal, luego falsifico el original haciéndolo pasar por uno que se pareciera al de los años anteriores introduciéndolo en los archivos de la compañía como el original, donde los beneficiarios serian los socios de Cutty Sark Enterprises, cualquiera no se daría cuenta a simple vista, aquí es donde entran los peritos de International Insurance Company of England, por los tiempos en que se fraguaba el fraude este empleado de confianza de Cutty Sark Enterprises tenía ya dos socios que trabajaban en la compañía de seguros o sea International Insurance Company of England, y planifico con ellos un incendio que le reportaría el pago del seguro mucho más rápido de lo convenido, solo hacía falta un cómplice mas alguien que no despertara sospechas y que sería fácil de eliminar fue entonces que recurrieron al borrachín de Robert York, durante meses antes del incendio el empleado de confianza de Cutty Sark Enterprises, se congracio con este hombre obsequiándole grandes cantidades de whisky y dinero, para que realizara el incendio, además una parte del dinero del fraude le sería entregada pero York no quiso efectuar el incendio y uno de los peritos tubo que incendiar el barco. Al día siguiente del incendio los dos peritos que eran cómplices de este hombre eliminarían pruebas y modificarían todo para que el seguro pagara al beneficiario la cantidad convenida, pero algo salió mal desde el principio, la policía llego antes que los peritos del seguro y descubrió que el incendio fue premeditado, en el informe aparecía un pequeño bidón a bordo de la nave, los peritos no tuvieron tiempo de destruir esa prueba. Además el cómplice que trabajaba en el Cutty podía hablar y ambos se dispusieron a eliminarlo, fue cuando dos hombres visitaron a Robert York y lo asesinaron, Robert no acostumbraba a entrar en el velero, pero la noche del incidente estaba tan borracho, pero no tanto para ver quien prendió el fuego en la popa del barco, Albert J Turnbull fue el que confirmo esto al decirnos a Martínez y a mí que había luz en esa sección la noche del incendio. Después de la muerte de York, apareció otro hombre muerto que aparentaba no tener relación con los crímenes anteriores pero fue el señor Chris Livett, quien resolvió todo al identificarlo, el nos dijo que era uno de los peritos de International Insurance Company of England y que lo había visto junto a otro hombre realizar los trabajos de inspección a borde del Cutty Sark unas fotos del peritaje lo muestran al lado del otro sospechoso.
-Muy bien Verónica, pero ahora me gustaría saber quién es el misterioso hombre que ha ideado el fraude y los asesinatos.
Con un evidente gesto de triunfo, Verónica continúo su narración.
-William Branes, el asistente del señor Chris Livett, el es la persona que tiene pleno acceso a los documentos de Cutty Sark Enterprises, y el seguro está a nombre de él.
-No entiendo esto es un crimen de alto nivel el sabia que pronto lo descubriríamos el incendio del Cutty Sark es algo que no se podía ocultar, las posibilidades de cobrar el seguro eran remotas, porque arriesgarse además dos homicidios y los intentos contra ti y contra Martínez no entiendo.
-Yo tampoco entiendo porque el riesgo pero hay algo mas inspector, William Branes no actuó solo, además del asesino un hombre llamado Norman Smith, quien Branes llamo en repetidas oportunidades desde su móvil que era quien ejecutaba los trabajos sucios, además tenía otro socio que era el que desviaba nuestra atención y que estaba cometiendo otro crimen paralelo.
-Cual entonces es el verdadero crimen aquí, si ya tenemos al culpable.
-El crimen aquí es el fraude y el robo que se perpetro antes del incendio, el incendio era solo para desviar la atención, la otra teoría es que fue un accidente derivado de todo en conjunto, pero donde Branes era la pieza principal y el principal sospechoso.
-En los depósitos de Cutty Sark Enterprises estaban guardados todo los instrumentos de navegación y piezas únicas en el mundo por un valor real de más de 6 millones de libras están desaparecieron, y fue precisamente ayer cuando nos dimos cuenta.
La orden de captura contra, William Branes se extendió de inmediato los oficiales uniformados lo encontraron cuando se disponía a dejar el país con dirección a Brasil, su intento de fraude había sido un error, ahora pagaría por esto y por ser cómplice de dos asesinatos, el hombre que cometió los homicidios de Robert York y de Cristofert Hughes el otro perito había desaparecido, además también sobre el pesaban los cargo de intento de homicidio contra los oficiales George Martínez y Verónica Stuart.
En cuanto al robo que aparentaba ser el verdadero móvil, ahora se encontraba huyendo el jefe de guardias Louis Prescott, parte del botín de Prescott había sido recuperado, pronto las autoridades darían con él.
A la semana de haber resulto el caso de Cutty Sark el inspector Bruce Middlemiss condecoro a los oficiales George Martínez y a la oficial Verónica Stuart, así mismo el inspector Bruce Middlemiss, fue felicitado por el primer ministro y la reina por haber resuelto el caso del Cutty Sark satisfactoriamente.
William Branes, purgaría muchos años de cárcel, por, fraude e intento de asesinato, robo, así como de atentar contra el patrimonio histórico de la nación eran muchos crímenes para un solo hombre pero el estado británico lo encontró culpable y ahora tenía que pagar por lo que había hecho.