EDICIONES Y TRADUCCIONES DE LOS MABINOGI

Desde principios del siglo hasta nuestros días, estudiosos ingleses y franceses en especial se han preocupado de ofrecer ediciones y traducciones de estos cuentos, haciendo posibles los numerosos estudios y análisis que se han dedicado a ellos. La primera traducción completa de los Mabinogi corrió a cargo de Lady Charlotte Guest, que la publicó en el año 1838, junto con el texto original basado en el manuscrito del Libro Rojo de Hergest[48]. Aun cuando se hayan observado muchas inexactitudes en la transcripción del texto que no fue precedido de un trabajo crítico preparatorio y varias lagunas voluntarias en la traducción, pues Lady Guest entendió los mabinogi como «cuentos infantiles» que no debían presentar pasajes escabrosos, no hay duda de que esta primera publicación fomentó el estudio de estos cuentos celtas. A partir de entonces se han venido realizando excelentes ediciones y hasta el momento los traductores no han dejado de consultar la obra de Lady Guest.

Ediciones

J. Rhys y J. G. Evans ofrecieron en el año 1887 una edición diplomática de los Mabinogi, extraída del manuscrito denominado Libro Rojo de Hergest (llyfr coch Hergest) y que actualmente se encuentra en la Bodleian Library de Oxford[49]. El Libro Rojo es un auténtico corpus de la literatura galesa y consta de 362 folios. El manuscrito está fechado entre 1375 y 1425. Algunos años más tarde, J. G. Evans realizó otra edición del manuscrito denominado Libro Blanco de Rhydderch (llyfr gwyn Rhydderch), actualmente en la National Library of Wales, fechado entre los años 1300-25. Según J. G. Evans, el Libro blanco fue utilizado posiblemente por el copista del Libro rojo, pues en el relato de Kulhwch y Olwen llenó una laguna originalmente en blanco en la columna 467 y 468 del manuscrito de Rhydderch. La edición de Evans posee un extraordinario interés, pues algunas páginas del mabinogi de Branwen (pp. 279-280) están extraídas de un manuscrito muy anterior, fechado en el año 1235. Asimismo, Evans introdujo otros fragmentos del manuscrito Peniarth[50].

En 1930, Ifor Williams publicó una edición de las cuatro ramas de los mabinogi (Pedeir Keinc y Mabinogi), que sirvió de base para otras ediciones posteriores[51]. Las más recientes suelen ofrecer un solo cuento, pero el texto intenta recoger todas las posibles variantes. Así, en 1957, R. L. Thomson realizó una edición de la primera rama de los Mabinogi según el Libro blanco de Rhydderch, pero introduciendo de modo sistemático todas las variantes del Libro rojo de Hergest[52]. En 1968 este mismo autor publicó la primera edición crítica completa de Owein o La dama de la fuente, acompañando el texto inglés de numerosas notas y de un extenso vocabulario[53]. La publicación corrió a cargo del Dublin Institute for advanced Studies, que también nos ofreció una edición de Branwen hija de Llyr debida a D. S. Thomson. Este autor presenta el texto del cuento a partir del Libro blanco de Rhydderch con variantes del Libro rojo de Hergest y del Peniarth[54].

Traducciones

Pocos años después de la traducción de Lady Guest, A. Schultz (San Marte) tradujo al alemán algunos cuentos de los mabinogi[55]; sin embargo, el conocimiento y la difusión de estos relatos se debió, sin duda, a la excelente traducción realizada por J. Loth. Basándose en la edición del Libro rojo, Loth llevó a cabo la primera traducción al francés de los once relatos, acompañándola de numerosas notas a pie de página y de notas críticas donde justificaba sus interpretaciones de distintos conceptos y expresiones, y las comparaba con los que había ofrecido Lady Guest. Son muy numerosas las discrepancias entre la traducción de Lady Guest y la de Loth, aunque a pesar de todo el propio Loth reconoce la gran utilidad de la obra de esta autora inglesa. En su libro, Loth incluyó un apéndice con las tríadas extraídas del Libro Rojo, que habían sido ya publicadas por J. Rhys, de la Myvirian Archaeology of Wales, y del segundo volumen de Skene[56]. Por su parte, Gwyn Jones y Thomas Jones realizaron otra cuidadosísima traducción de los Mabinogi al inglés. Estos autores se basaron de modo especial en el Libro blanco de Rhydderch, y al igual que Loth ofrecieron la traducción de los once relatos añadiendo notas críticas en las que constaban algunas variantes comprobadas en los demás manuscritos (Libro rojo y Peniarth 6, 7, 14, 16). Los Jones supieron conceder un estilo ágil a estos relatos, intentando respetar, en la medida de lo posible, el original galés[57].

Recientemente ha aparecido en Los Angeles (California) una traducción de los Mabinogi y otros cuentos galeses realizada por P. K. Ford. El autor no incluye en su traducción «El sueño de Maxen Wledig» ni «El sueño de Rhonabwy», así como tampoco los tres relatos de posible origen francés. Según J. K. Bollard, Ford ha realizado una traducción cuidada, aunque en muchas ocasiones excesivamente literal, de modo que su inglés resulta casi incomprensibles[58].

La presente traducción

La traducción de los Mabinogi que aquí presentamos se ha podido realizar gracias a las traducciones de J. Loth y G. y Th. Jones. Naturalmente, se han tenido en cuenta las ediciones existentes sobre los Mabinogi, en especial la de D. G. Rhys y G. Evans (The text of the Mabinogion and other Wersh rates from the Red Book of Hergest, 1887), la de G. Evans (The White Book Mabinogion, 1907) y las de R. L. Thomson (Owein, 1975) y D. S. Thomson (Branwen, 1976).

Las enormes dificultades que ofrece la lengua galesa se ponen de manifiesto cotejando las diversas traducciones que se han ofrecido a uno de los pasajes más bellos de los Mabinogi. Me refiero al cuento de Kulhwch y Olwen, cuando éste abandona la casa de su padre para dirigirse a la corte de su primo Arturo:

Mynet a oruc y mab ar orwyd penlluchlwyt pedwar gayaf gauylgygwng carngragen. A frwyn eur kymibiawc yny penn. Ac yftrodur eur anllawd y danaw. A deu par aryanhyeit Wueit yny law. Gleif penntirec yny law, kyuelin dogyn gwr yndy o drum hyt awch. Y gwaet yr ar y gwynt adygyrchei bydei kynt nor gwlithin kyntaf or konyn hyt y llawr pan uei uwyaf y gwlith mis meheuin. Cledíf eurdwern ar y glun arac llauyn eur itaw. Ac hroys eurcrwydyr arnaó. A lliw luchet nef yndi. A llozing elifeint yndi. A deu uilgi uronwyn yon urchyon racdaw a gordtozch rudeur am uynwgy1 pob un o cnwch yfcwyd hyt yfkyuam yr hwn a uei or parth affeu auydei or parth deheu. Ar hwnn auei or parth deheu a uydei or parth affeu. Mal dwy mozwennaw1 yndarware yny gylch. Pedeir tywarchen a ladei pedwarcam y gorwyd mal pedeir gwennawl yn yr awyr uch y benn gweitheu uchtaw gveitheu iftaw. Llen borfor pedeir ael ymdanaw ac aual rudeur vrth pob ael iti. Canmu oed werth pob aual. Gwerth trychan mu o eur gwertuawr a oed yny archenat. Ae warthafleu sangnarwy o benn y glun hyt ymblayn y uys. Ny chwynei ulaen blewyn arnaw rac yfcawnhet tuth y gorwyd y danaw yn kyrchu porth llys arthur.

(Evans, WM, col. 454-455, pp. 227-228).

El pasaje fue traducido por J. Loth del siguiente modo:

Le jeune homme partit sur un coursier á la téte grispommelée, vieux de quatre hivers, aux cuisses puissamment articulées, au sabot brillant comete un coquillage, une bride aux chalnons d’or articulés á la bouche, avec une selle d’or d’un grand prix. Il portait deux javelots d’argent bien aiguisés, un glaive recourbé, d’une bonne coudée jusqu’á la pointe, en prenant pour mesure le coude d’un homme de forte corpulence, capable d’atteindre le vent et de lui tirer du sang: il était plus prompt que la chute de la première goutte de rosée de la pointe du roseau sur le sol au moment où elle est le plus abondante, au mois de juin. A sa hanche pendan une épée á poignee d’or, á lame d’or, á la Barde formée d’une croix émaillée d’or et de la couleur de l’éclair du ciel; son cor de guerre était d’ivoire. Devant lui s’ebattaient deux levriers su poitrail blanc, á la peau tachetée, portant chacun su cou un collier de rubis allant de la jointure de l’épaule á l’oreille. Celui de gauche passait á droite, celui de droite á gauche, jouant ainsi autour de lui comete deux hirondelles de mer. Les quatre sabots de son coursier faissaient voler quatre mottes de gazon, comme quatre hirondelles en l’air, par dessus sa téte, tantôt plus haut, tantôt plus has. Il avait autour de lui un manteau de pourpre á quatre angles, une pomme d’or á chaque extremité de la valeur de cent vaches chacune. Sur ces chausses et ses étriers, depuis le haut de la cuisse jusqu’au bout de son orteil, il y avait de l’or pour une valeur de trois cent vaches. Par un brin d’herbe ne pliait sous lui, si léger était le trot du coursier qui le portait á la cour d’Arthur.

(Mab. I, pp. 191-193).

A su vez, los Jones tradujeron:

Off went the hoy on a steed with light-grey head, four winters old, with well-knit fork, shell-hoofed, and a gold tubular brde-bit in its mouth. And under him a precous gold saddle, and in his hand two whetted spears oí silver. A battle-axe in his hand, the forearm’s lenght of a full grown man from ridge to edge. It would draw blood from the wind; it would be swifter than the swiftest dewdrop from the stalk to the ground, when the dew would be heaviest in the month oí June. A gold-hilted sword on his thigh, and the blade of it gold, and a gold-chased buckler upon him, with the hue of heaven’s lightning therein, and an ivory boss therein. And two greyhounda, whitebreasted, brindled, in front of him, with a rnllar of red gold about the neck of either, from shoulder-swell to ear. The one that was on the left side would be on the right and the one that was on the right side would be on the left, like two seaswallows sporting around him. Four clods the four hoofs of his steed would cut, like four swallows in the sir over his head, now before him, now behind him. A four-comered mantle of purple upon him, and an apple of red gold in each of its corners; a hundred kine was the worth of each apple. The worth of three hundred kine in precious gold was there in his foot gear and: his stirrups, from the top of his thigh to the tip Oí liis toe. Never a. hair-tip stirred upon him, so exceeding light his stedd’s canter under him on his way to the gate of Arthur’s court.

(Mab., p. 97).

En la presente traducción se puede leer:

El joven partió en un corcel de cabeza gris cenicienta de cuatro inviernos de edad, con los muslos poderosamente articulados, cascos brillantes como conchas y un freno tubular de oro en la boca. Montaba sobre una silla de oro de gran precio. Llevaba dos jabalinas de plata bien aguzadas, una lanza empendonada cuya longitud desde el asta hasta el extremo de la punta de hierro era de un codo, tomando por medida el codo de un hombre corpulento. Le habría sacado sangre al viento: era más veloz que la más veloz gota de rocío cayendo de la punta de la caña al suelo cuando más intenso es el rocío en el mes de junio. De su cintura colgaba una espada con empuñadura de oro y hoja de oro y se cubría con un escudo labrado en oro del color del relámpago del cielo, con brocal de marfil. Delante de él retozaban dos lebreles de pecho blanco y piel moteada, llevando cada uno en el cuello un collar de oro rojo desde la coyuntura de la espalda hasta las orejas. El de la izquierda pasaba a la derecha y el de la derecha a la izquierda, jugueteando así alrededor de él como golondrinas de mar. Los cuatro cascos de su corcel iban segando cuatro terrones de hierba, como cuatro golondrinas en el aire por encima de su cabeza, ora delante de él, ora detrás. Encima llevaba una capa púrpura cuadrangular; con cuatro manzanas de oro rojo en cada uno de sus ángulos por valor de cien vacas cada una. En las calzas, estribos y la espada noruega que colgaba de lo alto del muslo hasta la punta del pie, había precioso oro por valor de trescientas vacas. Ni un ápice de su pelo se le agitaba, tan ligero era el galope del corcel en su camino hasta la puerta de la corte de Arturo.

Si bien en líneas, generales las tres traducciones se asemejan bastante, hay que señalar que se han concedido interpretaciones distintas a muchos conceptos:

  1. frwyn eur kymibiwc = une bride aux chanons d’or / a gold tubular bridle-bit / freno tubular de oro.
  2. a deu par aryanhyeit lliueit yny law. Gleif penntirec = deux javelots / deu par)… glaive recourbé (gleif) / two spears, battle-axe / dos jabalinas, lanza empendonada, según la teoría acerca de la expresión gleif penntirec que ofrece M. Watkin.
  3. o drum hyt awch: Loth no traduce drum, los Jones: from ridge to edge / desde el asta hasta el extremo de la punta de hierro, según los convincentes análisis que ofrece M. Watkin de estos términos.
  4. Basándose en el Libro rojo y siguiendo a Lady Guest, Loth traduce a chroes (WM, ac ays) eurcrwydyr arnaw, a la garde f ormée d’une croix émaillé d’or; los Jones, basándose en el WM, entienden que ac ays se refiere a las planchas del escudo: a gold-chased buckler upon him / escudo labrado en oro.
  5. En lugar de lloring, Loth lee en el Libro rojo, llugorn, que traduce por cuerno. Por el contrario, lloring parece hacer referencia, según los Jones, al brocal del escudo.
  6. Ni los Jones ni Loth traducen el concepto sangnarwy que, según M. Watkins, significa «espada noruega».

Todas las traducciones de estos conceptos que no corresponden a las interpretaciones de Loth o de los Jones, se encuentran justificadas en las notas a este relato. Hemos discrepado con estos traductores en otros conceptos, por ejemplo, en el de aureu, que tanto Loth como los Jones traducen por armadura (armour, armure). En distintas ocasiones hemos intentado demostrar en las notas que tal concepto no puede hacer referencia a una protección corporal realizada a base de piezas de metal rígido (a tal tipo de protección se refiere de modo preciso el concepto armadura), sino al conjunto de armas defensivas, por lo que lo hemos traducido por el concepto genérico de armas.

En esta traducción se ha procurado mantener el estilo característico de estos cuentos galeses, que consiste de modo especial en el constante uso del pleonasmo. Así, por ejemplo, en el mabinogi de «Pwyll» se lee varias veces: am pzyt inheu am gosged (WM ansawd) arnat ti (RB 3, WM, 4), tendrás mi figura y mi aspecto. El estilo pleonástico aparece frecuentemente a lo largo de todos los mabinogion, así como la constante repetición de la conjunción ac / ar (y), que se ha procurado mantener siempre que ha resultado posible.

En lo que respecta a la transcripción de los nombres propios hemos seguido las normas establecidas por J. Loth, quien, según sus propias palabras, asumió un compromiso entre la ortografía de los Mabinogi y la moderna. Así la aspirante dental sonora (aproximadamente la th inglesa) se expresa en los Mabinogi por una d que Loth sustituye por una dd moderna para no confundirla con la d. Asimismo adoptó comúnmente la V para la f = V que aparecen al final de las palabras en los Mabinogi. Los demás signos ortográficos pertenecen al galés moderno[59]. Por lo general, Loth no ha traducido en el texto aquellos nombres que poseen significado, dando a lo sumo una idea aproximativa de su sentido en las notas. Por el contrario, los Jones han traducido los nombres galeses con significado en el texto. Por nuestra parte, hemos preferido mantener el nombre en galés añadiendo entre paréntesis las traducciones a los nombres que ofrecen los Jones.

Los once relatos han sido divididos en tres partes distintas. En una primera parte hemos incluido las cuatro ramas de los Mabinogi; en una segunda parte, los cuatro relatos de tradición galesa, para diferenciarlos en una tercera parte de los otros tres relatos de posible tradición francesa. Los once relatos siguen en esta traducción el orden que suelen seguir en otras traducciones, como la de J. Loth o los Jones, pero debe advertirse que en los manuscritos aparecen según otra ordenación. Por ejemplo, en el Libro rojo de Hergest, «Kulhwch y Olwen» aparece después que el «Gereint».

Las notas a pie de página poseen tres funciones principales: justificar algunas traducciones, ofrecer la mayor información posible acerca de los distintos personajes que aparecen en los cuentos y situar los lugares geográficos ofreciendo, cuando es posible, su nombre actual. Las Tríadas ofrecen un material inapreciable para reconocer a los personajes y siguiendo la afirmación de J. Loth, según la cual éstas constituyen el comentario natural de los Mabinogi, nos hemos permitido utilizarlas como la fuente primordial para el reconocimiento de los personajes, así como para desvelar el sentido de algunos sucesos[60].