Agradecimientos
Hay muchas personas a las que tengo que agradecer su contribución a que esta historia viese la luz. A Lauren, que corrigió el manuscrito desde el principio y siempre me dijo cuándo iba en la dirección correcta. A Sarah M. Glover por sus aclaraciones sobre la ciudad de San Francisco y su insistencia en que yo tenía una voz y debía animarme a emplearla. A Elizabeth por permitirme la locura. A Brittany y Angie por reconocerme como una de ellas y dejarme jugar con las chicas hermosas. A Deb por ser la mejor animadora picante del planeta. A mis auténticas modelos de vida, Staci y Janet, en las que está basado todo el personaje de Jillian. A la fantástica Banger Nation, esas maravillosas damas que estuvieron ahí desde el primer capítulo y disfrutaron de lo absurdo conmigo. A las Filets por su apoyo de madrugada y sus constantes verificaciones intuitivas. A las estupendas lectoras y amigas de Twitter que hicieron de la comunicación en 140 caracteres un verdadero placer. A autoras como Laura Kaye, Ruthie Knox, Jennifer Probst, Michelle Leighton, Tiffany Reisz, Karen Marie Moning y Jennifer Crusie por haber escrito algunas de mis historias favoritas. Siempre he sido más lectora que escritora, y nada me hace tan feliz como hablarles a mis amigas de un buen libro que acabo de leer y que no puedo quitarme de la cabeza.
A la comunidad virtual de escritores que me ofreció el honor de crear algo de lo que pudiese sentirme realmente orgullosa y el espacio necesario para hacerlo.
A Keith y Ashley por devolverme las ganas de reír y por jugar conmigo en el podcast de Not Your Mother.
A mi nueva editora Micki Nuding, no solo por haberme aceptado como nueva autora, sino también por tener la dosis de locura necesaria para estar dispuesta a ayudarme a traer al mundo El seductor y mis dos anteriores novelas.
A mi agente Jennifer Schober, con quien conecté la primera vez que hablamos por teléfono, cuando me dijo que era absolutamente normal que un escritor necesitara constantes muestras de aprobación.
Un agradecimiento particular a mi editora y excelente amiga Jessica, que constituye una mezcla perfecta de inteligencia e impertinencia. Eres una perfeccionista, eres un eco en una habitación insonorizada, eres los dos puntos que sustituyen mi punto y coma.
Un agradecimiento muy especial a mi publicista y cómplice Enn, no solo por ser mi barómetro de inmoralidad, sino también por devolverme al redil. Gracias por escuchar mis peroratas, aguantar mis comas y trabajar como una mula. Por cubrirme siempre las espaldas. En el cielo hay un taco que lleva tu nombre.
Y, por supuesto, un gracias enorme a Peter por cuidarme siempre tan bien. Me encantan tus gigantescos pulgares.
Gracias a todas las lectoras, a todas las Nuts Girls, a todas las Bangers, a todas las gallinas. Gracias.
Besos y abrazos,
ALICE