Porque lo que sucede a los hijos de los hombres, y lo que sucede a las bestias, un mismo suceso es: como mueren los unos, así mueren los otros, y una misma respiración tienen todos; ni tiene más el hombre que la bestia; porque todo es vanidad.
Todo va al mismo lugar; todo es hecho de polvo, y todo volverá al mismo polvo.
¿Quién sabe que el espíritu de los hijos de los hombres sube arriba, y que el espíritu del animal desciende abajo de la tierra?
ECLESIASTÉS, 3:20
La muerte es la forma que tiene la naturaleza de decirnos que aflojemos el paso.
PROVERBIO DE UNA ASEGURADORA NORTEAMERICANA