CAPÍTULO 13

 

 

Tu beso sacudió mi boca,

y aún me tiembla el recuerdo.

 

 

 

 

 

 

 

El rostro de Kristen estaba iluminado con una insólita luz cuando entró en la mansión y se dirigió a la cocina, donde Bertha terminaba de preparar la cena.

—¿Qué tal el picnic? —preguntó el ama de llaves.

—Muy bien —respondió Kristen, dejando la cesta de mimbre encima de la mesa.

—¿Le gustó tu tortilla de patatas española?

—Sí, mucho.

Bertha la miró detenidamente.

—Se te radiante, mi niña —observó.

Kristen se ruborizó. Por un momento temió que Bertha adivinara que Liam la había besado. Aunque bien pensado, no era nada malo, ¿no?

—Ha sido una tarde maravillosa, nana —soltó sin poder contenerse. Las palabras acudieron a sus labios en torrente—. Liam es apuesto, diligente, atento, trabajador, caballeroso, amable…

—Te vas a quedar sin adjetivos para describirlo  —dijo Bertha en tono jocoso.

—Es que es tan… —Kristen suspiró—, y tan… ¡Ay, nana, no sé que me pasa con él! —exclamó, dejándose caer en una de las silla.

Bertha se echó a reír tenuemente. Ella sabía perfectamente lo que le sucedía a su niña con Liam Lagerfeld.

—¿Quieres que te diga lo que te pasa? —dijo, aunque no dejó que Kristen respondiera—. Que te estás enamorando.

Kristen esponjó la expresión del rostro, como si de pronto se diera cuenta de ello. Y entonces el corazón le dio un vuelco.

—¿Tú crees, nana? —cuestionó con la ingenuidad de una niña.

El ama de llaves asintió, sonriente.

—Estoy completamente convencida —respondió.

—Pero, ¿tan pronto? —Kristen se mostraba sorprendida —. No sé… Pensé que el amor surgía con el tiempo, con la convivencia, con el trato…

—El amor siempre llega sin avisar —dijo Bertha—. Aparece de improviso y cuando menos te lo esperas. Es impetuoso, precipitado, irreflexivo… No entiende de normas ni de reglas, y no se atiene a razones, y menos a tu edad. Así que, si quieres el consejo de una vieja…

—Tú no eres una vieja, nana —apuntó Kristen.

—Si quieres el consejo de una vieja —repitió Bertha, enfatizando sus palabras—, no lo pienses mucho y simplemente vívelo.

Kristen alzó la mirada. Sopesaba si decirle a Bertha que Liam la había besado, pero tenía la imperiosa necesidad de contárselo a alguien. Estaba exultante.

—Nana… —comenzó a decir en tono de reserva

—¿Sí? —dijo el ama de llaves mientras removía con una cuchara de madera el caldo que se cocía en la olla.

—Esta tarde, mientras paseábamos por Regent´s Park… Liam me ha besado. —Kristen lo soltó como si la frase le quemara en los labios.

Bertha se giró. Kristen pensaba encontrar una expresión de desaprobación en su rostro; las chicas no iban por ahí dejándose besar. Sin embargo, halló un ademán de condescendencia y media sonrisa que la hizo respirar aliviada.

—Mi niña… —dijo con voz maternal—. Liam Lagerfeld te tiene que gustar mucho para que le hayas dejado besarte. Te conozco…

—Fue tan hermoso, nana —apuntó Kristen—, tan suave, tan cálido, tan especial… —Se encogió de hombros.

—¿Habéis vuelto a quedar para veros? —preguntó Bertha.

—Sí, el próximo lunes. Vamos a ir a ver la exposición de Vincent van Gogh en la National Gallery.

El ama de llaves se acercó a Kristen y la rodeó con sus brazos cariñosamente por detrás.

—Me alegra mucho que estés ilusionada con Liam Lagerfeld. Creo que es un buen hombre —opinó.

—Yo también lo creo —dijo Kristen—. Aunque nuestras familias estuvieran enfrentadas hace tiempo. Eso es algo que a nosotros ya no nos incumbe. Es pasado.

Kristen no tenía pensado darle más importancia a aquel asunto. Sin embargo, las palabras de su padrastro brotaron de repente en su cabeza como un fogonazo.

—Nana, ¿puedo hacerte una pregunta?

—Claro —dijo Bertha.

—Scott me ha contado esta tarde que mi padre odiaba a Bernard Lagerfeld. ¿Tú sabes el motivo por el que surgió ese odio?

El ama de llaves dirigió a Kristen una mirada extrañada.

—Lo ignoro —dijo—. Es cierto que los Lagerfeld y los Lancashire siempre han estado como perros y gatos. Es algo que viene de atrás, ya lo sabes. Pero nunca he oído que Gilliam odiara a Bernard.

—Pues Scott está muy seguro de ello. Es como si todo Londres lo supiera.

Bertha hizo memoria. Con expresión meditabunda en el rostro intentó traer a su mente algo que diera certeza a las palabras de Scott, pero no encontró nada entre sus recuerdos.

—Yo llegué a Londres y a esta casa cuando tú naciste. Tu madre me contrató como niñera para que te cuidara y después, cuando creciste, me ofreció el puesto de ama de llaves —explicó Bertha—. Quizá fue por algo que pasó antes de que yo viniera. 

—Quizá… —dijo Kristen, pensativa—. No me he atrevido a preguntárselo a Liam, ni tampoco le he comentado que sé que su padre se suicidó. Esperaré a que él me lo cuente cuando lo considere oportuno. No quiero ser indiscreta.

—Es lo mejor que puedes hacer —le aconsejó Bertha sabiamente—. Son temas muy delicados, y dolorosos.

—Sí que saqué a colación lo de la legendaria enemistad entre nuestras familias…

—¿Y qué te dijo?

—Lo mismo que tú, que los tiempos han cambiado. Dice que todas las ciudades cuentan en su historia con enfrentamientos entre las familias más poderosas. Le parece una mera curiosidad que las nuestras sean uno de esos ejemplos. —Kristen sonrió—. Piensa como yo; que es algo que está en el pasado y que el odio que se tenían la una por la otra murió con el fallecimiento de nuestros padres. Ahí acabó toda enemistad, todo odio. Es un asunto al que no le ha dado ninguna importancia.

—Entonces no tienes de qué preocuparte —señaló Bertha, tranquilizando a Kristen—. El motivo por el que supuestamente tu padre odiara a Bernard Lagerfeld es algo que también ha quedado sepultado en el pasado. Vuestros padres murieron hace muchos años. Los suficientes para que nada de eso vuelva.

—Tienes razón, nana —dijo Kristen—. Pero me pica la curiosidad por saber qué pasó entre ellos. ¿Qué pudo suceder para que naciera una emoción tan fuerte como es el odio?

—¿Quién sabe? —se preguntó Bertha—. Pero sea lo que fuere, a vosotros no debería afectaros.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Vendetta
titlepage.xhtml
part0000_split_000.html
part0000_split_001.html
part0000_split_003.html
part0000_split_004.html
part0000_split_005.html
part0000_split_006.html
part0000_split_007.html
part0000_split_008.html
part0000_split_009.html
part0000_split_010.html
part0000_split_011.html
part0000_split_012.html
part0000_split_013.html
part0000_split_014.html
part0000_split_015.html
part0000_split_016.html
part0000_split_017.html
part0000_split_018.html
part0000_split_019.html
part0000_split_020.html
part0000_split_021.html
part0000_split_022.html
part0000_split_023.html
part0000_split_024.html
part0000_split_025.html
part0000_split_026.html
part0000_split_027.html
part0000_split_028.html
part0000_split_029.html
part0000_split_030.html
part0000_split_031.html
part0000_split_032.html
part0000_split_033.html
part0000_split_034.html
part0000_split_035.html
part0000_split_036.html
part0000_split_037.html
part0000_split_038.html
part0000_split_039.html
part0000_split_040.html
part0000_split_041.html
part0000_split_042.html
part0000_split_043.html
part0000_split_044.html
part0000_split_045.html
part0000_split_046.html
part0000_split_047.html
part0000_split_048.html
part0000_split_049.html
part0000_split_050.html
part0000_split_051.html
part0000_split_052.html
part0000_split_053.html
part0000_split_054.html
part0000_split_055.html
part0000_split_056.html
part0000_split_057.html
part0000_split_058.html
part0000_split_059.html
part0000_split_060.html
part0000_split_061.html
part0000_split_062.html
part0000_split_063.html
part0000_split_064.html
part0000_split_065.html
part0000_split_066.html
part0000_split_067.html
part0000_split_068.html
part0000_split_069.html
part0000_split_070.html
part0000_split_071.html
part0000_split_072.html
part0000_split_073.html
part0000_split_074.html
part0000_split_075.html
part0000_split_076.html
part0000_split_077.html
part0000_split_078.html
part0000_split_079.html
part0000_split_080.html
part0000_split_081.html
part0000_split_082.html
part0000_split_083.html
part0000_split_084.html
part0000_split_085.html
part0000_split_086.html
part0000_split_087.html
part0000_split_088.html
part0000_split_089.html
part0000_split_090.html
part0000_split_091.html
part0000_split_092.html