EMILY Y LOS BARDOS SUBLIMES

Robert F. Young

Que la gente no se interesa demasiado por la poesía es algo que no precisa ser recalcado. Que una exposición de automóviles tiene mayor poder de convocatoria que una asamblea de poetas, tampoco. Pero tal vez convenga señalar (como hace Young en este relato mediante una sugestiva alegoría) que poesía y tecnología no tienen por qué estar necesariamente enfrentadas.