PRESENTACIÓN
Ciencia ficción y humor
Se ha dicho a menudo que la ciencia ficción, con sus habituales visiones alarmantes del porvenir, se inscribe en la corriente del pesimismo crítico. Pero lo cierto es que, por lo general, la ciencia ficción no pretende llevar a cabo profecías agoreras (ni de ningún tipo), sino más bien señalar los peligros a que nos exponemos de persistir en determinadas actitudes, y en este sentido el adjetivo «alarmante» (en su acepción literal: que da la alarma) es mucho más adecuado que el de «pesimista».
Como género eminentemente especulativo, investigador, la ciencia ficción se topa necesaria y constantemente con las contradicciones de nuestra sociedad. Contradicciones que no sólo son alarmantes, sino a menudo también cómicas, o tragicómicas, si se prefiere, lo que explica que el humor rara vez se halle ausente de la ciencia ficción (al fin y al cabo, el humor es una técnica ofensivo-defensiva contra aquello que nos acosa y abruma, y a menudo un excelente recurso crítico).
No sólo la ciencia ficción humorística propiamente dicha constituye una importante y sugestiva vertiente del género (como habrán podido comprobar los lectores de nuestra reciente antología Humor cósmico[*]), sino que, además, en numerosas narraciones no clasificables como estrictamente humorísticas juega el humor un papel importante.
Con tal vez la única excepción de Pliegue en el tiempo, delicioso y patético relato del maestro Wyndham, todas las narraciones de esta selección participan del humor en mayor o menor grado. Desde relatos claramente humorísticos en cuanto a concepción y tratamiento, como Misión de rescate, El malentendido, o la breve pero jugosa aportación de Twain, hasta los sutilmente irónicos como Emily y los bardos sublimes, pasando por un sarcasmo casi cruel, como el de La jaula o Amor, S. A., el lector encontrará en las páginas siguientes los más diversos grados y tipos de humor. Aunque en algunos casos… tal vez tiemble después de haber reído.
CARLO FRABETTI