NOTA

Aunque no existan pruebas de que un submarino alemán varara en Cape Cod, estuvo a punto de suceder en numerosas ocasiones. Ya en febrero de 1941, el almirante alemán Dönitz ordenó un estudio de viabilidad para un ataque submarino por sorpresa contra la Costa Este, y, en enero de 1942, el primer submarino emergió con éxito, sin ser detectado, en el canal del puerto de Nueva York. Durante casi todo 1942, los submarinos alemanes navegaron tan cerca de la zona costera oriental que veían las siluetas oscuras de las personas caminando por los paseos litorales a la luz de los hoteles, coches y casas. Los altos cascos de los buques cisterna soltando vapor en dirección a Europa con alimentos y suministros también estaban iluminados, lo que los convertía en unos blancos fáciles y estupendos. De los 397 barcos hundidos por submarinos en los primeros seis meses de 1942, 171 fueron hundidos cerca de la costa atlántica de Maine a Florida, a la vista de las personas en tierra.

Aunque no podría haber tenido acceso a la grabadora portátil de disco en 1941, lo que Frankie utiliza es un prototipo de lo que se hizo de uso habitual en 1944, permitiendo por fin a los periodistas grabar directamente en el campo de batalla. Me tomé esta libertad con la fecha porque la Segunda Guerra Mundial fue la primera guerra que entró en las salitas de la gente gracias a la radio, y quería destacar el poder de la voz para evocar lo inenarrable, los refugiados hablando al aire en el que se desvanecerán.

La emisión de Edward R. Murrow en el 1, su emisión y los comentarios de Sevareid en el 2, y la emisión atribuida a Ernie Pyle en el 8 están extraídos de World War II on the Air: Edward Murrow and the Broadcasts That Riveted a Nation de Mark Bernstein y Alex Lubertozzi (Sourcebooks, 2003).

El comentario de Martha Gellhorn a Frankie en el 24 es una reconfiguración de lo que escribió en su introducción para The Face of War (Simon and Schuster, 1959). «Pertenecía a una Federación de Casandras, mis colegas eran los corresponsales en el extranjero, que encontraba en todos los desastres.»

Las observaciones de Walter Lippmann sobre la guerra en el 11 proceden de «The Atlantic and America: The Why and When of Intervention», Life, 7 de abril de 1941.