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En un principio sólo las moscas sabrán que hemos muerto y lo dirán con un zumbido morado del color de ciertas flores silvestres que nacen en la orilla de la carretera

todos veníamos con el cordón umbilical bien enredado al cuello parecíamos manzanas rojas moviéndose en medio de la tormenta

la vida no fue más que una tarde lluviosa y es mejor ahora que todo ha pasado