EL MIEDO TRIPULA LOS COHETES
El Servicio Médico Interestelar era casi la única organización galáctica superviviente que respetaba a cada uno de los cientos de planetas habitados. Pero cuando este servicio irrumpió en el Sector Estelar Doce, se originó una situación peligrosísima.
Cuando Calhoun sacó su navío médico de la velocidad llamada superimpulsión cerca de Weald, planeta de dicho sector, no podía ni imaginar siquiera los riesgos que iba a correr. Pero la crisis le alcanzó como la onda expansiva de una bomba, en el mismísimo instante en que solicitó coordenadas para el aterrizaje:
—¡Contaminación! ¡Movilización general! ¡Alerta! ¡Mueran los pieles-azules! —así, con estas frases le saludaron.
Y empezó a parecer todo un caso de nerviosismo cósmico que sólo la más drástica cirugía orbital podría curar.