
Patrulla de Caminos
Patrouille auf dem Highway
Palabras
1. abruptamente - unvermittelt
2. alto - laut
3. antena - Antenne, die
4. autopista - Highway, der
5. azul - blau
6. bajar - herunternehmen
7. caja – Schachtel, die
8. cantó - sang
9. capó – Motorhaube, die
10. cliente - Kunde, der
11. colgar - hängen
12. compró - kaufte
13. conducir - fahren
14. conectaba - verband
15. conocido - Bekannte, der
16. constantemente - fortwährend
17. corrió - rannte
18. criminal - Verbrecher, der
19. cuello - Hals, der
20. deber – Pflicht, die
21. decidir - entschließen
22. dejar caer – fallen lassen
23. dejó caer – ließ fallen
24. ejecución - Hinrichtung, die
25. ejemplo - Beispiel, das
26. encendió – zündete an
27. entregó - reichte
28. escapó - floh
29. estantería - Regal, das
30. evidente - offensichtlich
31. falso - falsch
32. farola - Laternenpfahl, der
33. Ford - Ford
34. foto - Foto, das
35. frenar – bremsen
36. freno – Bremse, die
37. historia - Stockwerk, das
38. hizo una pausa – machte eine Pause
39. imposible - unmöglich
40. informó - berichtete
41. jefe - Chef, der
42. jugó - spielte
43. jurar - schwören
44. largo - lange
45. llorar - weinen
46. mal - schlecht
47. matrícula – Nummernschild, das
48. mirar - anstarren
49. modelo - Modell, das
50. nervio - Nerv, der
51. nevar - schneien
52. nieve – Schnee, der
53. operación - Operation, die
54. oscurecer – dunkel werden
55. pájaro - Vogel, der
56. peligro, riesgo - Risiko, das
57. persecución - Verfolgungsjagd, die
58. pintado - gemalt
59. principio - Prinzip, das
60. punto de mira - Fadenkreuz, das
61. quedó bamboleándose – stand wankend
62. recomendar - empfehlen
63. recordar - sich erinnern
64. se dio a la fuga – ist geflüchtet
65. sirena - Blinklicht, das
66. tablero de mandos - Armaturenbrett, das
67. tanque - Tank, der
68. vendedor - Verkäufer, der
69. violó - verletzte
Pasó otro mes. Paul Rost volvió a sus asuntos habituales. La Policía le pidió ayuda varias veces, cuando no tenían personas suficientes. Una vez tuvo que trabajar en la carretera que conectaba la ciudad con un campo de aviación militar. Era por la tarde y ya había empezado a anochecer. Casi no había coches en la carretera. En algún lugar cantaban los pájaros. Las primeras estrellas empezaban a aparecer en el cielo. De repente comenzó a nevar. Paul salió del coche y encendió un cigarillo. Miró el anillo que Lisa le había dado. Se quedó allí, de pie, con la nieve cayendo sobre su pelo.
La radio del coche comenzó a hablar: “Atención a todas las unidades. Un coche blanco se estrelló contra una farola y se dio a la fuga."
Después de un corto espacio de tiempo, pasó un coche blanco con la música muy alta. Paul tuvo tiempo de percibir que el coche estaba muy dañado y que había algo sobre él. Montó en su coche, puso la sirena sobre el capó y salió detrás. Lo alcanzó y lo detuvo. De él salió un hombre. Se quedó de pie bamboleándose y Rost se dio cuenta de que estaba borracho. El hombre sonrió y le entregó a Rost sus documentos.
"¿Cómo está, oficial?" preguntó. Paul miró al coche sin poder creer lo que estaba viendo. Sobre él había una farola.
"Gracias. Estoy bien," dijo Paul, "¿Qué es lo que hay encima del coche?" preguntó Rost señalando la farola.
El hombre miró el poste durante largo rato y después dijo: “Estaba ahí cuando compré el coche, lo juro," miró a Rost, "Creo que es una antena de GPS. ¿Usa usted el GPS, oficial? Gran invento, se lo recomiendo," se sujetó al coche con la mano para evitar caerse. Paul Rost llevó al hombre a la comisaría.
En la comisaría pidieron a Rost que ayudara a un grupo de policías que estaban buscando a dos hombres que se habían fugado de la prisión. En una tienda saltó la alarma y Rost fue allí con uno de los oficiales de policía. Cuando llegaron allí había unos cuantos clientes y un vendedor. El vendedor era Bruno, el conocido de Paul Rost.
"Buenas tardes. Ha saltado su alarma," dijo el policía.
"Buenas tardes. ¿Ha saltado una alarma? ¿En nuestra tienda?" preguntó el vendedor.
"Sí, en su tienda," contestó el policía.
"No, debe haber algún error," Bruno miró a Rost, "Aquí todo está bien. Paul, quiero darte el regalo que te prometí. Amigo, coge esa caja azul que está en la estantería," pidió Bruno.
"¿Qué es, Bruno?" dijo Paul, sorprendido.
"Adelante, ábrela. Creo que te gustará," sonrió el vendedor. Paul fue a la estantería y cogió la caja azul. Tenía pintadas flores amarillas. Paul miró a Bruno con sorpresa. Bruno le devolvió la mirada en silencio. Paul abrió la caja y sacó un vestido de mujer. El vestido era azul con flores amarillas.
"¿Qué es esto?" se sorprendió Paul de nuevo.
"Es un vestido de mujer, amigo," respondió el vendedor, "Para tu mujer," sonrió Bruno.
"Pero si yo no estoy casado," Paul no comprendía.
"Bueno, hoy no estás casado y al día siguiente puedes estarlo," dijo Bruno con seriedad, "La vida – no es fácil. Por ejemplo, ahora yo estoy bien y dentro de cinco minutos me podría pasar algo," dijo el vendedor.
"Me lo llevaré después. Gracias," Paul volvió a poner la caja del vestido en la estantería y salió de la tienda. El policía salió con Paul. Montaron en el coche y condujeron de vuelta a la comisaría. Rost miró atentamente las fotos de los criminales fugados. Iban por la carretera que pasaba por delante del aeródromo.
"Se escaparon de una prisión que está a trescientas kilómetros de aquí. ¿Por qué los buscan por esta zona?" preguntó Rost.
"Uno de ellos tiene aquí a su mujer y a su hijo. Se llama Arthur Stravinsky. Se fugaron de la cárcel la semana pasada, y hace tres días, la mujer y el hijo desaparecieron,” dijo el policía.
"¿Por qué están cumpliendo condena?" preguntó Rost.
"Arthur Stravinsky cumple condena por un atraco a mano armada a un banco. Es una larga historia. Los periodicos hablaron de ella," continuó el policía, "Su niño necesitaba someterse a una cara operación, y él atracó el banco para pagarla. Después hubo una persecución. Y durante la persecución uno de los coches de policía volcó y murió el policía que lo conducía.” El policía miró a Rost, “Por supuesto, lo condenaron a cadena perpetua. Ésa es la historia,” concluyó.
"Así que están buscando a toda la familia," dijo Paul. Hizo una pausa y después añadió, “Mira, hoy tengo que ir al médico. ¿Puedes dejarme por allí cerca?” Preguntó Rost.
"Oh vamos. Así se empieza. Yendo al médico… poniéndose enfermo… ¿Tú crees que yo quiero buscarlo?” el policía miró a Paul. Paul no tuvo tiempo de contestar porque el policía pisó abruptamente el freno.
"Ahí hay un Ford azul," dijo el policía, "Su mujer tiene un Ford azul de este modelo. Tenemos que comprobarlo. ¡Ven conmigo!" el policía miró a Rost. Salieron del coche y caminaron hacia el Ford azul. El coche estaba vacío. El oficial de policía comprobó el número de matrícula en la radio. El número era falso. El policía pidió refuerzos.
"Puede que estén ahí," dijo el policía, señalando un gran hangar. Entraron en el hangar, donde había varios aviones pequeños. En uno de ellos había gente. El policía señaló el avión a Rost, sacó una pistola y fue hacia el otro lado. Rost también sacó la pistola y caminó desde el lado opuesto hacia el avión en el que había gente. Pero entonces vio la cara de un niño en la ventanilla de otro aeroplano. Rost caminó despacio hacia el avión y abrió la puerta. En su interior estaban Arthur Stravinsky, su mujer y su hijo. El hombre intentaba poner en marcha el avión, pero levantó las manos cuando vio que Rost llevaba una pistola. Rost los miró atentamente durante un largo espacio de tiempo. Entonces fue al tablero de mandos y arrancó el motor.
"No pierdan tiempo," le dijo al hombre. El hombre puso las manos lentamente sobre el tablero de mandos. A continuación el avión empezó a avanzar hacia la puerta del hangar. El policía corrió hacia él, disparando. Paul Rost se tiró sobre el policía y cayó con él al suelo.
"¡Puedes matarlos a todos si le das al tanque de combustible!” gritó Paul al policía. Éste apuntó con su pistola a la cara de Rost y disparó. Ya ha acabado todo…
"¡Levanten las manos y salgan del avión!" Rost escuchó la voz del policía, "Paul, ¡apártate y manténlos en tu blanco de tiro!"
Paul Rost todavía estaba al lado del avión, apuntando con su pistola al hombre que estaba dentro, cuando el policía se le acercó por detrás. Paul no se separó del avión. Permaneció allí y miró al niño y a su padre. El niño fue junto a su padre y le rodeó el cuello con el brazo, mirando a Rost.
"Papá, ¿qué quiere ese señor?" le preguntó a su padre. Arthur Stravinsky miró a Rost sin bajar las manos. No podía salir del avión, porque Rost estaba justo al lado de la puerta.
"Rost, ¡apártate inmediatamente del avión!" gritó el policía.
"Papá, ¿qué quiere ese señor?" volvió a preguntar el niño. El hombre miró a Rost y al policía sin dejar caer las manos. Era evidente que tenía miedo de que el policía disparara. Quería salir, pero Rost estaba justo al lado de la puerta y no se apartaba.
“Rost, ¡apártate inmediatamente del avión!" repitió el oficial.
Rost fue al tablero de mandos y puso el motor en marcha.
"Detective Paul Rost, ¡baje la pistola y apártese del avión!" gritó el policía, disparando al aire.
"¡No pierdan tiempo!" gritó Rost, y cerró la puerta del avión. Dejó caer su pistola al suelo, se volvió al policía y levantó las manos.
"¿Quieres arrestarme? Adelante," dijo Rost al policía. El avión fue hacia la puerta del hangar. Pero en ese momento apareció junto a la salida un gran grupo de oficiales de policía en coche. Bloquearon el paso al avión. El hombre detuvo el avión para no poner en peligro la vida de su mujer y su hijo. Salió con el niño, que continuaba colgando de su cuello. Su mujer se acercó a él y empezó a separar al niño, quien empezó a llorar. Paul se dio la vuelta para no ver ni oir nada. Salió del hangar. El jefe de policía se le acercó.
"Así que, detective Rost, ¿les pasa algo a sus nervios? ¿Sabe que tengo que arrestarlo por ayudar a un criminal?" miró a Paul, "Mañana por la mañana vendrá y hará un informe," dijo, y se alejó de Paul.
Sacaron a Arthur Stravinsky del hangar para llevarlo a un coche de policía. Vio a su mujer y a su hijo, que estaban al lado del hangar. De repente se dio cuenta de que no los volvería a ver más. Los miró y no podía apartar los ojos de ellos. Sus ojos eran como los de un loco. Luego empezó a gritar: "¡Recordadme! ¡Recordadme!," les gritó, "¡Hijo, recuérdame! ¡Recuérdame, hijo! ¡Y tú, Mary, recuérdame! ¡Recuérdame como soy ahora! ¡No me olvidéis! ¡No me olvidéis nunca!" Los policías lo metieron en el coche, pero él segúia gritando como un loco. Paul Rost miraba constantemente para el hombre. El coche se alejó, dejando atrás a la desconsolada mujer y al niño.
Rost volvió a casa. Cuando estaba llegando, vio a Peter Ashur dentro de un coche.
"¿Cómo está, Paul?" dijo Ashur cuando Rost se le acercó. Rost se detuvo y lo miró.
"Pensé que le interesaría saber," continuó Ashur, encendiendo un cigarrillo, "que Lisa Pandora está en la cárcel de Mezzeh, en Siria. Está esperando a que la ejecuten,” Ashur miró a Paul a los ojos.
"¿Por qué no está con ella?" preguntó Paul.
"Como siempre, ha violado los términos de nuestro acuerdo. Y, como sabe, soy un hombre de principios. Le di libertad para hacer lo que quiera," Ashur miró de nuevo a Rost, "Usted sabe tan bien como yo que si decide algo es imposible detenerla."
"¿Cuánto tiempo le queda?" preguntó Rost.
"Quizás un día, o puede que un mes. Quién sabe," dijo Ashur, y se fue.
Patrouille auf dem Highway
Ein weiterer Monat verging. Paul Rost kehrte zu seinen üblichen Angelegenheiten zurück. Die Polizei bat ihn manchmal um Hilfe, wenn sie nicht genügend Leute hatten. Einmal hatte er Dienst auf der Straße, die das Flugfeld des Militärs mit der Stadt verband. Er war Abend und es wurde bereits dunkel. Es waren fast keine Autos auf der Straße. Irgendwo sang ein Vogel. Man konnte die ersten Sterne am Himmel sehen. Plötzlich begann es zu schneien. Paul stieg aus und zündete sich eine Zigarette an. Er sah den Ring an, den ihm Lisa gegeben hatte. Er stand dort und rauchte und der Schnee fiel langsam auf seine Haare.
Aus dem Funkgerät im Auto hörte man: „Achtung, alle Einheiten! Ein weißes Auto ist in einen Laternenpfahl gefahren und ist vom Tatort geflüchtet.“
Einige Zeit später fuhr ein weißes Auto vorbei. Aus dem Auto kam sehr laute Musik. Es dauerte einige Zeit bis Paul bemerkte, dass das Auto schwer beschädigt war, und dass etwas auf dem Auto lag. Er stieg in sein Auto, montierte ein Blinklicht auf dem Dach und fuhr dem weißen Auto nach. Er holte das weiße Auto ein und stoppte es. Ein Mann stieg aus dem weißen Auto aus. Er wankte und Rost merkte, dass der Mann betrunken war. Der Mann lächelte und gab Rost seinen Ausweis.
„Wie geht es Ihnen, Herr Polizist?“, fragte er. Als Paul das Auto ansah, traute er seinen Augen nicht. Auf dem Auto lag ein Laternenpfahl.
„Danke. Mir geht es gut“, sagte Paul. „Was ist das auf dem Auto?“ Rost zeigte auf den Laternenpfahl.
Der Mann starrte lange auf den Pfahl und sagte dann: „Das war da, als ich das Auto gekauft habe. Ich schwöre.“ Er sah Rost an: „Ich glaube, es ist eine GPS Antenne. Verwenden Sie GPS, Herr Polizist? Das ist großartig. Ich kann es nur empfehlen“, er hielt sich mit der Hand am Auto fest um nicht umzufallen. Paul Rost brachte den Mann auf die Polizeiwache.
Auf der Polizeiwache fragten sie Rost, ob er einer Gruppe Polizisten helfen könne, die gerade zwei aus dem Gefängnis geflohene Männer suchte.
In einem Laden ging der Alarm los und Rost fuhr mit zwei Polizisten hin. Als sie im Laden ankamen, waren einige Kunden und der Verkäufer anwesend. Der Verkäufer war Bruno, Paul Rosts Bekannter.
„Guten Tag. Ihr Alarm ist losgegangen“, sagte der Polizist.
„Guten Tag. Ein Alarm ist losgegangen? Hier?“, fragte der Verkäufer.
„Ja. Hier“, antwortete der Polizist.
„Nein, das muss ein Fehler sein.“ Bruno sah Rost an. „Alles ist in Ordnung hier. Paul, ich möchte dir das Geschenk geben, das ich dir versprochen habe. Mein Freund, nimm die blaue Schachtel aus dem Regal“, bat Bruno.
„Was ist das, Bruno?“, sagte Paul überrascht.
„Komm, öffne sie. Ich glaube, du wirst es mögen“, der Verkäufer lächelte. Paul ging zum Regal und nahm die blaue Schachtel. Gelbe Blumen waren auf die Schachtel gemalt. Paul sah Bruno überrascht an. Bruno sah ihn schweigend an. Paul öffnete die Schachtel und nahm ein Kleid heraus. Das Kleid war blau mit gelben Blumen.
„Was ist das?“, Paul war erneut überrascht.
„Das ist ein Kleid, mein Freund“, antwortete der Verkäufer. „Für deine Ehefrau“, Bruno lächelte.
„Aber ich bin nicht verheiratet“, Paul verstand es nicht.
„Gut, heute bist du nicht verheiratet, aber morgen wirst du vielleicht heiraten“, sagte Bruno ernst. „Das Leben - das ist keine einfache Sache. Zum Beispiel geht es mir jetzt gut und in fünf Minuten wird vielleicht etwas Schlimmes passieren“, sagte der Verkäufer.
„Ich werde es später mitnehmen. Danke“, Paul stellte die Schachtel mit dem Kleid zurück ins Regal und verließ den Laden. Der Polizist ging mit Paul hinaus. Sie stiegen ins Auto und fuhren zurück zur Polizeiwache. Rost sah sich die Fotos der entflohenen Verbrecher genau an. Sie fuhren auf einer Straße, die am Flugfeld vorbeiführte.
„Sie sind aus einem Gefängnis entflohen, das dreihundert Kilometer entfernt von hier liegt. Warum werden sie hier gesucht?“, fragte Rost.
„Die Frau und der Sohn von einem der beiden Männer leben hier. Sein Name ist Arthur Stravinsky. Sie sind letzte Woche aus dem Gefängnis ausgebrochen und vor drei Tagen sind die Frau und das Kind verschwunden“, sagte der Polizist.
„Warum saßen sie im Gefängnis?“, fragte Rost.
„Arthur Stravinsky saß wegen eines bewaffneten Banküberfalls im Gefängnis. Es ist eine lange Geschichte. Sogar die Zeitungen berichteten darüber.“ Der Polizist erklärte weiter: „Sein Kind benötigte eine teure Operation. Er hat die Bank ausgeraubt, um für die Operation zu zahlen. Dann gab es eine Verfolgungsjagd. Und während der Verfolgungsjagd verunglückte eines der Polizeiautos. Ein Polizist wurde getötet.“ Der Polizist sah Rost an. „Natürlich bekam er lebenslänglich. Das ist die Geschichte“, sagte er abschließend.
„Also suchen wir die ganze Familie“, sagte Paul. Dann fügte er hinzu: „Schau mal, ich muss heute zum Arzt. Kannst du mich hier irgendwo aussteigen lassen?“, fragte Rost.
„Oh, komm’ schon. So beginnt es immer. Zum Arzt gehen... Krank werden... Glaubst du etwa, dass ich ihn suchen will?“, der Polizist schaute Paul an. Paul hatte keine Zeit zu antworten, weil der Polizist unvermittelt auf die Bremse stieg.
„Dort drüben ist ein blauer Ford“, sagte der Polizist. „Seine Frau hat einen blauen Ford dieses Modells. Wir müssen es überprüfen. Komm mit!“, der Polizist schaute Rost an. Sie stiegen aus und gingen zu einem blauen Ford. Das Auto war leer. Der Polizist überprüfte das Nummernschild über Funk. Das Nummernschild war gefälscht. Der Polizist rief Verstärkung.
„Sie sind vielleicht da drinnen“, der Polizist zeigte auf einen großen Hangar. Sie gingen in den Hangar. Im Hangar standen einige kleine Flugzeuge. Ein einem der Flugzeuge waren Menschen. Der Polizist zeigte Rost das Flugzeug, zog eine Waffe und ging auf die andere Seite. Rost zog auch eine Waffe und ging von seiner Seite aus zum Flugzeug mit den Menschen. Aber dann sah er das Gesicht eines Jungen im Fenster eines anderen Flugzeuges. Rost ging langsam zu dem Flugzeug und öffnete die Tür. Arthur Stravinsky saß im Flugzeug, zusammen mit seiner Frau und mit seinem Kind. Der Mann versuchte das Flugzeug zu starten, aber als er sah, dass Rost eine Waffe hielt, hob er die Hände. Rost sah sie lange genau an. Dann schaute er auf das Armaturenbrett und startete den Motor des Flugzeuges.
„Verlieren Sie keine Zeit“, sagte er zu dem Mann. Der Mann legte seine Hände langsam auf das Armaturenbrett. Dann begann sich das Flugzeug langsam zum Ausgang des Hangars zu bewegen. Der Polizist rannte zum Flugzeug und feuerte Schüsse ab. Paul Rost stürzte sich auf den Polizisten und fiel mit ihm zu Boden.
„Du kannst alle umbringen, wenn du den Treibstofftank triffst!“, schrie Paul den Polizisten an. Der Polizist richtete seine Waffe auf Rosts Gesicht und schoss... Es ist alles vorbei...
„Heben Sie die Hände und steigen Sie aus!“, hörte Rost den Polizisten sagen. „Paul, geh weg vom Flugzeug und behalte sie im Fadenkreuz!“
Paul Rost stand immer noch neben dem Flugzeug und richtet seine Waffe auf den Mann im Flugzeug, als der Polizist sich von hinten näherte. Paul ging nicht vom Flugzeug weg. Er stand dort und schaute das Kind und dessen Vater an. Der Junge ging zu seinem Vater und legte ihm den Arm um den Hals, er starrte Rost an.
„Papa, was will dieser Mann?“, fragte er seinen Vater. Arthur Stravinsky schaute Rost an ohne seine Hände herunterzunehmen. Es war offensichtlich, dass er Angst hatte, dass der Polizist schießen würde. Er wollte aussteigen, aber Rost stand gleich neben der Tür und ging nicht weg.
„Rost, geh sofort vom Flugzeug weg!“, wiederholte der Polizist.
Rost schaut das Armaturenbrett an und startete den Motor.
„Detektiv Paul Rost, nimm deine Waffe herunter und geh vom Flugzeug weg!“, schrie der Polizist und schoss in die Luft.
„Verlieren Sie keine Zeit!“, schrie Rost und schloss die Flugzeugtür. Er ließ seine Waffe auf den Boden fallen, drehte sich zum Polizisten und hob seine Hände.
„Willst du mich festnehmen? Na dann los“, sagte Rost zu dem Polizisten. Das Flugzeug fuhr zum Ausgang des Hangars. Aber in diesem Moment tauchte eine große Gruppe von Polizisten in Polizeiautos in der Nähe des Ausgangs auf. Sie blockierten den Weg des Flugzeuges. Der Mann stoppte das Flugzeug, um das Leben seines Kindes und seiner Frau nicht in Gefahr zu bringen. Er stieg aus dem Flugzeug aus, aber das Kind hielt sich immer noch an ihm fest. Das Kind begann zu weinen. Paul drehte sich weg, um das alles weder zu sehen noch zu hören. Er verließ den Hangar. Der Polizeichef ging zu Rost.
„Also, Detektiv Rost, gibt es ein Problem mit Ihren Nerven? Sie wissen, dass ich Sie festnehmen muss, weil Sie einem Verbrecher geholfen haben?“ Er schaute Paul an. „Morgen früh müssen Sie vorbeikommen und Bericht erstatten“, sagte er und ging weg.
Sie brachten Arthur Stravinsky nach draußen, um ihn in ein Polizeiauto zu setzen. Er sah seine Frau und seinen Sohn, die in der Nähe des Hangars standen. Plötzlich wurde ihm bewusst, dass er sie nie wieder sehen würde. Er schaute sie an und konnte seinen Blick nicht von ihnen wenden. Seine Augen glichen den Augen eines Verrückten. Dann begann er zu rufen: „Erinnert euch an mich! Erinnert euch an mich!“ Er rief ihnen zu: „Sohn, erinnere dich an mich! Erinnere dich an mich, mein Sohn! Und du, Mary, erinnere dich an mich! Erinnert euch an mich, so wie ich jetzt bin! Vergesst mich nicht! Vergesst mich niemals!“ Die Polizisten setzten ihn in das Auto, aber er schrie immer noch wie ein Verrückter. Paul Rost schaute den Mann fortwährend an. Das Auto fuhr weg und die weinende Frau und der Junge wurden zurückgelassen.
Rost fuhr nach Hause. Als er zu seinem Haus ging, sah er Peter Ashur in einem der Autos.
„Wie geht es dir, Paul?“, sagte Ashur als Paul zu ihm ging. Rost blieb stehen und sah Ashur an.
„Ich dachte, es würde dich interessieren,“ setzte Ashur fort und zündete sich eine Zigarette an, „dass Lisa Pandora im Mezzeh Gefängnis in Syrien ist. Sie wartet auf ihre Hinrichtung“, Ashur schaute Paul in die Augen.
„Warum bist du nicht bei ihr?“, fragte Paul.
„Wie üblich hat sie unsere Vertragsbedingungen verletzt. Und, wie du weißt, bin ich ein Mann mit Prinzipien. Ich habe ihr die Freiheit gelassen zu tun, was sie will“, Ashur schaute Paul erneut an. „Du weißt genauso gut wie ich, dass es unmöglich ist, sie zu stoppen, wenn sie sich zu etwas entschließt.“
„Wie viel Zeit bleibt ihr?“, fragte Rost.
„Vielleicht ein Tag, vielleicht ein Monat. Wer weiß“, sagte Ashur und fuhr weiter.
Repaso de Nuevo Vocabulario
1
- ¿Podrías decirme si estamos en marzo o si ya es abril?
- Hoy es treinta y uno de marzo. Mañana es uno de abril.
- ¿Podrías decirme qué hora es?
- Déjame mirar en el teléfono. Son las diez y media.
- Gracias. Por cierto, ¿hace frío?
- Hay mucha niebla pero no hace frío.
2
- Regálame un coche.
- No.
- ¡Hoy estás raro, querido!
- No, hoy estoy normal, querida. ¡Pero no te daré dinero para un coche nuevo!
- ¡Pero un coche nuevo es algo muy importante para mí! ¡Regálamelo!
- Para mí no es importante en absoluto. No te lo voy a regalar
- Sabes, tu antena no capta todos los canales, querido.
- ¡Y a ti te faltan unos cuantos botones en el panel de control, mi amor!
3
- El tanque de combustible de mi coche está vacío.
- ¿A dónde quieres ir, querida?
- Al salón de belleza, cariño.
- Estás muy guapa como estás.
- ¡No he vuelto a ir desde el domingo pasado!
- ¡Pero hoy aún es martes!
- ¿No puedo ir nunca al salón de belleza?
- De acuerdo, puedes ir en autobús.
- ¿Te casaste conmigo para que vaya en bus?
- Me casé contigo porque me gustabas mucho.
- Entonces ¿ya no te gusto?
- Coge el dinero y vete a donde quieras.
- Gracias, cariño.
4
- ¡No enciendas la luz! No hay por qué correr peligro, podrían ver desde la calle que hay alguien en el banco.
- Mira, un coche con una sirena acaba de pisar los frenos al lado del banco.
- Es una patrulla de policía. ¡Silencio! Apártate de la ventana o te verán.
- Han salido dos policías del coche.
- ¿A dónde van?
- Se han acercado a nuestro coche y lo están mirando atentamente.
- ¿Lo aparcaste bien?
- Por supuesto. No rompí las reglas. Aunque es cierto: la farola se cayó sobre otro coche. – Qué raro. Apenas la toqué, lo juro.
- ¡Subiré al tejado y tú irás hacia ellos!
- ¿Por qué?
- ¡Escribe un informe sobre el accidente, idiota!
5
- El conductor del bus hizo bajar a los pasajeros antes de llenar el tanque de combustible.
- ¿Por qué se quedaron detrás los pasajeros y el autobús regresó a la estación sin ellos?
- El conductor se olvidó de mandarles subir después de llenar el depósito.
- ¡Debería volver! Los pasajeros lo están esperando.
6
- ¡Su coche ha chocado contra el mío!
- ¡Eso es porque pisó los frenos muy rápido!
- No. ¡Es porque usted no estaba prestando atención!
- ¡Pero es imposible frenar de golpe! ¿Lo comprende?
- Escriba un informe del accidente.
7
- ¿Por qué ha bloqueado la policía la carretera?
- Están buscando a los ladrones que atracaron el banco.
- ¿Cuánto dinero robaron los criminales?
- Dicen que no robaron dinero, pero dañaron varios coches en el aparcamiento durante la persecución.
8
- Recuerda querida, debes avanzar cuando la luz esté verde y frenar cuando esté roja. ¿Comprendes?
- Por supuesto que entiendo, querido. ¿Estoy conduciendo bien?
- Sí. Muy bien.
- Lo ves, cariño, tienes una gran chica.
- ¡Frena!
-¡Oh!
- ¡Has chocado contra un coche!
- ¿Por qué no cambió la luz roja a verde? ¡Después de todo, no pisé los frenos!
- ¡Siéntate en el asiento del pasajero!
- ¿Por qué no me enseñas a conducir, amor?
- Olvídalo, cariño.
9
- Hoy estaré trabajando en la cárcel hasta tarde, mi amor.
- ¿Entonces hoy podremos robar comida de la prisión?
- Exacto. Estate en la puerta de la prisión a las doce. ¡Recuérdalo!
- Lo recordaré, cariño. ¿Qué vamos a robar?
- ¡Tres toneladas de pan y una tonelada de sal!
- ¡Wow! ¡Eso es mucho!
- Hoy verás el cielo de diamantes, cariño. ¡Te lo juro!
10
- El jefe dijo que deberíamos volver a poner esta caja roja a la salida inmediatamente.
- Pero esta caja es verde, no roja. Y la salida está aquí, no ahí.
- En nuestra empresa el jefe siempre tiene razón. ¡Recuérdalo! Y es mejor nunca preguntar dos veces.
11
- Vendedor, por favor, déme un poco de sal.
- Aquí tiene.
- Gracias.
- ¡Cliente, me ha dado billetes falsos!
- ¡No puede ser!
- Mire, la pintura se está quedando en mis manos.
- La máquina Xerox de nuestra oficina no funciona bien.
- El oficial de policía de aquí al lado le mandará a un curso de cinco años para aprender a manejar la máquina Xerox. Después de eso sabrá cómo funciona y, lo más importante, podrá imprimir con una Xerox.
12
- ¿Sabes usar un ordenador?
- Por supuesto.
- Enséñame, por favor
- Siempre tienes que usar estas cuatro teclas con las flechas, o este botón grande.
- ¿Y si hay algo incorrecto?
- Entonces utiliza este botón de la esquina.
- Gracias.
13
- ¿Son los términos de nuestra cooperación adecuados para usted?
- Sí, todos excepto uno.
- ¿Excepto cuál exactamente?
- No me viene bien tener que hacer todo con cuidado y a tiempo.
- ¿Y cómo quiere hacerlo?
- Podría cometer errores. Y necesito más tiempo.
- ¿Cuánto tiempo quiere?
- ¡Cuanto más, mejor!
Wiederholung des Neuen Vokabulars
1
- Können Sie mir sagen, ob heute noch März oder schon April ist?
- Heute ist der einunddreißigste März. Morgen ist der erste April.
- Können Sie mir sagen, wie spät es ist?
- Lassen Sie mich auf meinem Telefon nachsehen. Es ist halb elf.
- Danke. Übrigens, ist es kalt draußen?
- Es ist neblig draußen, aber nicht sehr kalt.
2
- Schenk mir ein Auto.
- Nein.
- Du bist seltsam heute, Schatz!
- Nein, ich bin heute normal, Schatz. Aber ich werde dir kein Geld für ein neues Auto geben!
- Ein neues Auto ist mir sehr wichtig! Schenk mir eines!
- Es ist mir überhaupt nicht wichtig. Ich werde dir keines geben.
- Weißt du, deine Antenne kann nicht alle Kanäle empfangen, Schatz.
- Und dir fehlen einige Knöpfe auf dem Armaturenbrett, mein Schatz!
3
- Der Benzintank meines Autos ist leer.
- Wohin willst du fahren, Schatz?
- In den Schönheitssalon, Liebster.
- Du bist sehr schön, so wie du bist.
- Ich bin seit letztem Sonntag nicht mehr dort gewesen!
- Aber heute ist erst Dienstag!
- Solle ich nie in den Schönheitssalon gehen?
- In Ordnung, du kannst mit dem Bus fahren.
- Hast du mich geheiratet, damit ich mit dem Bus fahre?
- Ich habe dich damals geheiratet, weil ich dich sehr gerne hatte.
- Also hast du mich jetzt nicht mehr gerne?
- Nimm das Geld und fahr wohin du willst.
- Danke, Schatz.
4
- Schalte das Licht nicht ein! Es gibt keinen Grund, ein Risiko einzugehen. Man könnte von der Straße aus sehen, dass jemand in der Bank ist.
- Schau, ein Auto mit Blinklicht hat neben der Bank gebremst.
- Das ist eine Polizeistreife. Ruhig! Geh weg vom Fenster, sonst werden sie dich sehen.
- Zwei Polizisten sind ausgestiegen.
- Wohin gehen sie?
- Sie sind zu unserem Auto gegangen und schauen es gerade genau an.
- Hast du richtig geparkt?
- Natürlich. Ich habe keine Regeln verletzt. Aber es stimmt: der Laternenpfahl ist auf ein anderes Auto gefallen.
- Seltsam. Ich habe ihn kaum berührt, ich schwöre.
- Ich klettere auf das Dach und du gehst zu ihnen.
- Warum?
- Du musst einen Unfallbericht ausfüllen, du Idiot!
5
- Der Busfahrer ließ die Passagiere aussteigen, bevor er den Tank auffüllte.
- Warum bleiben die Passagiere zurück und warum fährt der Bus ohne sie zurück zum Busbahnhof?
- Der Fahrer hat vergessen, die Passagiere wieder einsteigen zu lassen, nachdem er den Tank aufgefüllt hat.
- Er sollte zurückfahren! Die Passagiere warten auf ihn.
6
- Du bist mit deinem Auto in meines gefahren!
- Das ist passiert, weil du so schnell gebremst hast!
- Nein. Weil du nicht aufgepasst hast!
- Aber es ist unmöglich sofort zu bremsen! Verstehst du das nicht?
- Schreib es in den Unfallbericht.
7
- Warum hat der Beobachtungsposten der Polizei die Straße gesperrt?
- Sie suchen Diebe, die eine Bank ausgeraubt haben.
- Wie viel Geld haben die Verbrecher gestohlen?
- Sie sagen, dass die Diebe kein Geld gestohlen haben, sondern während der Verfolgungsjagd einige Autos auf dem Parkplatz beschädigt haben.
8
- Erinnere dich daran, Schatz, du sollst fahren, wenn das Licht grün ist und bremsen, wenn es rot ist. Verstehst du?
- Natürlich verstehe ich das, mein Schatz. Nun, fahre ich gut?
- Ja. Großartig.
- Siehst du, Schatz, du hast ein tolles Mädchen.
- Bremse!
- Oh!
- Du bist in ein Auto gefahren!
- Warum ist das rote Licht nicht grün geworden? Immerhin bin ich nicht auf die Bremse gestiegen!
- Setze dich auf den Beifahrersitz!
- Und was ist mit Autofahren lernen, mein Schatz?
- Vergiss es! Schatz.
9
- Heute werde ich im Gefängnis bis spät in die Nacht Dienst haben, mein Schatz.
- Also könnten wir heute das Gefängnisessen stehlen?
- Genau. Sei genau um zwölf Uhr beim Gefängnisausgang. Denk daran!
- Ich werde daran denken, Schatz. Was werden wir stehlen?
- Drei Tonnen Brot und eine Tonne Salz!
- Wahnsinn! Das ist viel!
- Heute wirst du den Himmel voller Diamanten sehen, Schatz! Ich schwöre es dir!
10
- Der Chef hat gesagt, dass wir diese rote Kiste sofort zurück zum Ausgang tragen sollen.
- Aber diese Kiste ist grün und nicht rot. Und der Ausgang ist hier, nicht dort.
- In unserer Firma hat der Chef immer recht. Denk daran! Und es ist besser niemals nachzufragen.
11
- Verkäufer, bitte geben Sie mir Salz.
- Hier, nehmen Sie.
- Danke.
- Kunde, Sie haben mir gefälschte Banknoten gegeben!
- Das kann nicht sein!
- Sehen Sie, die Farbe färbt auf meine Hände ab.
- Der Xerox Drucker in unserem Büro funktioniert wahrscheinlich gerade nicht gut.
- Der Polizist hier wird Sie in einen fünfjährigen Kurs über die Bedienung von Xerox Druckern schicken. Danach werden Sie wissen, wie und, ganz besonders, was man auf einem Xerox Drucker drucken darf.
12
- Wissen Sie, wie man einen Computer verwendet?
- Natürlich.
- Bringen Sie es mir bei, bitte.
- Sie müssen immer diese vier Pfeiltasten verwenden, oder diese große Taste.
- Und wenn etwas falsch ist?
- Dann verwenden Sie diese Taste in der Ecke.
- Danke.
13
- Sind die Vereinbarungen unserer Zusammenarbeit passend für Sie?
- Ja, alle bis auf eine der Vereinbarungen sind passend.
- Bis auf welche Vereinbarung?
- Es passt mir nicht, dass ich alles sorgfältig und pünktlich machen muss.
- Und wie möchten Sie es machen?
- Ich könnte Fehler machen. Ich brauche mehr Zeit.
- Wie viel Zeit wollen Sie?
- Je mehr, desto besser!