El Transportista

Der Umzugshelfer

Palabras

Vokabeln

  1. alrededor - um … herum; umher
  2. apestar - stinken
  3. apestoso - stinkend
  4. asqueroso - widerlich
  5. bala – Kugel, die
  6. caer - fallen
  7. cajón - Schublade, die
  8. calcetines - Socken, die
  9. callar - den Mund halten

10.    cama - Bett, das

  1. camión - Lastwagen, der
  2. cargar - laden
  3. casa - Haus, das
  4. cigarrillo - Zigarette, die
  5. compañero - Kollege, der
  6. correr - rennen
  7. cosa - Ding, das
  8. cosas – Dinge, die
  9. dar - geben
  10. debajo - unter
  11. decir - sagen
  12. déjame lass mich
  13. dólares – Dollars, die
  14. dueño - Besitzer, der
  15. eh - hey
  16. en - in
  17. esposas - Handschellen, die
  18. está tumbado - liegt
  19. exactamente - genau
  20. extraño - seltsam
  21. fuera - draußen
  22. gustar - mögen
  23. hermano - Bruder, der
  24. increíble - unglaublich
  25. intentar - versuchen
  26. ir - gehen
  27. ladrón - Dieb, der
  28. lejos - weit
  29. libre - frei
  30. llevar - tragen
  31. maloliente - stinkend
  32. más - mehr
  33. más apestoso - stinkendste
  34. mira schaut
  35. mundo - Welt, die
  36. muy - sehr
  37. nadie - niemand
  38. nerviosamente - nervös
  39. nervioso - nervös
  40. ocultar - verbergen
  41. oler - riechen
  42. olisquear riechen, schnuppern
  43. otro - andere, anderer, anderes
  44. pan - Brot, das
  45. pequeño - klein
  46. perder - verlieren
  47. periódico - Zeitung, die
  48. persona - Person, die
  49. plato - Teller, der
  50. poner - legen
  51. pornográfica - pornografisch
  52. probablemente - wahrscheinlich
  53. propio - eigene, eingener, eigenes
  54. reir - lachen
  55. revista - Zeitschrift, die
  56. sacan - hinaustragen
  57. saltar - springen
  58. sillón - Lehnstuhl, der
  59. sitio - Ort, der
  60. sofá - Couch, die
  61. solo - allein
  62. suelo - Boden, der
  63. tarde - spät
  64. tatuaje - Tattoo, das
  65. tira - hinunterwerfen
  66. todo - alle
  67. transportar - umziehen
  68. transportista - Umzugshelfer, der
  69. tú - du
  70. tuyas - deine, deiner, deines
  71. veinte - zwanzig
  72. visto - gesehen

 

El Transportista

 

Es viernes por la tarde. Fuera está cálido y soleado. Sopla un ligero viento.

Paul Rost está regresando a casa del banco. Un hombre extraño se acerca a él no lejos de su casa.

"Eh, hermano, ¿vives en esta calle?" pregunta el extraño.

A Paul no le gusta este hombre. Así que dice: "No, no vivo.Vivo bastante lejos de aquí."

"¿Puedes ayudarme?" pregunta el extraño.

"¿Cómo exactamente?" dice Paul.

"Soy transportista. Mi compañero está enfermo. Y tengo que cargar algunas cosas en el camión y transportarlas a otro sitio. Te daré veinte dólares si me ayudas a cargar las cosas en el camión," dice el extraño.

"Bueno, tengo algún tiempo libre," dice Paul. El hombre va a la casa de Paul Rost. La puerta de la casa está abierta.

"Pasa. Es aquí," dice el transportista.

Paul Rost entra en su propia casa. Intenta ocultar su sorpresa.

"El dueño no está aquí, pero sé qué es lo que quiere transportar. Vamos, coge este sillón," Dice el transportista. Cogen el sillón y lo sacan fuera.

"El dueño es un auténtico apestoso," dice el hombre.

"¿Qué?" pregunta Paul Rost.

"Este sillón apesta a cigarrillos. ¿No lo hueles?" pregunta el transportista.

"¿De veras?" el detective olisquea su sillón. "Sí, probablemente apesta," dice.

"¡Huele a cigarrillo!" dice el hombre nerviosamente. Paul mira hacia su brazo y ve allí un tatuaje: "¡No hay tiempo que perder!" Cargan el sillón en el camión y vuelven a entrar en la casa. El hombre da vueltas y mira las cosas.

"¡Aquí también apesta! Ahora esta mesa," dice. Cogen la mesa y la llevan fuera. El cajón de la mesa se abre y cae de él un poco de pan, un plato, calcetines y un periódico.

"¿Qué es eso? ¡Mira eso! Un poco de pan, calcetines, un plato y un periódico están encima de la mesa. ¡Es la persona más apestosa del mundo! ¡Es un auténtico apestoso!" grita el hombre nerviosamente. Paul tira la mesa, salta sobre el hombre y cae al suelo con él.

"¡Cállate!" grita, "¡Cállate! ¡Ladrón asqueroso!" Paul está muy nervioso, "¡Tú eres el apestoso! ¡Tú sí que eres apestoso!"

Paul Rost pone las esposas al hombre y dice: "¡Esta es mi casa! ¡Y ése es mi sillón! ¡Y esta es mi mesa y mi plato! ¡Tú, ladrón asqueroso y apestoso! ¿No hay tiempo que perder? ¿De veras?"

El hombre está tumbado en el suelo. Intenta comprender qué está pasando.

"Bueno, ¿es esta tu casa? Es increíble..." el hombre finalmente lo comprende. Mira al detective. Después empieza a reirse.

"¿Así que tú eres el apestoso? ¿Estas cosas son tuyas?" ríe.

"¡Sí, tú eres un ladrón asqueroso y apestoso! ¿No perder el tiempo? ¡Vamos a la comisaría de policía ahora!" grita Paul nerviosamente.

"¡Les contaré todo!" grita el hombre, "Sobre tus calcetines y tu pan, y sobre el viejo sillón maloliente. Y... ¡Y sobre las revistas pornográficas de debajo de la cama!"

"¿Qué? ¡¿Qué?!" el detective apunta al hombre con una pistola, "¿De qué estás hablando?"

"Déjame ir. Soy un hombre pequeño y tengo muchos problemas. Solo déjame ir y no contaré nada a nadie," dice el hombre.

"¿Qué revistas pornográficas?" dice el detective nerviosamente.

"Si no me dejas ir, lo contaré. Contaré todo lo que he visto y... y... ¡todo lo que no he visto! Por favor, déjame ir," pide el hombre.

Paul piensa un poco. Separa la pistola. Después le saca las esposas al hombre y dice: "Si te vuelvo a ver ¡te meteré una bala!"

El hombre se levanta del suelo y sale corriendo. Paul Rost entra en la casa y se sienta en el sofá. Mira a su alrededor. Olisquea el aire. "Sí, probablemente apesta," piensa. Vive solo. ¿Por qué? No puede responder. Nadie puede responder esa pregunta.

 

Der Umzugshelfer

 

Es ist Freitagnachmittag. Draußen ist es warm und sonnig. Ein leichter Wind weht.

Paul Rost kommt gerade von der Bank zurück. Ein seltsamer Mann nähert sich ihm, nicht weit von seinem Haus entfernt.

„Hey, Mann, lebst du hier in der Straße?“, fragt der Fremde.

Paul mag diesen Mann nicht. Deshalb sagt er: „Nein, das tue ich nicht. Ich lebe weit entfernt von hier.“

„Kannst du mir helfen?“, fragt der Fremde.

„Wie genau?“, sagt Paul.

„Ich bin ein Umzugshelfer. Mein Kollege ist krank. Und ich muss einige Dinge in den Lastwagen laden und an einen anderen Ort bringen. Ich gebe dir zwanzig Dollar, wenn du mir hilfst die Dinge in den Lastwagen zu laden“, sagt der Fremde.

„Nun, ich habe gerade frei“, sagt Paul. Der Mann geht zum Haus von Paul Rost. Das Haustor ist offen.

„Komm’ rein. Es ist hier“, sagt der Mann.

Paul Rost betritt sein eigenes Haus. Er versucht seine Überraschung zu verbergen.

„Der Besitzer ist nicht da, aber ich weiß, was er mitnehmen will. Komm’, nimm’ diesen Lehnstuhl“, sagt der Umzugshelfer. Sie nehmen den Lehnstuhl und tragen ihn hinaus.

„Der Besitzer ist ein richtiger Stinker“, sagt der Mann.

„Was?“, fragt Paul Rost.

„Dieser Lehnstuhl stinkt nach Zigaretten. Riechst du das nicht?“, fragt der Umzugshelfer.

„Wirklich?“, der Detektiv riecht an seinem Lehnstuhl. „Ja, wahrscheinlich stinkt er“, sagt er.

„Er riecht wie eine Zigarette!“, sagt der Mann nervös. Paul schaut auf seinen Arm und sieht dort ein Tattoo: „Keine Zeit zu verlieren!“ Sie laden den Lehnstuhl in den Lastwagen und gehen zurück ins Haus. Der Mann geht umher und sieht sich die Dinge an.

„Hier stinkt es auch! Jetzt dieser Tisch“, sagt er. Sie nehmen den Tisch und tragen ihn nach draußen. Die Tischlade öffnet sich und es fällt etwas Brot, ein Teller, Socken und eine Zeitung heraus.

„Was ist das? Sieh’ dir das an! Im Tisch sind Brot, Socken, ein Teller und eine Zeitung. Das ist der größte Stinker der Welt! Er ist ein wirklicher Stinker!“, ruft der Mann nervös. Paul wirft den Tisch hinunter, springt auf den Mann zu und fällt mit ihm zu Boden.

„Halt’ den Mund!“, ruft er. „Halt den Mund! Widerlicher Dieb!“ Paul ist sehr nervös: „Du bist der Stinker! Du bist selbst der Stinker!“

Paul Rost legt dem Dieb Handschellen an und sagt: „Das ist mein Haus! Und das ist mein Lehnstuhl! Und das ist mein Tisch und mein Teller! Du widerlicher stinkender Dieb! Keine Zeit zu verlieren? Wirklich?“

Der Mann liegt am Boden. Er versucht zu verstehen, was gerade passiert.

„Also das ist dein Haus? Das ist unglaublich...“, der Mann versteht es endlich. Er sieht den Detektiv an. Dann beginnt er zu lachen.

„Also du bist der Stinker? Das sind deine Dinge?“, er lacht.

„Ja, du widerlicher stinkender Dieb! Du hast keine Zeit zu verlieren? Jetzt geht’s auf die Polizeiwache!“, ruft Paul nervös.

„Ich werde Ihnen alles erzählen!“, ruft der Mann. „Von den Socken und dem Brot, und von dem stinkenden alten Lehnstuhl. Und... und von den Pornozeitschriften unter dem Bett!“

„Was? Was?!“, der Detektiv richtet eine Pistole auf den Mann. „Wovon sprichst du?“

„Lass’ mich gehen. Ich bin ein kleiner Mann und ich habe viele Probleme. Lass’ mich einfach gehen und ich werde nichts davon erzählen“, sagt der Mann.

„Welche Pornozeitschriften?“, sagt der Detektiv nervös.

„Wenn du mich nicht gehen lässt, werde ich es erzählen. Ich werde alles erzählen, das ich gesehen habe... und... alles, das ich nicht gesehen habe! Bitte, lass’ mich gehen“, bat der Mann.

Paul denkt kurz nach. Er legt die Pistole weg. Er nimmt dem Mann die Handschellen ab und sagt: „Wenn ich dich noch einmal sehe, werde ich auf dich schießen!“

Der Mann steht vom Boden auf und rennt weg. Paul Rost geht zurück in sein Haus und setzt sich auf die Couch. Er sieht sich um. Er riecht. „Ja, wahrscheinlich stinkt es“, denkt er. Er lebt alleine. Warum? Das kann er nicht beantworten. Niemand kann diese Frage beantworten.

 

Repaso de Nuevo Vocabulario

1

- ¿Hoy es viernes o jueves?

- Hoy es viernes.

- ¿Está cálido fuera?

- Hoy está cálido y hace sol fuera.

2

- ¿Estás enfermo?

- No, estoy bien. ¿Por qué lo preguntas?

- Hay una pastilla encima de la mesa.

- ¿Quieres esta pastilla?

- No, gracias.

3

- ¿Tienes revistas pornográficas?

- No tengo ninguna revista pornográfica. ¿Y tú?

- Yo tampoco tengo ninguna revista pornográfica. No me gustan las revistas pornográficas.

- A mí tampoco me gustan.

4

- ¿Por qué estás nervioso?

- No estoy nervioso. ¿Por qué lo preguntas?

- Pusiste calcetines en un cajón, junto al pan.

5

- ¿Tienes un hermano?

- Tengo dos hermanos y una hermana.

- ¿Vive tu hermana en esta casa?

- No, no vive. Ella vive lejos, en otra ciudad.

- ¿Y dónde viven tus hermanos?

- Mis hermanos viven conmigo.

6

- ¿Qué son esas cosas que están en el sofá?

- Son mis cosas.

- ¿Quieres que te ayude a cargar tus cosas en el coche?

- Sí, por favor.

7

- ¡Mira mi tatuaje!

- No me gusta tu tatuaje.

- Pues a mí me gusta. Es el tatuaje más bonito del mundo.

8

- El aire aquí apesta. Huélelo.

- Sí. El aire aquí es muy apestoso.

- Ahí hay un montón de coches y autobuses viejos. Así que el aire es asqueroso.

- Sí. Todo lo que está alrededor huele. Es un lugar muy apestoso.

9

- ¿Es este su periódico, joven?

- Sí, lo es. ¿Por qué lo pregunta?

- Quiero mirarlo. ¿Puedo?

- ¡Por supuesto que no! ¿Tal vez también le gustaría mirar una revista pornográfica?

10

- Sentémonos en el sofá.

- De acuerdo. Por fin podemos sentarnos.

- ¡Mira debajo de la mesa! Hay alguien acostado allí.

- Es mi compañero. Está intentando esconderse de la policía.

- ¿Por qué? ¿Cometió un crimen?

- Sí, lo ha cometido. Ha cometido un crimen.

- ¿Qué crimen cometió?

- Mi compañero robó el Banco Imperial.

- ¿Robó el banco?

- Exactamente.

- Vamos a esposarlo.

- De acuerdo.

11

- Quiero tener un puesto de cajero en el banco.

- Puede haber una vacante para cajero en el Banco Imperial.

- He estado intentando tener exactamente ese puesto todo el mes.

- El director del Banco Imperial es mi hermano. Si quieres, te dirigiré a él.

- Sí, por favor dirígeme a él.

12

- Mira. ¿Está tu compañero oliendo las flores?

- No, no lo está. Este es el dueño de la casa.

- ¿Puedes hablarme sobre el dueño de la casa? ¿Es una buena persona?

- Por supuesto, te hablaré sobre él. Es la persona más rara del mundo.

- ¿Rara?

- ¡Exactamente!

- ¿Por qué?

- Le gusta tirar platos desde el segundo piso al jardín.

- ¿De veras?

- ¡Yo mismo lo vi! Y salta en la cama todos los días.

- ¡A mí también me gusta saltar en la cama!

 

Wiederholung des Neuen Vokabulars

1

- Ist heute Freitag oder Donnerstag?

- Heute ist Freitag.

- Ist es warm draußen?

- Heute ist es warm und sonnig draußen.

2

- Bist du krank?

- Nein, ich bin gesund. Warum fragst du?

- Da liegt eine Tablette auf dem Tisch.

- Willst du die Tablette haben?

- Nein, danke.

3

- Hast du Pornozeitschriften?

- Ich habe keine Pornozeitschriften. Und du?

- Ich habe auch keine Pornozeitschriften. Ich mag Pornozeitschriften nicht.

- Ich mag sie auch nicht.

4

- Warum bist du nervös?

- Ich bin nicht nervös. Warum fragst du?

- Du hast deine Socken zusammen mit dem Brot in die Schublade gegeben.

5

- Hast du einen Bruder?

- Ich habe zwei Brüder und eine Schwester.

- Lebt deine Schwester in diesem Haus?

- Nein, das tut sie nicht. Sie lebt weit weg in einer anderen Stadt.

- Und wo leben deine Brüder?

- Meine Brüder leben mit mir zusammen.

6

- Was sind das für Dinge auf der Couch?

- Das sind meine Dinge.

- Soll ich dir helfen, deine Dinge ins Auto zu laden?

- Ja, bitte.

7

- Schau’ dir mein Tattoo an!

- Ich mag dein Tattoo nicht.

- Aber ich mag es. Es ist das schönste Tattoo auf der ganzen Welt!

8

- Die Luft hier stinkt. Ich kann es riechen.

- Ja. Die Luft hier stinkt.

- Hier gibt es viele alte Autos und Busse. Deshalb ist die Luft widerlich.

- Ja. Alles hier stinkt. Es ist ein sehr übel riechender Ort.

9

- Ist das deine Zeitung, junger Mann?

- Ja, das ist es. Warum fragen Sie?

- Ich möchte sie mir ansehen. Darf ich?

- Natürlich nicht! Vielleicht möchten sie sich auch eine Pornozeitschrift ansehen?

10

- Setzen wir uns auf die Couch.

- In Ordnung. Endlich können wir uns setzen.

- Schau’ unter den Tisch! Dort liegt jemand!

- Das ist mein Kollege. Er versucht sich vor der Polizei zu verstecken.

- Warum? Hat er ein Verbrechen begangen?

- Ja, das hat er. Er hat ein Verbrechen begangen.

- Was für ein Verbrechen hat er begangen?

- Mein Kollege hat die Kaiserliche Bank ausgeraubt.

- Er hat die Bank ausgeraubt?

- Genau.

- Legen wir ihm Handschellen an.

- In Ordnung.

11

- Ich möchte eine Stelle als Kassierer in einer Bank bekommen.

- Es gibt vielleicht eine freie Stelle als Kassierer in der Kaiserlichen Bank.

- Ich habe schon das ganze Monat lang versucht genau diese Stelle zu bekommen.

- Der Manager der Bank ist mein Bruder. Wenn du willst, kann ich dich zu ihm bringen?

- Ja, bitte bring' mich zu ihm.

12

- Schau’. Ist das dein Kollege, der an den Blumen riecht?

- Nein, das ist er nicht. Das ist der Besitzer des Hauses.

- Kannst du mir etwas über den Besitzer des Hauses erzählen? Ist er ein guter Mensch?

- Natürlich werde ich dir etwas über ihn erzählen. Er ist der seltsamste Mensch auf der Welt.

- Seltsam?

- Genau!

- Warum?

- Er wirft gerne Teller aus dem zweiten Stock in den Garten.

- Wirklich?

- Ich habe es selbst gesehen! Und er springt jeden Tag auf seinem Bett.

- Ich springe auch gerne auf dem Bett!