Capítulo 41

Amor negado

 

El dedo pulgar libera el seguro e inmediatamente el dedo índice jala el gatillo. Con un fuerte chasquido, sale una llama desde la punta del encendedor color naranja brillante. Lentamente alcanza la punta ennegrecida de la pequeña vela en su cómoda. En un principio, parece que rechazará la flama en sus desgastadas fibras, pero el implacable fuego del encendedor reaviva la mecha. Parpadea lánguidamente antes de acomodarse en el diminuto cráter que sirve para su propósito. La iluminación que proyecta es débil en comparación con los ojos fijos en el techo, y mientras la diminuta vela  observa las sombras en la pared, recuerda la conversación de su última vida.

Fija en la enorme sombra, observa como la silueta se divide y se convierte en dos. Una es la forma de un hombre alto y la otra de una mujer más pequeña. Se toman de las manos como dos amantes adolescentes. Lentamente, la sombra grande atrae a la más pequeña hacia la oscuridad de su propia sombra, haciéndolos una sola forma. Desde esa masa colectiva, pronto explotará una conspiración en un plan malévolo y destructivo.

“He considerado tu propuesta,” dice la mayor, “pero debe ser a mi manera. Al pie de la letra, ¿estás de acuerdo?”

“Sí,” contesta la más pequeña. ¿Y cuál es tu manera?”

La sombra más grande contesta, “mañana en la noche, será luna nueva. Además de las estrellas, habrá muy poca luz. Lo llevarás al lugar que marqué en este mapa.”

Se dividen de nuevo en dos formas individuales y caminan juntos hacia la vela. Ésta tiembla temiendo que la nueva vida que ahora disfruta, será muy corta. En vez de eso, sirve para iluminar el reducido mapa sobre la cómoda.

“Justo aquí,” dice la sombra más grande. “¿Reconoces este lugar?”

“Sí, lo conozco,” responde la forma menor “está en el viejo camino de Mesa, lleva hasta el lado oeste de la Reserva.”

“Así es,” continúa la sombra más alta. “Es el punto más alto del camino. Ahí, el despeñadero rodeado de rocas, baja en línea recta por casi cien metros. Esa área está apenas dentro de la Reserva. Eso es muy importante. Debes llevarlo ahí. Estaré esperando. Tengo un amigo en el Departamento de Policía Tribal que dictaminará su muerte como accidental y lo hará rápidamente. La compañía de seguros no desafiará a la Policía Tribal, menos aún al Consejo Tribal. Funcionará. Por supuesto, ¿sabes que será una persona más con quien compartir el dinero de la póliza y de las propiedades cuando se resuelva, verdad?”

“Por supuesto, eso te lo dejaré a ti. Estaremos casados para entonces y viviendo en Flagstaff. Odio este lugar dejado de la mano de dios y todo lo que tenga que ver con la ganadería. Es terrible cada día que vivo con él en ese pequeño pueblo, manejando el imperio que sus padres le entregaron. Gracias a dios es hijo único y que en su testamento, todo sea para mí.”

La sombra masculina da un paso atrás, viendo a la otra, “no creo que dios tenga algo que ver en esto. Si quieres agradecer a alguien, puedes mostrarme tu agradecimiento más tarde. Pero en este momento, pon atención mientras te explico el plan. Llévalo a cabo con precisión. ¿Me entiendes?”

La sombra pequeña aprieta en un abrazo a la otra sombra y promete que hará lo que él diga; escuchando atentamente su plan.

“En este punto, seducirás a tu esposo para convencerlo de tener una noche de placer bajo las estrellas. Llévalo tan cerca de la orilla como te sea posible antes de hacerlo.”

“Ahí hay muchos cactus, además de arañas y serpientes,” se queja ella.

“No importa, y si lo haces de la forma en que sé que puedes hacerlo, a él tampoco le importará. Lleva una manta gruesa, o un pedazo de lona, o ambas. Tendrás que hacer que funcione, pero sin importar lo que hagas, asegúrate de que no lleve un arma consigo. Eso es importante. ¿Entendiste?”

“Sí, no será difícil. Raramente la trae con él, de cualquier modo. Desearía que hubiera otro plan. De verdad, me estremezco de pensar en sus manos sobre mi cuerpo. Pongo todas las excusas que puedo para mantenerlo lejos de mi cama. En ciertas ocasiones, los deberes maritales deben realizarse para proteger nuestros intereses. ¿Hay alguna otra manera de hacer esto?”

“No,” contesta él. “No la hay. Apégate al plan. Estaré ahí y cuando esté excitado, a punto de colapsar, le presentaré a mi amigo plateado.”

La sombra grande toma un objeto cilíndrico que está junto a la cama. Con su mano izquierda lo golpea con fuerza sobre la palma de la derecha.

“Cuando termine,” continúa, “le pondremos su ropa y lo lanzaremos sobre las rocas del despeñadero. No hay manera de que sobreviva la caída, pero mi amigo estará en el valle, para asegurarse. Tú llamarás a la comisario Moenkopi a su departamento en el pueblo para reportar el accidente. Sólo dile que los dos estaban disfrutando un pequeño paseo en el Imperio Arlington. Cuando se acercaron a la orilla para ver las estrellas y la luna, él tropezó con una piedra y cayó.”

Hizo una pausa en su narrativa para reír satíricamente. Complacido con su plan, recupera la compostura y continúa, “cuando Moenkopi llegue allí, sabrá que el cadáver está en la Reserva y turnará la investigación a la Policía Tribal. Es un plan perfecto. Posiblemente uno de los mejores que he logrado en años. Debes asegurarte de que no haya errores. Ahora, ¿qué piensas de mi propuesta?”

La vela no escucha respuesta, ya que la señora de la casa se acerca a la flama con los labios listos para exhalar un aliento asesino. Entendiendo que una persona está próxima a dejar la tierra de los vivos, la pequeña llama parpadea, sabiendo que su vida también está por extinguirse. Sombras sin sospechas han revelado un plan de muerte en presencia de su brillo. La vela nunca escuchará los suaves gemidos de su señora cuando regresa a abrazar al hombre que ama; un suspiro surgirá del placer de un plan bien diseñado, más que de las manos de la otra sombra.

Asesinato en el valle de la Presa
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