MEJILLONES GRATINADOS
El color pálido de la carne del mejillón no significa que esté en mal estado. Esta coloración se debe a que se trata de un mejillón macho. Las hembras tienen un color más intenso, anaranjado o rojizo.
Ingredientes // 4 personas
24 mejillones |
3 puerros |
½ ramita de apio |
3 yemas |
1 copita de vino blanco |
250 g de mantequilla |
1 cucharadita de zumo de limón |
aceite de oliva virgen extra |
sal |
perejil |
Elaboración
1. Limpia los mejillones, retirándoles las barbas y las adherencias que puedan tener pegadas. Pon el vino y la ramita de apio a calentar en una cazuela amplia y baja. Añade los mejillones, tápalos y cocínalos hasta que se abran. Reserva.
2. Limpia los puerros y pica 2 en daditos. Ponlos a pochar en una sartén con un poco de aceite. Sazona. Repártelos sobre los mejillones y extiéndelos sobre una placa de horno.
3. Funde la mantequilla y retira la espuma de la parte superior. Pon el zumo y las yemas en un bol. Sazona. Móntalas con ayuda de una varilla eléctrica. Vierte poco a poco la mantequilla y sigue montando. Napa los mejillones con la salsa holandesa y gratínalos en el horno.
4. Pica el otro puerro en juliana fina y fríelo en una sartén con aceite no muy caliente. Escurre sobre un plato forrado con papel absorbente de cocina. Sazona. Acompaña los mejillones con las hebras de puerro frito. Adorna con unas hojas de perejil.
