A todos los españoles que perdieron la vida a manos de Franco. A todos los que sienten que su memoria no ha sido reparada.

A mis tíos José María Calleja y Domingo Fernández, asesinados por los golpistas que atentaron contra la República. A mis padres, Natividad y Luis, que sufrieron en carne viva la Guerra Civil y la dictadura franquista.