Sacristía del Vaticano
Domingo, 10 de abril de 2005. 11:08
Los sacerdotes que concelebrarían con el cardenal Shaw se revestían en una sacristía auxiliar cercana a la entrada de San Pedro, donde aguardarían junto con los monaguillos al celebrante cinco minutos antes de comenzar la ceremonia.
Hasta ese momento, el museo estaba desierto salvo por las dos monjas que ayudaban a Shaw y al otro concelebrante, el cardenal Pauljic y el guardia suizo que les custodiaban en la misma puerta de la sacristía.
Karoski acarició su cuchillo, oculto entre sus ropas. Calculó mentalmente sus posibilidades.
Por fin iba a ganar su premio.
Casi era el momento.