Instituto Saint Matthew

Silver Spring, Maryland

Noviembre de 1995

TRANSCRIPCIÓN DE LA ENTREVISTA NÚMERO 45 ENTRE EL

PACIENTE NÚMERO 3643 Y EL DOCTOR CANICE CONROY.

ASISTEN A LA MISMA EL DOCTOR FOWLER Y SALHER FANABARZRA

DR. CONROY:

Hola Viktor, ¿podemos pasar?

#3643:

Por favor, doctor. Es su clínica.

DR. CONROY:

Es su habitación.

#3643:

Pasen, por favor, pasen.

DR. CONROY:

Le veo de muy buen humor hoy. ¿Se encuentra bien?

#3643:

Estupendamente.

DR. CONROY:

Me alegra ver que no ha habido incidentes violentos desde su salida de la enfermería. Toma usted su medicación regularmente, asiste con regularidad a las sesiones de grupo… Está usted haciendo progresos, Viktor.

#3643:

Gracias, doctor. Hago lo que puedo.

DR. CONROY:

Bien, como habíamos hablado hoy es el día en que empezaremos con la terapia de regresión. Éste es el señor Fanabarzra. Es un médico hindú, especializado en hipnosis.

#3643:

Doctor, no se si acabo de sentirme cómodo con la idea de someterme a éste experimento.

DR. CONROY:

Es importante, Viktor. Lo hablamos la semana pasada, ¿recuerda?

#3643:

Sí, lo recuerdo.

DR. CONROY:

Entonces todo está resuelto. Señor Fanabarzra, ¿dónde prefiere que se sitúe el paciente?

Sr. FANABARZRA:

Estará más cómodo en la cama. Es importante que esté lo más relajado posible.

DR. CONROY:

Será en la cama, entonces. Túmbate, Viktor.

#3643:

Como quiera.

Sr. FANABARZRA:

Bien, Viktor, voy a mostrarle éste péndulo. ¿Le importaría bajar un poco la persiana, doctor? Así es suficiente, gracias. Viktor, mire al péndulo, si es tan amable.

(En esta transcripción se omite el procedimiento de hipnosis del Sr. Fanabarzra, a petición expresa del mismo. También se han eliminado las pausas para facultar su legibilidad)

Sr. FANABARZRA:

De acuerdo… estamos en 1972. ¿Qué recuerdas de ésa época?

#3643:

Mi padre… Nunca estaba en casa. A veces íbamos toda la familia a esperarle a la fábrica los viernes. Mamá decía que era un inútil y que así evitábamos que se gastase el dinero en los bares. Hacía frío fuera. Un día esperamos y esperamos. Dábamos patadas en el suelo para no congelarnos. Emil (el hermano pequeño de Karoski) me pidió mi bufanda, porque tenía frío. Yo no se la di. Mi madre me golpeó en la cabeza y me dijo que se la diera. Finalmente nos cansamos de esperar y nos fuimos.

DR. CONROY:

Pregúntele dónde estaba el padre.

Sr. FANABARZRA:

¿Sabes dónde estaba tu padre?

#3643:

Le habían despedido. Llegó a casa dos días después, estaba malo. Mamá dijo que había estado bebiendo y yendo con fulanas. Le dieron un cheque, pero no duró mucho. Íbamos a la Seguridad Social a por el cheque de papá. Pero a veces papá se adelantaba y se lo bebía. Emil no entendía cómo alguien podía beberse un papel.

Sr. FANABARZRA:

¿Pedisteis ayuda?

#3643:

En la parroquia a veces nos daban ropa. Otros chicos iban a por la ropa al Ejército de Salvación, que siempre eran mejores. Pero mamá decía que eran unos herejes y unos paganos y que era mejor llevar honradas ropas cristianas. Beria (el hermano mayor de Karoski) decía que sus honradas ropas cristianas estaban llenas de agujeros. Le odié por eso.

Sr. FANABARZRA:

¿Te alegraste cuando se fue Beria?

#3643:

Yo estaba en la cama. Le vi cruzar la habitación a oscuras. Llevaba las botas en la mano. Me regaló su llavero. Tenía un oso plateado. Me dijo que pusiera en él las llaves adecuadas. Por la mañana Emil lloró porque no se había despedido de él. Yo le di el llavero. Emil siguió llorando y tiró el llavero. Lloró todo el día. Yo le rompí un libro de cuentos que tenía para que se callara. Lo hice pedazos con unas tijeras. Mi padre me encerró en su habitación.

Sr. FANABARZRA:

¿Dónde estaba tu madre?

#3643:

Jugando al bingo en la parroquia. Era martes. Jugaban al bingo los martes. Cada cartón costaba un centavo.

Sr. FANABARZRA:

¿Qué ocurrió en aquella habitación?

#3643:

Nada. Esperé.

Sr. FANABARZRA:

Viktor, tienes que contármelo.

>#3643:

¡No pasó NADA, entiende señor, NADA!

Sr. FANABARZRA:

Viktor, tienes que contármelo. Tu padre te metió en su habitación y te hizo algo, ¿verdad?

#3643:

Usted no lo entiende. ¡Me lo merecía!

Sr. FANABARZRA:

¿Qué es lo que te merecías?

#3643:

El castigo. El castigo. Necesitaba mucho castigo para arrepentirme de las cosas malas.

Sr. FANABARZRA:

¿Qué cosas malas?

#3643:

Todas las cosas malas. Lo malo que era. Lo de los gatos. Metí un gato en un cubo de basura lleno de periódicos arrugados y le prendí fuego. ¡Y chilló! Chilló con voz humana. Y lo del cuento.

Sr. FANABARZRA:

¿Cuál fue el castigo, Viktor?

#3643:

Dolor. Me dolió. Y a él le gustaba, lo sé. Me decía que a él también le dolía pero era mentira. Lo decía en polaco. No sabía mentir en inglés, se trabucaba. Siempre hablaba en polaco cuando me castigaba.

Sr. FANABARZRA:

¿Te tocaba?

#3643:

Me daba en el trasero. No me dejaba darme la vuelta. Y me metía algo dentro. Algo caliente que dolía.

Sr. FANABARZRA:

¿Eran frecuentes esos castigos?

#3643:

Todos los martes. Cuando mamá no estaba. A veces, cuando terminaba, se quedaba dormido encima de mí. Como si estuviera muerto. A veces no podía castigarme y me pegaba.

Sr. FANABARZRA:

¿Cómo te pegaba?

#3643:

Me daba con la mano hasta que se cansaba. A veces después de pegarme podía castigarme y otras no.

Sr. FANABARZRA:

¿Y a tus hermanos, Viktor? ¿Tu padre les castigaba?

#3643:

Creo que castigó a Beria. A Emil nunca, Emil era bueno, por eso se murió.

Sr. FANABARZRA:

¿Sólo se mueren los buenos, Viktor?

#3643:

Sólo los buenos. Los malos nunca.