De la correspondencia entre el cardenal
Francis Shaw y la señora Edwina Bloom
Boston, 23.02.1999
Querida señora:
En respuesta a la suya del 17.02.1999, quiero manifestarle (…) y que respeto y lamento su dolor y el de su hijo Harry. Soy consciente de la tremenda angustia que ha soportado, el tremendo sufrimiento. Coincido con usted en que el hecho de que un hombre de Dios caiga en los errores que cometió el padre Karoski ha podido hacer tambalear los cimientos de su fe (…) Reconozco mi error. Nunca debí haber reasignado al padre Karoski (…) tal vez en aquella tercera ocasión en que fieles preocupados como usted me presentaron sus quejas, debí haber tomado un camino diferente (…). Mal aconsejado por los psiquiatras que revisaron su caso, como el doctor Dressler, quien comprometió su prestigio profesional afirmando que era apto para el ministerio, cedí (…)
Espero que la generosa indemnización pactada con su abogado haya resuelto el asunto a satisfacción de todos (…) ya que es más de lo que podíamos ofrecer (…) aún sin, por supuesto, querer paliar con dinero su dolor, si me permito aconsejarle que guarde silencio, por el bien de todos (…) nuestra Santa Madre Iglesia ya ha sufrido bastante las calumnias de los malvados, del Satán mediático (…) por el bien de nuestra pequeña comunidad, por el de su hijo y por el suyo propio, hagamos como si esto no hubiera ocurrido nunca.
Reciba todas mis bendiciones.
Francis Augustus Shaw
Cardenal Prelado de la Archidiócesis de Boston