EL OJO DE LA CÁMARA (9)
DE las fábricas de abono llegaba todo el día un olor horrible y por la noche la cabaña se llenaba de mosquitos que te volvían loco pero estábamos en Crisfield en la Costa Este y si hubiésemos podido cargarla de tomates maíz y melocotones para cruzar la bahía y llevarlas temprano a Nueva York en vez de tener que tratar con los intermediarios de Baltimore hubiésemos montado una granja mecanizada despachado las verduras tempranas irrigado fertilizado enriquecido la tierra agotada por el tabaco de Northern Neck si hubiésemos tenido una lancha a motor habríamos podido transportar ostras en invierno criar tortugas para el mercado
pero en la playa de carga me puse a hablar con un tipo joven no podía ser mucho mayor que yo estaba durmiendo en una de las furgonetas dormía ahí al sol entre el olor de los tallos de maíz y de las bogas podridas de las fábricas de abono tenía el pelo rizado lleno de paja y como tenía la camisa abierta se le veía el cuerpo bronceado hasta la cintura supongo que no valía gran cosa pero había viajado como un vagabundo desde Minesota se dirigía al Sur y cuando le hablé de la bahía de Chesapeake no se sorprendió aunque dijo Es demasiado lejos para ir a nado conseguiré un trabajo en una lancha pesquera