PRÓLOGO

 

Si has decidido abrir este libro, es que estás preparado/a para sumergirte en el mundo de Jud Baltimore. Un universo único y personal. Ésta es la segunda obra publicada de esta novel autora, y os aseguro que no será la última.

Jud demuestra en el libro que tienes ahora entre manos que no es necesaria una historia realmente compleja para que ésta sea adictiva. Con un estilo directo y unos diálogos muy ágiles, nos introduce en una trama que interrelaciona varios conceptos: amor, pasión, sensualidad, sexo, dolor… y quizá alguno más que deberás descubrir a lo largo de la narración.

Cuando avances en la lectura de este escueto pero intenso texto, te darás cuenta de que la escritora ha configurado un sencillo pero cuidadoso armazón en el que nada es lo que parece, ni nadie es quien dice ser.

Cierto es que estamos hablando de una historia corta y de temática romántica, pero me atrevería a decir que ha ido más allá, creando una pequeña novela negra en la que no deberás dar nada por sentado hasta llegar a las últimas líneas.

Con unos protagonistas fuertes y bastante bien llevados dada la breve extensión del relato, Jud Baltimore nos obsequia con un juego de seducción peligroso, que si bien puede traer consecuencias negativas, también es posible que tenga su recompensa.

Si me preguntarais si me ha gustado el libro, os diría que nunca antes he percibido ese lado oscuro literario de la autora. Resulta una faceta algo «macabra», pues sus personajes deberán poner a prueba constantemente sus límites, superar sus miedos, hacerles frente de la mejor manera posible y disfrutar de los placeres más ocultos.

Si algo he aprendido de esta escritora es lo siguiente, y quedaos bien con estas palabras, ya que entreveo un estilo muy específico en esta mujer: lo oscuro, si doble, dos veces bueno. Con ello quiero decir que no perdáis de vista a esta chica, pues os demostrará hasta dónde es capaz de llevar su historia y sus personajes. Unos personajes que deberán sucumbir a sus deseos y a los placeres más ocultos para ver cumplidos sus sueños, o… ¿tal vez no?

 

Sergio Rodríguez Kucich (blogger literario)

Atrapada en la realidad
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