Prólogo
A noche volví a soñar con la isla. Es extraño lo vívidos que son los recuerdos después de todos estos años. Tal vez sea mediante la imagen como rememoramos los momentos cruciales de nuestras vidas. Los alimentamos y fomentamos, manteniéndolos frescos y verdes para poder continuar extrayendo fortaleza y vigor de ellos.
Incluso ahora puedo recordar la sorprendente emoción del descubrimiento. Las consecuencias también siguen intensamente vivas en mi mente, como siempre lo estuvieron. No tengo remordimientos, pero, de cuando en cuando, a horas tardías de la noche, me hago algunas preguntas.
Yo escogí y nunca tendré las respuestas a esas preguntas. Pero la línea de descendencia sigue intacta. Sería interesante saber como afrontará Hannah sus alternativas. En cierto aspecto que no puedo concretar, ella es la más fuerte de todos nosotros.
De los «Diarios de Elizabeth Nord».