Mark Twain, al visitar Tánger en 1867, escribió unas cuantas cartas a sus amigos de Nueva York contándoles que había descubierto el Paraíso. Al mes siguiente escribió otras cartas a los mismos amigos diciéndoles que solo pensaba en abandonar ese infierno que era la ciudad. ¿Qué le había ocurrido? Quién sabe. Tal vez le robaron, lo amenazaron, lo sodomizaron o drogaron. Seguramente las cuatro cosas.

Pero eso es Tánger, y lo tomas o lo dejas...