INTRODUCCIÓN
Es tan vasto el Universo y tan pequeño el átomo, que en ninguno de los dos casos parece posible captar las dimensiones implicadas.
Como es natural, podemos usar números para expresar el tamaño en ambos sentidos, puesto que los números se emplean para representar cualquier cantidad, tanto muy grande como muy pequeña. El problema radica en que, aunque los números se utilicen como símbolo de lo vasto o lo diminuto, no son mucho más comprensibles que las cosas en sí. Se pueden manipular y conseguir que funcionen con mayor facilidad que los objetos en sí —y ésta es su ventaja—, pero no consiguen dar una idea más fácil de las cosas.
Sería realmente humillante que fuéramos incapaces de convivir con el Universo y sus partes, sobre todo considerando que los científicos han de trabajar con ello y que han llegado a los mayores extremos de la medición en aras de la curiosidad y de la necesidad de comprensión.
Pero es muy probable que nada resuelva por completo la dificultad. No hay forma de captar el tamaño del Universo o de un átomo de la misma manera en que apreciamos, por ejemplo, el de una panera, o de un gato, o de cualquier otra cosa que nos sea familiar y que tenga un tamaño suficientemente similar al nuestro propio.
No obstante, se me ocurre pensar que cualquier medición, por extrema que sea, tal vez parezca menos extraña si nos aproximamos a ella poco a poco, a través de una serie de pasos regulares. A fin de cuentas, tal vez no seamos capaces de saltar de un brinco hasta lo alto de un edificio, como lo haría Supermán, pero no cabe duda de que hasta el menos Supermán de nosotros puede ascender por una escalera, o por una serie de escalones, para llegar a la cumbre, paso a paso.
En resumidas cuentas, lo que deseo presentar en este libro, es una serie de escaleras, por las que podamos subir o bajar, a fin de llegar a una comprensión algo más intuitiva de determinadas cosas extremas del Universo.