Dedico «La ceniza fue árbol»

A

LA MEMORIA DE MI PADRE

DON

LUIS AGUSTÍ SALA

A LA MEMORIA

DE LOS PADRES DE MIS AMIGOS

QUE ENSANCHARON

Y

DEFENDIERON UNA CIUDAD

Ésta es la primera de las cinco partes de que consta «La ceniza fue árbol». Siguen a «Mariona Rebull»: «El viudo Rius», «Desiderio», «19 de Julio» y «Guerra Civil».

Cada uno de esos cinco fragmentos del personaje Joaquín Rius abarcará un periodo determinado de su existencia y de la vida de su ciudad y he intentado que pueda ser leído separadamente de los demás; cada uno de los cinco ciclos de la narración quiere mantener su propia vida, sujeta a la de la totalidad de la obra, de la que es eslabón. Discúlpeseme si la longitud de la novela me ha aconsejado la adopción de tal sistema. Así la obra me parece crecer lenta y orgánicamente como la propia vida de los seres que la integran.

La toponimia es la de mi ciudad, Barcelona, y las épocas discurren sobre ella —y dentro de loa obra— con sumisión casi absoluta a la realidad. Joaquín Rius y los demás personajes de la novela son imaginarios ; toda coincidencia de apellido, anécdota o circunstancia con personas que hayan podido existir es puramente casual.

Asimismo, tienen siempre una interpretación fantástica los hechos concretos de la historia de Barcelona, que son utilizados por el autor con un propósito puramente estético o novelesco.

I. A.