¡La emoción de gratitud!
Una de las tareas más desafiantes es hacer fácil lo difícil, y explicarlo con claridad. Gracias a Nacho Llorens, Vani Albert, Walter Ziffer y Cyn Rotman por ayudarme con sus diferentes perspectivas. Especialmente a Armando Maubre por su invalo- rable ayuda de maestro: siempre ha logrado ponerme en con- tacto con lo mejor de mí mismo. También a Pablo Corral, Paco Videla, Carlos Macra, Naty Messina, Diego Fuente, Alejandra Ruiz Díaz, Ale Ortiz, Sergio Abolio y Pablo Kröger por sus ideas y por contribuir ya sea directa o indirectamente. Mi agra- decimiento para Silvia Itkin por emocionarse con el manuscri- to y creer en él, y asimismo para Luis Garibotti y José Luis Feijoo: tres grandes personas que saben ser mentores (abriendo puertas y apostando al desafío de divulgar algo novedoso como lo es la ciencia de las emociones). Finalmente, gracias a Liliana Milshtnein por su entusiasmo cuando las ideas eran un poroto por germinar, a Dante Vega y Moni Salas por contribuir a di- vulgar mi blog, y a Norberto Levy y Ross Buck por conceder- me personalmente espacios de su enorme sabiduría.