ACTO 2

Doble debut

Seis largos años habían transcurrido en la vida de Daniel, tener que lidiar con la ceguera absoluta de su padre, no le dejaba mucho tiempo para compartir con amigos o tener una juventud normal.

El único periodo de tiempo que realmente disfrutaba, era mientras ejecutaba la batería junto a una banda que había formado con un grupo de amigos. No se habían presentado en vivo la primera vez, pero tenían toda la convicción de que la música que hacían, era de calidad, así que había que grabar un demo.

Pero esto implicaba dinero, y era algo que no abundaba demasiado en la vida de estos chicos. Daniel tocaba la batería que pertenecía a uno de los chicos, estaba realmente en mal estado, pero era lo más parecido a una batería propia.

Cuando no estaba en la universidad, estaba con su padre, si no, estaba estudiando en la casa de Dylan, quien también poseía habilidades impresionantes en la guitarra eléctrica. Ambos habían evolucionado significativamente trabajando juntos, pero todo cambió cuando la hermana de Dylan llegó a la vida de Daniel.

Paula había vivido un par de años en Europa, sus padres la habían enviado a Inglaterra a aprender el idioma. Daniel y Dylan solo tenían 6 meses con la banda, y este no tenía la menor idea de la existencia de una hermana.

Casualmente, Paula tenía la misma edad que Daniel, 18 años, mientras que Dylan era un par de años mayor que ella. La hermosa jovencita era un verdadero espectáculo.

La primera vez que Daniel y Paula se cruzaron, hubo electricidad instantánea entre ellos. No pudo borrar de su mente el recuerdo de la hermosa chica de ojos verdes, jugando en el jardín de la casa de su amigo.

La chica estaba rodeada de flores, se encontraba sentada en el césped mientras jugaba con el perro de la familia.

Mientras Daniel veía a la hermosa chica esta no se había percatado de la presencia de este, así que Daniel pudo aprovechar un par de minutos para detallar la belleza de Paula Pérez. Abruptamente, fue interrumpido por de Dylan, quien golpeó fuertemente su brazo para hacerlo reaccionar.

— Creo que ya conociste a Paula, es mi hermana. Vamos, te la presentaré. — Dijo Dylan.

Ambos se acercaron a la chica, quien, al ver a Daniel, no pudo ocultar la atracción inmediata que sintió por este chico de cabello oscuro y piel pálida.

— Paula, quiero que conozcas a Daniel, el mejor baterista que ha pisado esta tierra. — Comentó el hermano de la chica.

La rubia extendió su mano y al sentir el contacto con Daniel, un impulso recorrió todo su cuerpo. Era como si hubiese estado desconectada del mundo real, y conocer a Daniel le hubiese proporcionado la entrada a un mundo totalmente nuevo.

— Es un placer conocerte, Daniel. Soy Paula. — Dijo la chica.

La voz de Daniel brilló por su ausencia, era tal el nivel de nerviosismo, que no pudo articular una sola palabra. Esto causó gracia en la pareja de hermanos, quienes no pudieron contener la risa.

— Ya hemos perdido suficiente tiempo por el día de hoy. Es hora de practicar, los chicos están por llegar. — Dijo Dylan, mientras tomaba del brazo a Daniel y se dirigían a la sala de ensayo.

El contacto visual entre la pareja solo se rompió al salir del rango de visibilidad. Lo que había experimentado Paula, fue instantáneo. Sentía una necesidad increíble de explorar lo que había detrás de este chico misterioso que no pudo decir una sola palabra.

Al verlos juntos en un mismo lugar, cualquiera diría que hacían la pareja perfecta, ella tenía el cabello amarillo, perfectamente liso, que apenas sobrepasaba los hombros. El cabello de Daniel era completamente negro, no había lugar para otras tonalidades, mientras que ambos eran pálidos como la nieve.

Daniel tenía los ojos azules, cualquiera podía perderse en la intensidad de una mirada de este tímido chico, quien aún no explotaba todo su potencial. Era realmente popular con las chicas, pero era demasiado reservado como para iniciar una conversación con alguna.

Por lo general, eran las chicas quienes se acercaban a él, no importaba cuanto le gustara, este no podía tomar la iniciativa de abordar a una chica para intentar conquistarla. La idea de ser una estrella de rock era lo único que ocupaba su mente, pero para esto necesitaba enfocarse.

La transformación de Daniel al estar ejecutando la batería era increíble, ese chico tímido y reservado se transformaba en una fiera que generaba los ritmos más complejos. Su velocidad era intimidante, y con 18 años, ya era todo un personaje de la localidad.

Todos comentaban acerca de las habilidades de Daniel, pero lamentaban que este no tuviera las posibilidades de mostrar su talento al público, sólo podían escucharlo desde las afueras de la casa de Dylan.

Contaban con un grupo pequeños de seguidores, que fueron los que se encargaron de correr la voz de que había una banda en la que Daniel Sierra ejecutaba la batería, con habilidades que no eran humanas.

Esta reputación hizo que rápidamente a las afueras de la casa de Dylan se reunieran al menos unas 20 personas a escuchar los ensayos de la banda, lo que les dio la idea de organizar una pequeña presentación en aquel lugar.

Esto les daría la posibilidad de darse a conocer y mostrar su talento a los habitantes de aquella ciudad.

Su primera presentación sólo había contado con cuarenta personas, entre las cuales estaban incluidos algunos familiares y amigos. Era un fracaso total para los chicos, quienes aspiraban a una cantidad más significativa de personas.

— Tenemos que hacer algo mucho más grande. Necesitamos ganar más seguidores. — Dijo Daniel.

— Hagamos una gran fiesta, será nuestra oportunidad para que los chicos y chicas de la universidad, nos conozcan. — Respondió Dylan.

Aquella tarde se había gestado el primer paso para darse a conocer, un concierto en aquellas condiciones no tenía sentido, pero una fiesta era la excusa perfecta para poder ofrecer alcohol, chicas y mucha música rock.

La gran noche había llegado, habían aprovechado uno de los viajes de vacaciones de los padres de Dylan para llevar a cabo la fiesta. Había una lista de al menos doscientos invitados, pero estos esperaban que asistieran más de los esperados.

El lugar era un completo desastre, la casa de Dylan era increíble, a pesar de no tener mucho dinero, sus padres habían invertido cada centavo en aquel lugar. Contaban con piscina, una sala de entretenimiento con pantalla gigante y abundantes habitaciones.

Los chicos habían hecho un gran esfuerzo para llevar a cabo dicha fiesta, y habían alquilado los equipos necesarios para poder realizar el concierto a media noche. Era la primera vez que Daniel era parte de una celebración de tales magnitudes ya que siempre se había mantenido en los límites de su casa.

Pero ya era momento de ir experimentando nuevas vivencias, así que dejó a su padre y por primera vez en mucho tiempo, y daba su primer paso para convertirse en un reconocido baterista de la ciudad de Houston.

Daniel había tenido la posibilidad de cruzar algunas palabras con Paula, quien se había quedado en casa a acompañar a su hermano durante los días de vacaciones de sus padres.

La chica no tenía la menor idea de que se llevaría a cabo una fiesta, sino hasta el momento en que empezó a notar la llegada de una gran cantidad de personas a la casa. Paula era una chica divertida y extrovertida, así que aquel ambiente era perfecto para poder conocer a personas nuevas. Pero su atención estaba fijada únicamente en Daniel.

— Buena fiesta, asistieron más personas de lo esperado. — Dijo la chica dirigiéndose a Daniel.

— Si, esto será increíble. — Respondió Daniel.

— Eres un chico muy raro. No sueles hablar mucho con las chicas, ¿cierto?

— No, la verdad es que mi talento no está en las palabras, prefiero expresarme con la música.

— Es una pena que un chico tan apuesto como tú, sea tan tímido.

— ¿Por qué lo dices? — Preguntó el nervioso chico.

— Tengo una habitación lista para que la conozcas, claro, si es que quieres…

Era la primera vez que Daniel recibía una invitación tan directa de esa naturaleza, así que solo asintió con la cabeza y acompañó a la atrevida Paula a su habitación.

La atracción sexual y física surgió desde el primer momento en que se vieron, para ella no era necesario invertir demasiado tiempo en conocer a Daniel, solo quería llevarlo a la cama y complacer esa necesidad incontrolable que tenía de acostarse con él.

— No quiero que pienses mal de mí, no suelo hacer esto con nadie. De hecho, esta será mi primera vez. — Dijo la Chica.

— No puedo mentirte, esta también será mi primera vez. — Respondió Daniel.

— Desde que te vi, sabía que esto pasaría contigo. Realmente llamaste mi atención.

— Tu también me gustaste desde el primer momento, creo que fui demasiado evidente.

— Sí, Dylan estuvo burlándose de mí el resto del día.

— No tengo la menor idea de cómo iniciar esto. ¿Nos besamos? — Dijo el chico.

Sus labios se juntaron lentamente, un beso inocente y tierno que sellaba el recuerdo del primer beso de Daniel. Paula era una chica muy popular en su ámbito, solía salir con chicos desde los 15 años, pero nunca había llegado a nada que no supera besos tiernos de adolescente.

Pero con Daniel, se había despertado la mujer que llevaba dentro, y ahora con 18 años, está dispuesta a dejar fluir toda su sexualidad, entregándose completamente a este apuesto chico que recién había conocido.

Ambos disfrutaban de los besos, pero no tenían la menor idea de cómo pasar a la siguiente etapa. La erección en el pantalón de Daniel era inminente, y sentía la necesidad de desnudarse, pero la vergüenza lo superaba. Ambos comienzan a tocarse por encima de la ropa, acarician mutuamente su zona genital y pueden sentir la gran temperatura.

Los besos se hacen cada vez más intensos e incontrolables, con cada segundo que pasa, la excitación aumenta y los chicos comienzan a desinhibirse. Están dejando atrás a los niños que llevan dentro y quieren dejar que sus cuerpos se fusionen finalmente en uno solo.   

Daniel toma la camiseta de Paula y se la quita lentamente, deja ver unos pechos firmes que se encuentran ocultos en un sujetador de color violeta. El abdomen de la chica está cubierto de pequeños lunares que parecen formar una constelación de estrellas en negativo.

Daniel comienza a besar cada uno de ellos, parece que existiera una ruta específica que comienza a dirigirlo lentamente hacia la parte baja del abdomen de la excitada Paula.

Lentamente comienza a bajar su pantalón, este no posee botones, solo cuenta con un cordón que libera sin problema. Poco a poco Daniel va quitando las prendas de vestir a la chica, dejándola en ropa interior.

Es el turno de la chica de desvestir a su compañero, así que, entre besos y caricias, lo despoja de su pantalón y la camiseta en un par de minutos. Pueden escuchar la música a todo volumen que se escucha desde la parte baja de la casa, nadie notará que la pareja se encuentra en la habitación.

Daniel se encuentra sobre la chica, quien puede sentir el gran pene erecto de Daniel presionando su zona genital. La chica decide bajar lentamente la ropa interior de Daniel, y así dejarlo completamente desnudo.

No tienen demasiado tiempo, así que deben actuar rápido, pero con precisión. Paula es quien se libera de su panty de color rosa y toma el miembro de Daniel con su mano y lo guía lentamente en dirección a hacia su vagina.

Un poco de dolor se refleja en el rostro de Paula, quien lentamente comienza a dejar entrar el pene húmedo y caliente de Daniel. Ambos realizan movimientos lentos y torpes, naturales en el primer encuentro.

— ¿Podrías apagar la luz? Siento un poco de vergüenza. — Dijo la chica.

Daniel complació la sugerencia de la chica y ambos se entregaron a la pasión de su primer encuentro sexual. El debut de Daniel no solo iba a llevarse a cabo en la música, también estaba debutando en un ámbito que se convertiría en su estilo de vida.