Extraño tu silencio

Extraño tu silencio, añoro tu luz,

me entretengo contando los segundos,

vago entre los primeros trenes, ruido,

ruido y chirridos que llevan a ti,

desnudándome de todo lo demás,

por éso me alimento de tu aliento,

por éso vierto mi mundo en el tuyo,

no desespero, esperan largas horas,

no me entretengo, soy de horas oscuras,

me alargo cómo un cuerpo diseccionado,

entre los cachos de carne, albas rojas,

los fascistas mueren entre pasos oscuros

las botas negras de la luz tenue alcanzan

mi fuego de ayer por la noche, en tu sofá,

extraño tu silencio, añoro tanto tu luz…

Que deseo verte entera sin ataduras ni paz,

guerrera de mis horas más muertas, muéstrate,

que dedico a encontrarme contigo ya sin ti,

cómo un gallo sin corral o gallina sin piel,

anunciando lo inevitable en las calles mojadas,

deseo encontrarte con los ojos cerrados y libres,

que la tierra sienta cómo la amamos sin límites,

que te viertas en mil silencios para amarte,

que llenes todos los huecos con tu voz dulce,

que tus palabras hagan de mi un títere sexual,

que no tenga juicio, estado, ánimo ni animal,

que no sea más que la mar entre tu cuerpo azul,

para que sientas que me tienes sin contrapartida,

para que sientas que no hay hambre sin un ‘adiós’,

te deseo mientras las letras fluyen a su ritmo,

te deseo mientras la escritura automática hierve,

mientras todo esto ocurre me vierto dentro, contigo,

que el orgasmo es cómo tu silencio, el tren avanza,

y siéndote franco te diría que me tienes sin más,

que deseo llegar para no naufragar, tu cuerpo amar,

extraño sueño cuando te extraño hora en estéreo,

entre los límites de los altavoces del bosque mágico,

mientras no obstruyas este paso todo será orgánico,

cómo nacimos moriremos, de mientras vamos extrañando,

quizás algo que jamás ocurrió, cómo diría la canción,

y extraño tu silencio cómo me aman tus palabras.