[1] Se trata de un escrito difícil de clasificar, pero que puede ir perfectamente por separado. Así procede la edición de André Billy (Oeuvres, de Diderot, Bibliotheque de la Pléiade). Sin embargo, Des Auteurs et des Critiques constituye el capítulo XXII y el final del Discurso sobre la Poesía Dramática, que Diderot incluyó como colofón de su obra de teatro El Padre de Familia (1758). Autores y Críticos, aparte de ser un compendio del pensamiento literario de Diderot, contiene también una especie de «acción narrativa»: la divertida peripecia intelectual de Aristo. <<
[2] La descripción que Diderot hace de Aristo refleja su propia personalidad. De hecho, la edición de J. Morland (Mercure de France, 1914) publica un «juicio de Diderot sobre sí mismo» que coincide escrupulosamente con el retrato de Aristo. Diderot utiliza también su sosia Aristo en El Paseo del Escéptico, «conversación sobre la religión, la filosofía y el mundo». En este libro, Aristo —como digo, construido a imagen y semejanza de Diderot— habla de tres senderos entre los que hay que elegir uno: el de las espinas, los castaños y las flores. Representan respectivamente el cristianismo ortodoxo, la filosofía y los placeres carnales de la vida. Diderot-Aristo se inclina más por el camino de los castaños. No obstante esto, Berryer, lugarteniente general de policía, tras leer el libro, sentenció: «Este miserable Diderot es un hombre muy peligroso que habla con desprecio de los sacros misterios de nuestra religión».
Varios de los conceptos expresados por Diderot-Aristo aparecen también esparcidos en otras obras del enciclopedista. Sin ir más lejos en las Memorias para Catalina II, Diderot insiste sobre uno de sus temas favoritos: «La inclinación hacia el elogio de lo verdadero, lo bello y lo bueno es tan natural en las bellas artes, que es verdaderamente raro que un gran hombre haga una obra deshonesta». <<