[1] Como su título avisa «no es un cuento». Los personajes existieron de veras. Diderot lo escribió probablemente en 1772. Apareció por primera vez en la Correspondance, de Grimm, en abril de 1773. Esta edición incluía solamente el episodio de la señorita de La Chaux. La versión de Naigeon (1798) es íntegra, es decir, comprende también la parte dedicada a la señora Reymer y a su archiburlado amante Tanié. De esta forma, como apunta Henri Benac, se completó el díptico: «mujer mala-hombre bueno», «hombre malo-mujer buena». Por cierto que el divertido descaro del planteamiento de Esto no es un cuento, esa nonchalance con la que Diderot aborda la fatiga de narrar, recuerda vivamente el comienzo de Cuento de Cuentos de Quevedo, esa maligna sátira sobre ciertas estupideces del habla («va a llegar el momento en que cierta gente no va a decir “Dame vino” sino “Dame llegó”, que llegó y vino todo es uno»). Así como Diderot empieza dudando de lo que debe contar, así Quevedo empieza su sátira: «Ello se ha de contar; y si se ha de contar, no hay sino ¡sus!, manos a la obra». <<
[2] El Cabo es la actual ciudad de Cap Haïtien, al norte de Haití. A raíz de la paz de Ryswick en 1697, se arregló la disputa sobre la antigua Hispaniola de este modo: los españoles se establecieron al Este, lo que hoy es la República Dominicana; y los franceses al Oeste (República de Haití). <<
[3] Jean-Fréderic de Maurepas (1701-1781) fue ministro de Luis XV y de Luis XVI. En tiempos del primer monarca, cuando desempeñaba la cartera de Marina (1759), presentó un informe que planeaba la penetración comercial en el interior de Canadá. <<
[4] Sobre lo que era el «Norte» en la Francia del siglo XVIII hay divergencia de opiniones. Las primeras ediciones de Brière y Assézat, y las recientes de Henri Benac y André Billy, sostienen que era Canadá. En su edición, Jacques Proust escribe en cambio que se trata de Rusia. <<
[5] Según H. Benac, no es San Petersburgo, en Rusia, sino Peterborough, en la provincia de Ontario (Canadá). Según J. Proust, se trata de la capital fundada por Pedro el Grande en 1703, también conocida como Petrogrado, y ahora como Leningrado. <<
[6] Antoine de Ricouart, conde d’Hérouville, escribió un Tratado de las Legiones, en 1757. Fue colaborador de la Enciclopedia. Su matrimonio con la célebre Lolotte, un mariage inégal, le impidió ser nombrado ministro de Luis XV. <<
[7] Jean-Etienne Montucla (1725-1799). Matemático lionés. Su Historia de las Matemáticas se empezó a publicar en 1758. Sin embargo, antes, en 1754, había aparecido su Historia sobre las investigaciones en torno a la cuadratura del círculo. <<
[8] Gardeil ejercía la medicina en Montpellier. Tradujo durante treinta años las obras médicas de Hipócrates. Una clara alusión a su existencia (así como a la de los otros tres protagonistas de Esto no es un cuento) aparece al final del Suplemento al Viaje de Bougainville. A pesar de las escenas que le hacía su amante, vivió 82 años. <<
[9] La señorita de La Chaux no por patética fue menos real. Era íntima amiga de D’Alembert, de Condillac, del propio Diderot. En 1752 publicó en Amsterdam su traducción de los Political Discourses, segunda parte de los Essays, de Hume. Murió en 1775. Según Naigeon, también Diderot la conoció personalmente, y fue testigo de sus desdichas. <<
[10] La irrupción de este personaje, la Deschamps, confirma la arbitrariedad narrativa de Diderot. ¿A cuento de qué la hace aparecer? Es más, el oyente o lector que mienta a la Deschamps, ¿no será el mismo Diderot? ¿O Grimm, quizás? Como dice Ives Benot, en este pasaje todo parece combinado para crear la duda, para vacilar entre lo real y lo ficticio del cuento. <<
[11] El doctor Antoine Le Camus fue autor de varios tratados de medicina, entre ellos un curioso Proyecto para aniquilar la sífilis, y el Abdeker o Arte de conservar la belleza. El primero es de 1767, y el Abdeker de 1756. También es suya una traducción de la novela de Longus: Los amores pastorales de Dafnis y Cloe (1757). Diderot le debió conocer, al igual que a los demás personajes del cuento, hacia 1746. Admiraba en el doctor Le Camus «la intrepidez con la que ordena sangrías, purgas, baños, infusiones, cocciones…». <<
[12] La Academia de las Inscripciones y de las Bellas Letras es una de las cinco que componen el Instituto de Francia. Las otras cuatro Academias son: Francesa, de Ciencias, de Ciencias Morales y Políticas, y de Bellas Artes. <<
[13] La Carta sobre los Sordomudos, para uso de los que oyen y hablan —este es su título completo—, se publicó el 18 de febrero de 1751. En junio del mismo año Diderot añadió un apéndice que aclaraba algunos pasajes de la Carta, y que el autor atribuía paladinamente a la inspiración de la señorita de La Chaux. El libro comienza con una serie de observaciones directas sobre el comportamiento de los sordomudos, y no deja de proponer agudas y originales teorías sobre lingüística y estética. Piensa A. Wilson que la Carta sobre los Sordomudos fue en su época lo que The Meaning of the Meaning (El Significado del Significado), de Richards y Ogden, ha sido en la nuestra: un esfuerzo coherente para plantear el problema del conocimiento mediante un análisis riguroso del lenguaje. En la Carta diderotesca no faltan atisbos sobre semántica y sobre el simbolismo de la palabra. <<
[14] Antonieta Poisson (1721-1764), más conocida como marquesa de Pompadour. Fue la favorita del rey Luis XV. Y no fue escasa su influencia sobre los asuntos públicos franceses. Un botón de muestra: su declarada enemistad contra los jesuitas, la llevó indirectamente a favorecer la Enciclopedia. Diderot la retrata malignamente en Las Joyas Indiscretas. La Pompadour aparece como Mirzoza, la amante del rey congolés Mangogul. Para aplacar su soberano aburrimiento, Mangogul recurre al anillo prodigioso que hace hablar a los bijoux (órganos sexuales) de las cortesanas de Banza, capital de un muy reconocible Congo. <<